Una temporada de infarto
Morante de la Puebla, las j¨®venes promesas y el ganado, las grandes inc¨®gnitas de la Feria de Abril
La temporada 2016 ser¨¢, sin duda, crucial para la fiesta de los toros. De su capacidad de regeneraci¨®n interna, de su imaginaci¨®n para mantener a los clientes y atraer a otros, de la unidad del sector y, sobre todo, de la autocr¨ªtica y la renovaci¨®n de planteamientos econ¨®micos y organizativos obsoletos depender¨¢, en gran parte, que salga airosa de esta cruenta guerra en la que, por muy variadas razones, lleva todas las de perder.
Las tardes de la Maestranza
Domingo 3 de abril. Toros de Ben¨ªtez Cubero para Rui Fernandes, Andy Cartagena, Leonardo Hern¨¢ndez, Armend¨¢riz, Manuel Manzanares y Andr¨¦s Romero.
Lunes 4. Toros de Tornay para Esa¨² Fern¨¢ndez, Jim¨¦nez Fortes y Borja Jim¨¦nez.
Martes 5. Toros de Torrestrella para Miguel ?ngel Delgado, Pepe Moral y Javier Jim¨¦nez.
Mi¨¦rcoles 6. Toros Las Ramblas para Miguel Abell¨¢n, El Cid y Joselito Adame.
Jueves 7. Toros de El Pilar para Sebasti¨¢n Castella y Alberto L¨®pez Sim¨®n, mano a mano.
Viernes 8. Toros de Victoriano del R¨ªo para Morante de la Puebla, El Juli y M. ?ngel Perera.
S¨¢bado 9. Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares y Andr¨¦s Roca Rey.
Domingo 10. Toros de Ferm¨ªn Boh¨®rquez para Sergio Gal¨¢n, Diego Ventura y Lea Vicens.
Lunes 11. Toros de Daniel Ruiz para El Cid, David Mora y Daniel Luque.
Martes 12. Toros de Jandilla para Morante, Diego Urdiales y Alberto L¨®pez Sim¨®n.
Mi¨¦rcoles 13. Toros de Victorino Mart¨ªn para Manuel Escribano, Morenito de Aranda y Paco Ure?a.
Jueves 14. Toros de N¨²?ez del Cuvillo para Sebasti¨¢n Castella, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares y Jos¨¦ Garrido.
Viernes 15. Toros de N¨²?ez del Cuvillo para Morante de la Puebla, El Juli y Andr¨¦s Roca Rey.
S¨¢bado 16. Toros de Fuente Ymbro para Finito de C¨®rdoba, Juan Jos¨¦ Padilla y El Fandi.
Domingo 17. Toros de Miura para Rafaelillo, Javier Casta?o y Manuel Escribano.
La fiesta de los toros est¨¢ sola y no goza de buena salud. Y esta es la raz¨®n fundamental por la que sus enemigos avanzan en todos los frentes, con la colaboraci¨®n necesaria de una corriente animalista que ha calado muy hondo en la sociedad moderna.
As¨ª, lo que suceda este a?o en las plazas y fuera de ellas determinar¨¢ el futuro inmediato de un patrimonio cultural, estrechamente unido a la historia de este pa¨ªs, que atraviesa una aparente decadencia entre la desidia de unos y la cobard¨ªa de otros.
El domingo comienza la Feria de Abril y en la plaza sevillana se la juegan Morante, tan grande como irregular artista, las nuevas generaciones de toreros, el ganado y, especialmente, la propia fiesta. Es imprescindible que Sevilla triunfe para que le cambie el semblante a un espect¨¢culo que, hoy por hoy, ofrece escasas razones para la emoci¨®n.
El toro, el gran protagonista, est¨¢ desaparecido, y las figuras siguen sin entender -y los toreros m¨¢s j¨®venes tampoco- que el?s¨ªndrome Domecq, el animal noble y tonto, sin fortaleza, sin fiereza ni casta, es un muro infranqueable para la salvaci¨®n de la fiesta.
Cansada y desesperada, la afici¨®n ha huido en bandada de las plazas, y solo en ocasiones especiales es sustituida por un p¨²blico triunfalista, como el que llen¨® el pasado domingo la Maestranza, vol¨¢til, veleidoso y de dudosa afici¨®n. El drama de la?tauromaquia moderna es que la mayor¨ªa de esos?aficionados considera al toro un elemento secundario, lo que subvierte el sentido primigenio de la fiesta.
Adem¨¢s, la tauromaquia no es hoy un valor pol¨ªticamente correcto, y de ella se esconden representantes de la cultura, el arte y la intelectualidad que hasta hace poco presum¨ªan de una tradici¨®n respetable.
El Gobierno del Partido Popular aprob¨® una ley para la Regulaci¨®n de la Tauromaquia como patrimonio cultural y no se ha atrevido a aplicarla; el PSOE se debate cobardemente en sus contradicciones internas, y la izquierda flamea la bandera del antitaurinismo que m¨¢s bien pretende ocultar su rechazo a la identidad espa?ola en una campa?a animalista.
Hasta el Tribunal Constitucional est¨¢ asustado y escondido, pues en 2106 se cumplir¨¢n seis a?os de que el PP presentara un recurso de inconstitucionalidad ante la prohibici¨®n acordada por el Parlamento catal¨¢n.
El pasado 13 de marzo, por fin, el taurinismo ofreci¨®, despu¨¦s de muchos a?os, una imagen de unidad y acudi¨® en manifestaci¨®n por las calles de Valencia para exigir respeto y libertad.
Y hubo m¨¢s: ha nacido la Fundaci¨®n del Toro de Lidia para ¡®normalizar la presencia de la tauromaquia en la sociedad y reivindicar las libertades de los aficionados¡¯. Y, hasta ahora, ha denunciado ante la justicia a las instituciones que, presuntamente, incumplen la ley que protege la fiesta y a quienes interrumpen la celebraci¨®n de los festejos.
Por ¨²ltimo, la Asociaci¨®n Nacional de Organizadores de Espect¨¢culos Taurinos (ANOET) ha presentado un informe en el que analiza el gran impacto econ¨®mico de la fiesta de los toros (1.604 millones de euros en 2013) con m¨ªnimas subvenciones (25,5 millones, el 0,9 por ciento del gasto total en materia cultural de todas las administraciones p¨²blicas).
El problema es que todas las acciones taurinas est¨¢n dise?adas a la defensiva y con ¨¢nimo de desterrar el maldito complejo que atenaza a quien a estas alturas mantiene que el toreo puede ser un modo de entender la belleza.
Parece que nadie trabaja por la fiesta, sino para defenderla de los antitaurinos. ?Craso error¡!
La tauromaquia pervivir¨¢ si se regenera y moderniza; si las figuras cambian radicalmente de actitud; si las empresas se actualizan, y, sobre todo, si se resucita el toro bravo, fiero y encastado.
Por eso, esta temporada es de infarto; porque los enemigos no se detienen (el Ayuntamiento sevillano de La Algaba ha decidido retirar el nombre de la calle dedicada a El Algabe?o; el de Coslada celebrar¨¢ una consulta popular sobre los festejos taurinos, y se han reunido miles de firmas en Galicia para prohibir los festejos en esa Comunidad), mientras las figuras del toreo siguen empe?adas en lidiar toros bobos del encaste Domecq que desesperan a los m¨¢s pacientes, y los empresarios presentan abonos tan importantes como los de Sevilla y Madrid con los mismos ingredientes de siempre, sin novedades ni gestas, como si no pasara nada.
O se taponan las heridas y se reanima el enfermo, o no habr¨¢ ley ni impacto econ¨®mico que detengan su declive final.
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