Rafael Chirbes sube al escenario con ¡®En la orilla¡¯

En las primeras l¨ªneas de En la orilla ya estalla Rafael Chirbes en todo su esplendor: carro?a, cierre de un negocio, el marjal y Misent. ¡°Buscaba una obra que nos definiera, que ense?ara la locura econ¨®mica que estaba viviendo Espa?a. Le¨ª la novela nada m¨¢s publicarse y entend¨ª que mostraba que la culpa no es de los otros, que todo un pa¨ªs se hab¨ªa infantilizado¡±, cuenta el actor y director teatral Adolfo Fern¨¢ndez. Fue antes de que el libro ganara el Nacional de Narrativa, el Premio de la Cr¨ªtica y los parabienes de los suplementos literarios.

¡°En la novela est¨¢n todos esos constructores que han tocado una pizca de celebridad porque el equipo de f¨²tbol de su pueblo lleva el nombre de su empresa en la camiseta, porque la gente se les acerca a pedir trabajo, esos que luc¨ªan rolex y coche nuevo hasta su bancarrota, y que en su interior no albergan nada, salvo el vac¨ªo¡±, recuerda Fern¨¢ndez. Un material que fascina al actor, quien con su compa?¨ªa K Producciones ha montado obras como Ejecuci¨®n hipotecaria, Naturaleza muerta en una cuneta o 19:30, diversas visiones de la Espa?a actual. Ahora gira con La flaqueza del bolchevique.

En 2013 el director negoci¨® los derechos de adaptaci¨®n con la editorial Anagrama de un libro con todos los tormentos mediterr¨¢neos con los que el valenciano Chirbes (Tavernes de la Valldigna, 1949-2015) ilustr¨® la miseria moral espa?ola, una novela casi inadaptable al teatro. Casi. ¡°Es compleja, cierto. Los viejos amigos tiene una troncalidad m¨¢s sencilla. Chirbes dec¨ªa que con En la orilla se dej¨® llevar, que construy¨® el disparate, que no quer¨ªa mantener una estructura que le impidiera llegar a los lugares m¨¢s insospechados. Como autor, no se consideraba un literato... Eso me dijo: que escrib¨ªa con el inconsciente. ?ngel Solo y yo hemos estado un a?o trabajando en la adaptaci¨®n, hemos redactado hasta ocho versiones para lograr esa estructura. La encontramos al crear una sociedad gastron¨®mica donde se celebra un homenaje¡±, cuenta el director.

La muerte como bucle

En el grupo de invitados se intuye que alguien va a dar una sorpresa al resto de los amigos, a los que ha invitado a todo ese d¨ªa. Fern¨¢ndez lo describe: ¡°Primero con una jornada matinal de caza en el marjal, un gran escenario donde ya en la Guerra Civil los falangistas lanzaban a quienes hab¨ªan fusilado. Despu¨¦s vemos c¨®mo despluman los patos cazados, almuerzan, siguen con la sobremesa y hay un final de copas y drogas que crear¨¢n ese estado de febrilidad que les empujar¨¢ a las confesiones. Paralelamente, habr¨¢ escenas anacr¨®nicas que aportan informaci¨®n: en la serrer¨ªa, en la ducha con el padre inv¨¢lido, en la sucursal bancaria. Como la novela, acabamos con un final tr¨¢gico en un bucle anunciado al inicio¡±. K Producciones coproduce la obra con el Centro Dram¨¢tico Nacional y la compa?¨ªa valencina La Pavana, cuyo director Rafael Calatayud ser¨¢ otro de los actores. Se estrenar¨¢ en Alicante en febrero de 2017 y llegar¨¢ al CDN en mayo. ¡°Nos ha costado mucho levantar la producci¨®n. Cogida la carrerilla, hemos logrado apoyos¡±.

"Hemos sido muy respetuosos con su literatura, impecables con sus ideas y hemos mantenido su tono literario elevado. Y hemos a?adido frases de actualidad, como ¡®Coges el 3% y banquete de putas', que la acercan al p¨²blico y a la actualidad¡±. Fern¨¢ndez dirige y tambi¨¦n interpreta (la obra contar¨¢ con siete actores que se desdoblar¨¢n en m¨¢s personajes), junto a los ya confirmados Calatayud, Sonia Almarcha y C¨¦sar Sarachu, que dar¨¢ vida al protagonista, Esteban. Sarachu, conocido en Espa?a por su faceta c¨®mica y en el resto de Europa por su lado dram¨¢tico, es amigo del director: ¡°Trabaj¨¦ con C¨¦sar hace 30 a?os y desde aquel momento le ten¨ªa ganas. Posee el f¨ªsico necesario de Esteban, reflejo de toda esa amargura en la que est¨¢ hundido¡±. Parte de una procesi¨®n de perdedores y ruines morales, ¡°constructores que han perdido a sus familias tras a?os en los prost¨ªbulos de las carreteras¡­ No son ide¨®logos formados, sino gente arruinada por s¨ª misma¡±.