Sin caseta en la Feria de Abril de Sevilla

Albero en el suelo, caballos por las calles, farolillos de colores, m¨²sica animada, casetas con lonas de rayas blancas y verdes o rojas y en todas ellas una verja y un guarda de seguridad que controla la entrada en la puerta. El ambiente es m¨¢s que festivo, aunque la mayor¨ªa de las propiedades que conforman la ciudad ef¨ªmera de la Feria de Abril en Sevilla?son privadas, un hecho que no es ¨®bice para que cualquier persona no pueda acercarse a la fiesta, que arranca hoy, y disfrutar en ella. El Ayuntamiento, los partidos pol¨ªticos y los sindicatos disponen de amplias casetas con entrada libre durante toda la celebraci¨®n. Otra opci¨®n es entablar conversaci¨®n con cualquier propietario de alguna caseta, que igual no tiene problema en invitar a pasar un rato dentro.

Hay que buscar en un mapa de la feria las seis casetas de los distritos municipales o las dem¨¢s p¨²blicas y una vez all¨ª estar avispado para encontrar alguna mesa libre, acercarse a la barra a pedir tortilla, gambas o jam¨®n y despu¨¦s subirse a un tablao a bailar unas sevillanas, una rumba o la m¨²sica que toque, ya sea por alg¨²n grupo contratado o grabada.

Pero si las casetas privadas no est¨¢n muy abarrotadas, se puede preguntar a alg¨²n propietario si puedes acceder a ellas y es probable que no haya problema. Para los socios, que suelen pagar una cuota anual que ronda los 1.000 euros, invitar a una caseta es como invitar a su casa en Navidad. Las casetas est¨¢n conformadas por grupos de amigos y familiares que durante el a?o celebran decenas de reuniones para organizar esta semana de fiesta. No obstante, en caso de que se acuda en un grupo grande, o que definitivamente no se pueda entrar en ninguna, siempre quedar¨¢ la posibilidad de ponerse en la puerta de alguna caseta y montar un corrillo para bailar y charlar.

Una zona interesante y abierta al p¨²blico est¨¢ en la calle Manolo V¨¢zquez, all¨ª los gitanos preparan bu?uelos con chocolate y disponen de mesas exteriores para sentarte fuera a comer. Tambi¨¦n puede ir todo el p¨²blico a la zona llamada en Sevilla de Los cacharritos, ubicada en la calle del Infierno. Es una gran ¨¢rea de atracciones con noria, monta?as rusas, casas del terror... Tambi¨¦n hay restaurantes, puestos de hamburguesas, gofres...

En cuanto al c¨®digo de vestimenta, mejor arreglado que en vaqueros. La mayor¨ªa de las mujeres van vestidas de gitana, con los mantoncillos y las flores en la cabeza; y si no se dispone de traje de flamenca, cualquier vestido ser¨¢ apropiado para el entorno. Los hombres o bien van en traje de chaqueta, o con camisa y zapatos.

El gran desaf¨ªo es llegar y salir de la feria. Hay aparcamiento para coches, algo alejado del recinto; y largas colas a la salida para coger taxis y autobuses, organizados en un dispositivo para que est¨¦n disponibles durante las 24 horas. Lo m¨¢s dif¨ªcil es encontrar un taxi libre en la ciudad para llegar a la feria, por eso muchos optan tambi¨¦n por caminar un rato hasta llegar.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha propuesto en los ¨²ltimos d¨ªas varios cambios para la celebraci¨®n de esta fiesta, que tiene su origen en las ferias de ganado del siglo XIX. Espadas quiere someter a refer¨¦ndum y que se apruebe en el pleno del Ayuntamiento que la feria de Sevilla comience en s¨¢bado, en lugar del lunes por la noche, como se abre tradicionalmente, y que de esta manera dure seis d¨ªas. Tambi¨¦n ha sugerido que la feria sea m¨¢s abierta, tanto para el resto de sevillanos como para los turistas, mediante acuerdos con hoteles. Una iniciativa que est¨¢ por estudiar.