The Last Shadow Puppets: doble o nada
El l¨ªder de Arctic Monkeys, Alex Turner, y Miles Kane regresan ocho a?os despu¨¦s con 'Everything You¡¯ve Come to Expect', uno de los lanzamientos m¨¢s esperados del a?o
La historia del rock and roll est¨¢ llena de conflictos de pareja. Los egos, los celos, la vida en la carretera, el dinero, el amor, las sustancias producen alquimias explosivas en lo personal que generan resultados art¨ªsticos siempre superiores a los que cada uno de los elementos por separado es capaz de entregar. Por eso The Last Shadow Puppets constituyen una maravillosa rareza.
Alex Turner y Miles Kane, ambos de 30 a?os, se llevan tan bien que la prensa brit¨¢nica ha creado un acr¨®nimo con sus nombres para referirse a ellos: Milex. Son el paradigma de lo que en ingl¨¦s se conoce como bromance, surgido de la combinaci¨®n de las palabras colega y romance. Van juntos a todos lados. Aparecen en desfiles de moda vestidos con atuendos a juego. Graban payasadas a d¨²o que triunfan en YouTube. Han terminado viviendo uno al lado del otro, a miles de kil¨®metros de sus hogares. Sus salidas nocturnas por Los ?ngeles son legendarias. ¡°Si entro en una habitaci¨®n sin Miles, la gente me pregunta d¨®nde est¨¢¡±, ilustra Turner. ¡°Y si no estoy, es que he salido a buscar a Alex¡±, a?ade Kane.
Hablar con ellos es como meterse en un tren en marcha. Se pasan la palabra como una pelota de pimp¨®n. Uno empieza la frase y el otro la termina. Hay que aclarar que ni aun as¨ª consiguen hilar un discurso demasiado revelador. Una inocente pregunta sobre, por ejemplo, c¨®mo fue la grabaci¨®n del disco, da lugar a un ¡°bueeeeno¡¡±, seguido de una pausa de varios segundos, que el otro retoma con un ¡°s¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¡¡±, antes de acabar con alguna vaguedad. Piensen en Beavis y Butthead, y cambien sus camisetas de AC/DC y Metallica por un look de la primera fila del ¨²ltimo desfile de Dior.
Alex Turner: "Los Arctic Monkeys estamos en pausa. Todos han tenido hijos, est¨¢n en eso ahora"
No es divismo, es m¨¢s bien empanada juvenil, regada con unos tragos ¡ªchamp¨¢n para Miles, cerveza para Turner¡ª que no parecen los primeros de esta fr¨ªa tarde de Londres. Son simp¨¢ticos y su retranca resulta contagiosa. Pero quien quiera encontrar un discurso deber¨¢ buscarlo en sus discos, el segundo de los cuales, Everything You¡¯ve Come to Expect, est¨¢ reci¨¦n publicado. Haciendo honor al t¨ªtulo (todo lo que has llegado a esperar), el ¨¢lbum se presenta como uno de los lanzamientos m¨¢s esperados del a?o en una industria musical de la que el propio Turner ha escrito algunas de las p¨¢ginas recientes m¨¢s brillantes.
Lo suyo, explica Kane, ¡°no fue exactamente amor a primera vista¡±. Se conocieron cuando su primer y poco memorable grupo, The Little Flames, fue el telonero de los Arctic Monkeys de Turner en su primera gira triunfal por Reino Unido a mediados de la d¨¦cada pasada. ¡°Las dos bandas nos llevamos bien¡±, recuerda Turner. ¡°Pero en alg¨²n punto del camino Miles y yo encontramos nuestro desv¨ªo hacia las sombras. Descubrimos una conexi¨®n, en lo personal y en lo creativo, que no ten¨ªamos con nadie m¨¢s. ?l me puso sus discos antiguos, tiene una gran colecci¨®n de siete pulgadas. Me descubri¨® mucha m¨²sica que me emocion¨®. Empezamos a fantasear con la idea de ver qu¨¦ pasaba si entonces, siendo unos veintea?eros, trat¨¢bamos de hacer un disco como esos, tan distinto a lo que hab¨ªamos hecho en nuestros grupos¡±.
Conviene recordar lo que supusieron los Arctic Monkeys. La de Turner no solo fue la ¨²ltima gran banda del rock and roll brit¨¢nico. Fue la primera gran banda de la era de las redes sociales. El rock urgente y furioso de aquellos cuatro chavales de Sheffield circul¨® masivamente de un blog a otro antes de que el primero de sus cinco discos, Whatever People Say I Am, That¡¯s What I¡¯m Not (2006), se convirtiera en el ¨¢lbum de debut con las ventas m¨¢s r¨¢pidas en la historia de la m¨²sica brit¨¢nica. Llenaron el Astoria londinense sin tener una sola referencia en las tiendas, encarnaron la esperanza de una industria musical desubicada y Alex Turner, su poderoso frontman con acn¨¦, se convirti¨® en una de las pocas estrellas del rock surgidas en la d¨¦cada pasada.
Los Arctic Monkeys fueron el fin de un modelo y el principio de otro, algo que a Turner no parece quitarle el sue?o. ¡°Para m¨ª el foco siempre ha estado en lo creativo, todo lo dem¨¢s es secundario¡±, asegura. Pero s¨ª advierte sobre los riesgos que entra?a el camino que abrieron. ¡°El peligro es que, cuando las ¨²nicas posibilidades son el todo o la nada, la gente hace m¨²sica con la prioridad de buscar el ¨¦xito¡±, opina. ¡°Te hace ser m¨¢s cuidadoso y, por tanto, crear algo m¨¢s irrelevante y aburrido. Es una pena porque la gente se da cuenta de lo que buscas. Las cosas han cambiado mucho. Lo que pas¨® con los Monkeys no es f¨¢cil que vuelva a ocurrir. Pero ser¨ªa una pena si eso significa que la gente va a estar asustada¡±.
El hecho de que The Last Shadow Puppets no sea el proyecto principal de ninguno aporta libertad y quita presi¨®n
Entretanto, las Little Flames se apagaban en 2007, dejando un ¨²nico disco, y Miles Kane form¨® con otros dos de sus miembros The Rascals, que desaprovecharon sus 15 minutos de fama. Pero el bromance hab¨ªa surgido. Kane se convirti¨® en un sat¨¦lite de los Arctic Monkeys, participando en canciones y directos, y proporcion¨® a Turner esa v¨ªa de escape que se materializar¨ªa en 2008 con The Age of the Understatement, primer disco de The Last Shadow Puppets.
¡°La idea era crear canciones de otra manera, nos abri¨® la mente¡±, cuenta Kane, y pasa la pelota a Turner: ¡°Es la primera vez que recuerdo haber tenido una idea concreta para un disco. Quer¨ªamos hacer algo con orquesta, con todo ese dramatismo. Hab¨ªa algo de inocencia¡±.
The Age of the Understatement tiene mucho del pop ¨¦pico de Scott Walker, un poco del primer Bowie y del country psicod¨¦lico de Lee Hazlewood, y cierta vocaci¨®n de banda sonora de pel¨ªcula de James Bond. Es un disco maduro grabado por veintea?eros, megal¨®mano e ¨ªntimo a la vez, producido en Francia por James Ford, de Simian Mobile Disco, que cont¨® con una orquesta de 22 m¨²sicos dirigida por el canadiense Owen Pallett y que lleg¨® r¨¢pidamente al n¨²mero uno de las listas brit¨¢nicas.
El 8 de noviembre de 2008, sobre el escenario del Mayan Theatre de Los ?ngeles, Turner y Miles tocaron la que anunciaron como ¡°la ¨²ltima canci¨®n del ¨²ltimo bolo de The Last Shadow Puppets¡±. Los dos amigos retomaban sus principales ocupaciones. Miles Kane volv¨ªa a unos Rascals ya de capa ca¨ªda. Y Turner se iba al desierto a grabar el tercer disco de los Arctic Monkeys.
Pero aquella result¨® ser una separaci¨®n breve. En menos de un a?o Milex estaban grabando canciones para el primer ¨¢lbum de Kane en solitario, Colour of the Trap (2011). Estaban juntos todo lo que sus agendas internacionales se lo permit¨ªan. Y terminaron mud¨¢ndose a Hollywood los dos.
Kane: "Es un refresco de nuestro trabajo, nos permite volver con una mente limpia"
Lo que hab¨ªa surgido en aquel primer disco de The Last Shadow Puppets era mucho m¨¢s s¨®lido que una mera colaboraci¨®n puntual. En cada entrevista que hac¨ªan, cada uno por su cuenta, Turner y Kane eran interrogados sobre los planes de futuro de los Puppets. En una ocasi¨®n, Kane solt¨® a un periodista que no hab¨ªa planes de disco, pero que ambos estaban trabajando juntos en una pel¨ªcula de superh¨¦roes. Aquel bulo acab¨® dando la vuelta al mundo. Ellos lo quer¨ªan. El p¨²blico lo quer¨ªa. Lo raro no es que The Age of the Understatement tuviera una continuaci¨®n, sino que esta haya tardado ocho a?os en llegar.
¡°Segu¨ªamos en la carretera con Arctic Monkeys¡±, recuerda Turner. ¡°Pero tuvimos un par de meses libres y los pasamos grabando canciones para el segundo disco en solitario de Miles. Por momentos pod¨ªamos escuchar el sonido de los Shadow Puppets renacer. As¨ª que lo seguimos desde all¨ª¡±.
Turner apunta a otro factor de ¨ªndole personal en el renacimiento de los Puppets. ¡°Los Arctic Monkeys estamos en pausa ahora. ¡°Todos han tenido hijos, est¨¢n en eso ahora¡±. El peterpanismo de ¡®Bad Habits¡¯, el tema m¨¢s macarra que han hecho nunca los Puppets, parece ciertamente ajeno a la rutina de unos padres primerizos.
El disco se grab¨® durante el verano de 2015 en los estudios de Shangri-La, en Malib¨², que en su d¨ªa pertenecieron a Bob Dylan y The Band. Gracias a la anterior entrega, ten¨ªan ya un sonido del que partir. Y desde all¨ª abrieron nuevas puertas. Del soul de Isaac Hayes al Weller ochentero de The Style Council, pasando por el Gainsbourg de Melody Nelson. A?¨¢danse unas letras de expl¨ªcita carga sexual ¡ª¡°nena, tenemos que follar¡±¡ª y se obtendr¨¢ uno de los conjuntos de canciones m¨¢s libres y originales que ninguno de los dos ha hecho nunca.
¡°El foco en este disco ya no est¨¢ en las referencias¡±, explica Turner. ¡°No pasamos tanto tiempo sentados debatiendo c¨®mo deb¨ªa sonar. Simplemente estaba all¨ª. Sabemos ya el camino en el que estamos y si algo encaja. Tiene gracia: cuando hablo de ello me dan ganas de estar ah¨ª tocando¡±.
Ah¨ª est¨¢ el secreto. The Last Shadow Puppets tiene algo de vacaciones. El hecho de que no sea el proyecto principal de ninguno de los dos aporta libertad y quita presi¨®n. ¡°Es un refresco de nuestro trabajo real, nos permite volver con una mente limpia. Es como un bonus¡±, opina Kane, y Turner a?ade: ¡°Le sacamos m¨¢s partido de esta manera. Es divertido y emocionante porque no lo hacemos todo el rato, y eso te aporta una ventaja creativa¡±.
Sus vidas han cambiado desde que se conocieron hace 10 a?os. Ahora viven en Hollywood y salen con modelos, pero el norte de Inglaterra sigue ah¨ª. ¡°Me gusta de donde soy¡±, asegura Turner. ¡°Tengo grandes amigos all¨ª, que afortunadamente me siguen aceptando cuando vuelvo. Media vida en la carretera te cambia, pero ninguno de los dos tenemos mucho con qu¨¦ compararlo. Somos un par de esp¨ªritus libres. Siempre he querido salir y explorar, y Miles tambi¨¦n¡±, concluye Turner, y gira la cabeza hacia su amigo con una sonrisa: ¡°Si puedo hablar por los dos, cari?o¡±. ?
Everything You¡¯ve Come to Expect. Domino Records.
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