Los Stones aterrizan en La Habana
La expectaci¨®n se desborda ante el cicl¨®n que barrer¨¢ la deuda de la Revoluci¨®n con el rock
![Pablo de Llano Neira](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F54da206b-fa41-42c8-82c2-74ee2ad5197f.jpg?auth=a032241d3c2b4915c0391add9de332ed056bbfffaff10a8bc7a2ce230552b1db&width=100&height=100&smart=true)
"Me llaman Rocky¡±. Con su melena de cuatro a?os, una bandera pirata y en una oreja, colgada como pendiente, una llave que encontr¨® tirada en una calle de La Habana Vieja, Rocky, 22 a?os, ha sido el primero en acampar donde los Rolling Stones tocan este viernes a partir de las 20.00 horas (1.00, hora espa?ola) por primera vez en la historia de Cuba. Ser¨¢ un concierto gratuito con el que la banda brit¨¢nica, que ya ha aterrizado en la capital cubana, cierra su gira Ol¨¦ Tour 2016.
Rocky lleg¨® el mi¨¦rcoles a las diez de la ma?ana, 60 horas antes del concierto, con pan, galletas y diez litros de agua. Quiere escuchar a Mick Jagger y a Keith Richards con el estern¨®n pegado al escenario, roz¨¢ndose contra el metal la camiseta de los Stones que por ahora guarda en su mochila para enfund¨¢rsela antes de la hora de inicio, como la t¨²nica sagrada de la eterna juventud.
¡°Lo ¨²nico que no me gustar¨ªa es quedarme sordo, pero por la emoci¨®n de estar lo m¨¢s cerca de ellos estoy dispuesto a perder un poco de o¨ªdo¡±, dice.
El trono de Sus Sat¨¢nicas Majestades ya ha sido dispuesto. Un macroescenario decorado con ribetes luminosos de colorido afrocubano, muy considerada se?al de respeto a sus majestades orishas, los dioses yoruba de la Perla de las Antillas. Cuatro lenguas frontales de bocinas y ocho torres de repetici¨®n de 20 metros distribuidas por el pasto emitir¨¢n un cicl¨®n de vatios tan descomunal que uno dir¨ªa que si sopla el aire hacia el norte la voz de Jagger entrar¨¢ directa por las ventanas de las casas de sus familiares de Miami.
I can¡¯t get no satisfaction¡
And I try and I try and I try...
![El escenario donde tocar¨¢n los Rolling Stones en Cuba.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VMNMV52NHGFQ5AR5M3F3NTUSZE.jpg?auth=1578679166142060f6e8ab6c2e751147ab768eee304ba47c2507d3141006d165&width=414)
¡°Los cubanos vamos a alucinar. No vas a tener que esperar que toquen el primer acorde para verlo. S¨®lo con los primeros fuegos la gente ya va a estar completamente loca, porque nunca en la vida se ha visto en este pa¨ªs un espect¨¢culo visual como este¡±, adelantaba el cineasta Eduardo del Llano, viejo rockero habanero, el mi¨¦rcoles a las cuatro de la tarde en el Submarino Amarillo, un bar homenaje a los Beatles creado por el Ministerio de Cultura en el que se estaban tocando versiones de rock con la misma ilusi¨®n que si fuera medianoche de un s¨¢bado de los a?os sesenta.
Con ¨¦l, estaba el guitarrista Dagoberto Pedraja, nacido en 1957, dos a?os antes del triunfo de la Revoluci¨®n, y al que dos d¨¦cadas despu¨¦s, cuando iba tarareando riffs con sus gre?as por El Malec¨®n le dec¨ªan ¡°marica, proyanqui y hasta un curioso t¨¦rmino que se invent¨® aqu¨ª: diversionista ideol¨®gico¡±.
![Rocky, el primer acampado en el escenario de los Stones en La Habana](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7KA5MVALHT4KP37ZT55DX4B5T4.jpg?auth=692bb0991ee47752d599dd89d3441eeaa7d0483beb2f9b6556a9104210475579&width=414)
Para explicar por qu¨¦ al joven Pedraja le dec¨ªan esas cosas, recordemos un pasaje de un discurso de Fidel Castro en 1963: ¡°Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ah¨ª con unos pantaloncitos demasiado estrechos; algunos de ellos con una guitarra en actitudes elvispreslianas, y han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a sitios de concurrencia p¨²blica a organizar sus shows feminoides por la libre¡±.
Con el socialismo cubano en proceso de apertura, el temporal de los Stones viene a barrer las deudas de la Revoluci¨®n con el rock y con la autonom¨ªa cultural de los j¨®venes por los radicalismos obtusos de los a?os sesenta y setenta, que fueron remitiendo como una ola hasta el cambio de siglo sin desaparecer del todo.
¡°Cuando yo ten¨ªa 13 a?os¡±, cuenta Alexander Mart¨ªnez, m¨²sico de 26, ¡°un amigo me quem¨® mi primer Grandes ?xitos de los Rolling. En toda la isla no exist¨ªa una tienda estatal donde pudieras comprar un disco original de ellos¡±. Mart¨ªnez, que toca la guitarra con su brazo izquierdo amputado, dice que conserva aquel CD inici¨¢tico lleno de hongos. La ansiedad porque llegue el concierto lo mata. ¡°Ellos vienen de atr¨¢s, pero son los que nos est¨¢n abriendo la puerta al futuro¡±.
Dagoberto Pedraja dice que la m¨²sica anglosajona le entr¨® por el o¨ªdo con las melod¨ªas de los ¡°dibujos animados yanquis¡± que ve¨ªa de ni?o; que la cultura ¡°de ellos¡±, por m¨¢s que se censurase, siempre estuvo ah¨ª; y que, despu¨¦s de tanto tiempo, ver llegar a Cuba a los Stones "es como lo de aquel profesor que dijo a sus alumnos despu¨¦s de estar preso: ¡°Y como dec¨ªamos ayer...¡±.
?Mick Jagger me lo confirm¨®!
El mi¨¦rcoles el caf¨¦ Bertolt Brecht cerr¨® una noche euf¨®rica de homenajes a los Stones con La Gozadera, una canci¨®n de los reguetoneros Gente de Zona. La canci¨®n, un ¨¦xito latino global, se oye aqu¨ª por todos los lados y arranca voceando: ?Miami me lo confirm¨®! "?Es el nuevo himno de Cuba!", sentenci¨® un joven habanero mientras la bailaba con un par de rones de m¨¢s. El reguet¨®n es lo m¨¢s popular ahora en la isla. Por otro lado, en la m¨²sica culta florecen la fusi¨®n y el jazz. Pero no se puede descartar que en Cuba, tan dada al sincretismo, el nuevo estribillo despu¨¦s de los Stones sea: ?Mickjagger me lo confirm¨®!
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