Shakespeare toma Navarra

Arrecia el cierzo y llueven peque?as bolas de algod¨®n rosa. La sakura va alfombrando el empedrado frente al Palacio Real de Olite (Navarra). Ah¨ª Carlos III El Noble decidi¨® montar sede real permanente y una alcaldesa belga fue inmortalizada en YouTube mientras ten¨ªa sexo en una de las torres; tambi¨¦n ah¨ª hubo alguna vez leones, b¨²falos y una camella; ah¨ª sigue una morera que ha ido enred¨¢ndose sobre s¨ª misma desde hace m¨¢s de 300 a?os y de la que ya se enamor¨® la imaginaci¨®n de Gustavo Adolfo B¨¦cquer y ah¨ª se firm¨® el s¨¢bado, cuando a¨²n no era de noche, un pacto, tan ¨¦pico como descabellado, entre cuatro caballeros.

En una habitaci¨®n con la chimenea encendida, un documento espera ser sellado. Es la promesa que Berowne, Longaville y Dumaine est¨¢n a punto de hacer a Fernando, rey de Navarra, durante tres (largos) a?os: comer una vez al d¨ªa, ayuno una vez a la semana, dormir solo tres horas y no ver a ninguna mujer. A ninguna. Alega Fernando que hay mucho que saber y poco tiempo para aprenderlo. Uno de los caballeros, qui¨¦n sabe si no el m¨¢s cuerdo, intenta escabullirse en un laberinto de argumentaciones para no estampar su nombre. Acabar¨¢ haci¨¦ndolo, como el resto, incluido el Rey. El sello se planta sobre el papel. Insensatos.

Desde una esquina de la habitaci¨®n, el director de la Fundaci¨®n Siglo de Oro, Rodrigo Arribas, y uno de los directores del londinense Shakespeare¡¯s Globe Theatre, Tim Hoare, ven, rodeados por primera vez de p¨²blico y flases, c¨®mo los actores Jos¨¦ Luis Pati?o, Sergio Moral, Nicol¨¢s Illoro y Ra¨²l Pulido dan voz a William Shakespeare en una escena de Trabajos de amor perdidos (1595), una de las comedias del bardo menos conocidas y menos representadas.

¡°Esta obra forma parte de The Complete Walk, un proyecto del Globe que ha filmado en sus lugares originales las 37 obras atribuidas al escritor¡±, explic¨® Hoare. Mientras ¨¦l presentaba la pieza en Olite ¡ªjunto a Arribas, la consejera navarra de Cultura Ana Herrera; el director de Pentaci¨®n Espect¨¢culos, Jes¨²s Cimarro, y el director de la Fundaci¨®n Baluarte, Javier Lacunza, ambos coproductores del espect¨¢culo junto a Teatros del Canal¡ª, en Londres, desde Westminster hasta Tower Bridge, una fila de pantallas emit¨ªa esos 37 cortos en bucle.

¡°Trabajos de amor perdidos es la pantalla n¨²mero 9, frente a la Galer¨ªa Nacional de Londres¡±, detalla Arribas. Licencia geogr¨¢fica aceptada ¡ªaquel reino navarro del que el bardo habl¨® estar¨ªa hoy m¨¢s all¨¢ de los Pirineos¡ª, no es balad¨ª ser parte del inmenso engranaje que Reino Unido ha activado para honrar la memoria de Shakespeare y envidia de los que querr¨ªan que en Espa?a se recordase igual a Miguel de Cervantes.

Mientras al resto del mundo le importaba m¨¢s o menos que las dos firmas m¨¢s conocidas de la literatura hubieran desaparecido 400 a?os atr¨¢s, en ese palacio laber¨ªntico que desata la imaginaci¨®n de cualquiera se habl¨® de la importancia y la necesidad de la uni¨®n entre lo p¨²blico y lo privado, de la inteligencia emocional de los actores espa?oles para dar ritmo al verso del genio ingl¨¦s y de apostar y compartir. De machihembrar, que dijo Rodrigo Arribas, entre dos amantes de sus cl¨¢sicos, la Fundaci¨®n Siglo de Oro y el Globe: ¡°Vida, teatro y compromiso con el arte¡±. Una pica en Flandes, lo llam¨® Cimarro. Pica puesta, al fin y al cabo.