El Jesucristo gal¨¦s
El resultado es un magma interesante aunque poco cuajado, quiz¨¢ por imposible, m¨¢s pretencioso que brillante
Partiendo de la base de las tradicionales representaciones de La Pasi¨®n que se celebran en el pueblo de Esparreguera durante la Semana Santa desde hace m¨¢s de 500 a?os, el director catal¨¢n Ignacio F. Iquino film¨® en 1952 El Judas, pel¨ªcula con apenas un par de int¨¦rpretes profesionales que, acompa?ados de la gente de la localidad, acababa convirti¨¦ndose en una interesante cr¨®nica social y ¨¦tica sobre el pecado y la redenci¨®n. Una producci¨®n ins¨®lita que, irremisiblemente, vuelve a la memoria del espectador al ver La pasi¨®n de Port Talbot, pel¨ªcula brit¨¢nica en cierto modo semejante a El Judas, que se inicia a partir de una performance teatral, pero que adquiere entidad cinematogr¨¢fica propia a trav¨¦s de un relato aut¨®nomo y de secuencias a?adidas al espect¨¢culo original.
LA PASI?N DE PORT TALBOT
Direcci¨®n: Dave McKean.
Int¨¦rpretes: Michael Sheen, Di Botcher, Matthew Aubrey, Nigel Barret.
G¨¦nero: drama. Reino Unido, 2012.
Duraci¨®n: 119 minutos.
El relato aut¨®nomo es un texto del escritor Owen Sheers, editado tambi¨¦n en forma de novela con el t¨ªtulo de The gospel of us, que sirvi¨® en el a?o 2011 al National Theatre de Gales para, a la manera de Esparreguera y otros muchos lugares de todo el mundo, conformar un espect¨¢culo de masas en la playa y calles de la poblaci¨®n galesa de Port Talbot, con el juicio, muerte y resurrecci¨®n de Jesucristo como eje central, pero actualizado para una realidad del siglo XXI en la que cabe hasta una actuaci¨®n de Manic Street Preachers, y en el que Barrab¨¢s es un terrorista que ataca con cinturones bomba. Un espect¨¢culo dirigido y protagonizado por Michael Sheen, estrella del cine, el teatro y la televisi¨®n criada precisamente all¨ª, que fue filmado ante 20.000 personas con m¨²ltiples c¨¢maras y puntos de vista por Dave McKean, director de La pasi¨®n de Port Talbot, y al que se han a?adido, casi como una versi¨®n 2.0 de la obra, variadas secuencias de interior y exterior filmadas incluso con m¨®viles.
El resultado es un magma interesante aunque poco cuajado, quiz¨¢ por imposible, m¨¢s pretencioso que brillante pero desde luego curioso, que tiene sus mejores momentos en las improvisadas secuencias de calle entre Sheen (El desaf¨ªo: Frost contra Nixon, Masters of sex) y los espectadores, y que alcanza cierta fuerza metaf¨®rica en diversos pasajes. Sobre todo teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas de este pueblo gal¨¦s olvidado por sus autoridades, enga?ado por sus pol¨ªticos, en medio de un paisaje brumoso cargado de contaminaci¨®n procedente de sus plantas metal¨²rgicas. Un lugar que espera la llegada de un Mes¨ªas que los libere del yugo de las vanas promesas incumplidas.
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