?Est¨¢n todos?
Es muy l¨²cida la percepci¨®n de Jordan Belfort de que todo se reduce al dinero. La historia de la humanidad lo certifica
Jordan Belfort, tambi¨¦n envidiado, conocido y reconocido como El lobo de Wall Street, describ¨ªa sus ambiciones, sus vicios y su mayor certidumbre mientras esnifaba una monta?ita de coca: dec¨ªa que le apasionaban las drogas, el sexo con su espectacular se?ora y la galer¨ªa m¨¢s heterodoxa de putas, pero que su amor incondicional, su arma m¨¢s poderosa, saberse invulnerable, se resum¨ªa en un billete de d¨®lar. Lo ol¨ªa con embeleso, lo quemaba, follaba con su esposa encima de millones de ellos. Cuando toma los Quaaludes que cree caducados despu¨¦s de tragarse un mont¨®n de ellos porque no le hacen efecto, est¨¢ a punto de morir del megacoloc¨®n. Sabi¨¦ndose vigilado por el FBI y alucinado porque este no se deja corromper, cercano al trullo, desoyendo el consejo de su sensato padre sobre la necesidad de que se retire despu¨¦s de haber ganado (o robado) mucho m¨¢s dinero del que podr¨¢ gastar en su vida, su codicia hace que decida seguir estafando e ingeni¨¢rselas para colocar en los opacos bancos suizos gran parte de su fortuna. Al final, despu¨¦s de pactos y ama?os con la Fiscal¨ªa, pisa la c¨¢rcel durante tres a?os que le resultan livianos, ya que al igual que en el mundo exterior, all¨ª se compra y se vende todo.
Y es muy l¨²cida la percepci¨®n de este hombre de que todo se reduce al dinero. La historia de la humanidad lo certifica. La ¨²nica guerra es la de los ricos contra los pobres y es muy desigual, siempre la ganan los segundos y cuando han triunfado las revoluciones sus l¨ªderes siempre las han traicionado. El poder les permite los mismos privilegios, abusos y abyecci¨®n de los que disfrutaban sus enemigos de clase.
Y da igual que los millares (o millones) de los integrantes de los papeles de Panam¨¢ vayan de conservadores, izquierdistas, fachas, liberales, oligarcas, iconoclastas, patriotas del deporte o de la cultura. Su ¨²nico principio es ¡°toma el dinero y corre¡±. Son los fuertes descojon¨¢ndose de los d¨¦biles.
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