Javier Fesser: ¡°Los abuelos tienden la mano y los hijos y nietos cogemos el brazo, despu¨¦s el piso, el coche y los ahorros, a ser posible¡±
El cineasta aborda los naufragios del divorcio y la familia en ¡®Custodia repartida¡¯, su debut al frente de una serie
Javier Fesser (Madrid, 60 a?os) lleva toda su carrera afrontando el cine como un ni?o. Desde El milagro de P Tinto a Mortadelo y Filem¨®n o Campeones, hasta con la tragedia de Camino y ahora en serie con Custodia repartida (en Disney +), este cineasta que se crio entre nueve hermanos ha abordado brillantemente y con impronta una especie de teatrillo propio en im¨¢genes que transmiten verdad y emoci¨®n destilada desde hace a?os con maestr¨ªa, pero sin perder una aut¨¦ntica inocencia desde cada punto de partida.
Pregunta. La Custodia repartida con esa intensidad sobre una ni?a debe ser algo extra?o para alguien que se ha criado con nueve hermanos.
Respuesta. Yo no he sabido lo que es una habitaci¨®n propia hasta muy tarde, ni estrenar una camisa. A la vez, mis hermanos mayores heredaban de unos primos m¨ªos, que mandaban ropa en maletas desde Valencia. S¨ª s¨¦ lo que es salir a estudiar al descansillo de la escalera porque no cab¨ªamos en casa. Pero, qu¨¦ contento estoy de haber vivido todo eso.
P. ?Qu¨¦ es hoy una familia espa?ola?
R. A m¨ª me gusta pensar que es un equipo, pero espa?ola o danesa. Donde encuentras a otros que cuentan contigo porque t¨² cuentas con ellos. Incluso cuando te separas.
P. Una pareja, tras divorciarse, ?puede seguir formando una familia?
R. Yo estoy divorciado y as¨ª lo siento. La serie lo retrata. Cuando te separas con hijos por medio, te alejas relativamente. Dejas de convivir, si te puedes permitir ese lujo, pero est¨¢s ligado de alguna forma para siempre.
P. Y luego est¨¢n los abuelos¡ O los suegros, depende.
R. Tienen mucha importancia. Para m¨ª, los abuelos representan la figura, la isla, la roca que siempre est¨¢ ah¨ª, pase lo que pase. Son quienes siempre tienden la mano y los hijos y nietos quienes la cogemos, luego tambi¨¦n el brazo, despu¨¦s el piso, el coche y los ahorros, a ser posible. Son esa figura tan desprendida, tan generosa, ¨²nicas.
P. ?Y los hijos? ?Corremos el riesgo de crear sistem¨¢ticamente seres ultraprotegidos ante los golpes de la vida que ellos mismos recibir¨¢n?
R. Me interesaba mucho retratar el mundo de los ni?os en la serie. A veces representa un gran drama para los padres cara a la ni?a, le imprimimos una gravedad excesiva cuando, en realidad, para ellos, creo, no lo es tanto. Ocurren muchas cosas en el mundo, en sus mundos, aparte de la separaci¨®n de unos padres. M¨¢s que una tragedia, viven una situaci¨®n nueva a la que acoplarse. Pero sus vidas siguen en marcha.
P. ?Trata de reflejar que a menudo hay tantos ni?os adultos como padres infantiles?
R. S¨ª, esa inmadurez en forma de torpeza emocional me interesa. En Campeones abord¨¦ la discapacidad intelectual y aqu¨ª la emocional, con seres incapaces de decirse nada sincero en la vida porque no saben.
P. ?Tambi¨¦n le interesa tratar la amistad, incompatible con el desamor?
R. Puedes querer a una persona, pero causar dolor tambi¨¦n a cambio de nada porque te sale el ego, la rabia, estos sentimientos que aparecen tras una ruptura. Despu¨¦s del desamor vienen otras muchas cosas, pero debes aprender a vivirlo. Podr¨¢s, quiz¨¢s, tras el desamor, llegar a ser amigo de tu expareja, pero no en una elipsis. En medio ocurrir¨¢n cosas, un duelo y hay que experimentarlo.
P. La paz cuesta.
R. A todos nos dejan perplejos las rupturas. ?C¨®mo puede ser que con esta persona a la que he amado, con la que he formado un equipo, est¨¦ ahora aqu¨ª sentada entre abogados! Con movidas y estrategias que inventan los adultos con el ¨²nico fin de complicarnos la vida.
P. ?Cree que en su cine ha estado intentando hacer brotar siempre a un ni?o?
R. Imagino que s¨ª. Entiendo el cine como un juguete. Cada paso que doy para armar las piezas, como si fuera un Exin Castillos o un Scalextric o un Lego, me entusiasma igual. Lo entiendo as¨ª. Y rodando, tambi¨¦n me siento jugando.
P. ?Sigue siendo machaconamente ingenuo?
R. S¨ª. Y en algunos momentos de mi vida me ha preocupado eso, pero en otros casos me ha llevado a lugares que est¨¢n muy bien.
P. ?Su ingenuidad, digamos, le ha llevado a lo m¨¢s alto?
R. A pensar que todo el mundo es g¨¹eno, como dec¨ªa el maestro Summers. El cine me ha llevado a ponerme en el lugar de otros como guionista y director. Solo desde ese espacio te salen cosas que son verdad. Es muy ¨²til esto para la vida. Entender las razones de todo, hasta de lo que te ofende. Indagar ah¨ª es otro juego bien bonito, alucinante. Lo que no mola es irte ofendido de cualquier lugar; eso, no.
P. Imagino que ser el octavo de nueve hermanos fue una gran escuela para eso.
R. Aparte, hermanos muy creativos y muy curiosos, que te hac¨ªan estar muy despierto.
P. ?C¨®mo repart¨ªan esa custodia sus padres?
R. Te voy a contar una cosa: cuando yo ten¨ªa seis a?os, a la salida del colegio, un tipo me enga?¨® para que le acompa?ara a no s¨¦ d¨®nde y me tuvo con ¨¦l hasta la una de la madrugada. A?o 1970. Madrid desierto. Anduve dando vueltas y me dej¨® abandonado en la plaza de Col¨®n. Una se?ora me llev¨® a casa y aunque a esa hora estaban todos busc¨¢ndome, polic¨ªa y director del colegio incluidos, nadie me hab¨ªa echado de menos hasta la hora de la cena. Los da?os colaterales de ser un equipo grande¡
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