La ¨®pera ¡®Macbeth¡¯ busca despertar conciencias en Colombia
La pieza de Verdi se estrena por primera vez en el Teatro Col¨®n de Bogot¨¢
Las dos versiones de la ¨®pera con las que Giuseppe Verdi reinterpret¨® Macbeth de William Shakespeare tratan de los que pelean por el poder, pero tambi¨¦n de los que sufren las consecuencias. ¡°El compositor hizo algo muy rupturista, se invent¨® un pueblo para darle voz a las v¨ªctimas¡±, dice Ignacio Garc¨ªa, director de escena y uno de los responsables del estreno de la obra en Colombia. En el escenario del Teatro Col¨®n de Bogot¨¢, m¨¢s de 100 personas representan la tragedia cl¨¢sica que perdura de la escritura de Shakespeare. Abajo, en platea, el coro de la ?pera de Colombia, compuesto por 70 artistas, interpreta Patria oppressa (Patria oprimida), a pocos cent¨ªmetros de un p¨²blico que convive desde hace m¨¢s de medio siglo con la guerra. ¡°La obra encierra una lecci¨®n sobre c¨®mo se gestiona el final de un conflicto y me parec¨ªa muy pertinente estrenarla ahora aqu¨ª¡±, apunta Garc¨ªa, ¨²ltimo premio a mejor director de la Asociaci¨®n de Directores de Espa?a.
La ¨®pera Macbeth se crea por primera vez en Bogot¨¢ acompa?ada del montaje teatral hom¨®nimo. Ambas producciones forman parte del ciclo 16/16 que celebra el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare y Cervantes. Y adem¨¢s llegan cuando el proceso de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC est¨¢ a punto de cerrarse. Pero no aterriza en estas tierras para adoctrinar. ¡°La funci¨®n del teatro no es dar una tesis, sino inducir al pensamiento c¨ªvico. La reflexi¨®n sobre qu¨¦ significa vivir en un pa¨ªs violento despertar¨¢ conciencias¡±, asegura el responsable de escena sin olvidarse de la importancia de la m¨²sica. ¡°Quien quiera venir a escuchar la m¨²sica de Verdi es lo que va a encontrar, somos muy respetuosos¡±.
Garc¨ªa y, su colega y amigo, el director musical Pietro Rizzo incluyen en esta ¨®pera el aria de la muerte que solo aparece en la primera versi¨®n de Verdi y el coro de la victoria. Macbeth, arrepentido, asume su destino mientras que el pueblo celebra la muerte del tirano. ¡°En los ensayos, ped¨ª a los cantantes que pensaran en ese momento, que tomaran una posici¨®n, la que fuera, porque eso significa ser parte de la sociedad¡±. Los dos directores, expertos verdianos, conf¨ªan en la capacidad de la ¨®pera para transmitir este tipo de mensajes. ¡°El elitismo no est¨¢ en el origen del g¨¦nero¡±, dice Rizzo. ¡°Verdi invent¨® el drama popular en su pueblo, con la banda local y todos entend¨ªan sus obras con independencia de la clase social, era una forma de entretenimiento¡±. O ¡°el culebr¨®n del siglo XIX¡±, apostilla Garc¨ªa.
Para terminar con los clich¨¦s que han construido un reducto para privilegiados alrededor de la ¨®pera, la escenograf¨ªa y el vestuario mezclan una est¨¦tica punk de crestas y tachuelas, con faldas masculinas parecidas a los kilts escoceses y un ambiente a ratos posapocal¨ªptico que recuerda a Mad Max. ¡°Hemos creado un imaginario que une tendencias de distintos universos¡±, explica Laura Villegas, directora de arte de la ¨®pera y la obra de teatro. ¡°Me gusta romper y me encontr¨¦ con un director que siempre sorprende en sus proyectos¡±. Un equipo de m¨¢s de 100 personas trabaja a su cargo desde septiembre del a?o pasado para conseguir que desde un mismo concepto surgieran dos propuestas diferenciadas. ¡°El p¨²blico va a identificar aspectos de la ¨®pera en el teatro, pero no se va a encontrar con lo mismo¡±, asegura.
¡®Establishment¡¯ cultural
Macbeth se estrena el 7 de abril con cinco sesiones y un elenco de int¨¦rpretes internacionales liderado por el bar¨ªtono b¨²lgaro Vladimir Stoyanov en el papel de Macbeth, el bajo bar¨ªtono colombiano Valeriano Lanchas, el tenor espa?ol Sergio Escobar y la soprano suiza Dimitra Theodossiu como Lady Macbeth. En el foso les acompa?a la Orquesta Sinf¨®nica de Colombia, en escena, adem¨¢s del coro, un grupo de bailarines y acr¨®batas, y la Orquesta de la Polic¨ªa Nacional de Colombia ejerciendo de banda. Todos llevan ensayando en turnos de 24 horas dos semanas en el Col¨®n. ¡°El entusiasmo y el compromiso de estos artistas es admirable¡±, dice Ignacio Garc¨ªa. ¡°Algo que no suceder¨ªa en Europa porque no habr¨ªa sindicato que lo aguantara¡±.
El director de escena realiza parte de su trabajo desde hace unos a?os entre M¨¦xico y Colombia. Y es en Am¨¦rica Latina donde ha confirmado una frase de Federico Garc¨ªa Lorca: ¡°Solo se puede entender qu¨¦ es Espa?a si se observa desde Am¨¦rica¡±. En ese mirador se ha encontrado con una regi¨®n que ¡°apuesta por la creaci¨®n¡±, mientras que en Europa ¡°la cultura se ha convertido en un bien muse¨ªstico¡±. En estos pa¨ªses no se ha topado con un establishment cultural ni con lo que llama ¡°un pensamiento est¨²pido de colonialismo cultural¡±, sino con ¡°el futuro de la l¨ªrica¡±.
Momentos antes de comenzar la funci¨®n, mientras calienta la voz y se pone la cresta, Valeriano Lanchas, bogotano que se estren¨® en el Col¨®n, regala sonrisas de emoci¨®n y orgullo. Va estrenar en su casa una gran ¨®pera, cuenta, y sin alevos¨ªa lanza una frase que remata la teor¨ªa de su director. ¡°Se suele decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, en Colombia es al rev¨¦s¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.