Un largo apellido vasco
Una exposici¨®n trata sin ¨¦xito de radiografiar en San Sebasti¨¢n lo acontecido en el arte vasco durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas
Empezaremos diciendo que esta muestra en Tabakalera s¨®lo es capaz de transmitir una d¨¦bil impresi¨®n del actual panorama art¨ªstico vasco. Y no ser¨¢ por la cantera, extraordinariamente fecunda y notable, ni por la cantidad de buenos curadores y te¨®ricos que en general la respaldan. Pero la exposici¨®n Arenzana Imaz Intxausti Mont¨®n Peral -titulada as¨ª de corrido, como un largo apellido vasco- nos recuerda en qu¨¦ momento se divide la historia de la pl¨¢stica de una cultura fuertemente marcada por dos personalidades, Jorge Oteiza y Eduardo Chillida, y c¨®mo el primero mantiene a¨²n hoy su gran influencia mientras el segundo se ha convertido tristemente en una huella formal repetida en moldes de acero y dise?os de trajes y vajillas, cuando no es v¨ªctima de la ceguera y el dogmatismo de algunos pol¨ªticos a los que ya no se les ocurren m¨¢s maneras de desperdiciar su legado.
La exposici¨®n est¨¢ llena de pinturas y esculturas, y no har¨ªa falta a?adir m¨¢s si no fuera porque los comisarios son dos grandes profesionales que en esta ocasi¨®n han preferido jugar a la guerra de los Rose antes que ponerse de acuerdo en dibujar, como pretenden, "una radiograf¨ªa de lo acaecido en el panorama vasco durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas". AIIMP (el acr¨®nimo se refiere a los artistas) estudiaron en la Facultad de Bellas Artes de Leioa (Vizcaya) de donde han salido la mayor¨ªa de los nombres que integran la llamada "Nueva Escultura Vasca". La propuesta de Aguirre y Herr¨¢ez busca ser una "alternativa" a todo aquel pasado patriarcal que a veces se nos antoja m¨¢s una losa que un camino inici¨¢tico.
En el recorrido por las dos naves de una de las plantas del centro donostiarra vemos una rebuscada mescolanza de formas y colores, a falta de un diafragma que separe esos mundos, tan contrastados como afines. Las obras se diluyen en la paz buc¨®lica de un espacio neutro, pero ¨¦ste es s¨®lo un remanso aparente. El c¨¢lido constructivismo de Miren Arenzana, las formas psicologizantes de Gema Intxausti, las pinturas tridimensionales de Idoia Mont¨®n, los pigmentos adelgazados de I?aki Imaz y el postminimalismo casi religioso de Alberto Peral se hunden en una promiscuidad negligente y demoledora. En el arte hay muestras que en su insignificancia contienen un no se qu¨¦ que invitan a ser le¨ªdas y otras que se leen por el vistazo, sin m¨¢s consecuencias. Frente a estas ¨²ltimas nos hallamos.
Arenzana Intxausti Imaz Mont¨®n Peral. Tabakalera. San Sebasti¨¢n. Hasta el 3 de abril.
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