¡°Europa corre el riesgo de perder su identidad. Es parte de su miedo¡±
El autor ingl¨¦s publica ¡®Descenso a los infiernos. Europa 1914-1949¡¯. El libro lanza una mirada sobre 35 a?os clave y sus ecos en el presente
Inacciones de los Estados, oportunidades perdidas de los pol¨ªticos, miedos reconocidos o nacidos de mentiras, venganzas por orgullos heridos y ambiciones personales e imperiales son las ra¨ªces que durante el siglo XX recordaron a la humanidad su pulsi¨®n de asomarse al abismo. Es una de las lecturas que hace el prestigioso historiador brit¨¢nico Ian Kershaw en Descenso a los infiernos. Europa 1914-1949 (Cr¨ªtica), primero de los dos vol¨²menes, de 769 p¨¢ginas, con el que ha empezado a levantar la cartograf¨ªa del mundo contempor¨¢neo. Ha creado una atalaya desde donde se observan esos 35 a?os humeantes y c¨®mo sus ecos llegan hasta hoy.
El libro de Kershaw (Oldham, Inglaterra, 1943), autor de una referencial biograf¨ªa de Adolfo Hitler y de ensayos sobre Alemania, supone un mosaico de los estudios de docenas de historiadores y an¨¢lisis propios.
Pregunta. Confirma que Espa?a no estuvo tan en la periferia del destino de Europa...
Respuesta. En t¨¦rminos relativos, estuvo al margen de los principales eventos. Pero lo que sucedi¨® s¨ª afect¨®. Lo de que Franco fue un h¨¦roe al mantener a Espa?a alejada de la guerra no es verdad. La reuni¨®n que tuvo con Hitler en 1940 lo confirma. Franco quer¨ªa unirse desesperadamente a las fuerzas del Eje, pero sus exigencias no las acept¨® Hitler.
P. El pa¨ªs fue un campo de pruebas de la II Guerra Mundial.
R. Europa tem¨ªa que la Guerra Civil llevara directamente a la gran confrontaci¨®n europea. Hitler y Mussolini apoyaron a Franco y utilizaron la guerra para poner a prueba su armamento, al igual que Stalin apoy¨® a los republicanos.
P. ?Era inevitable la Guerra Civil en Espa?a?
R. Inevitable es una palabra fuerte, pero la Guerra Civil era altamente probable. Los niveles de conflicto en Espa?a y la divisi¨®n ideol¨®gica y la distribuci¨®n de las fuerzas de derecha e izquierda indican eso.
P. Con el bloqueo de Largo Caballero al no dejar que Indalecio Prieto formase Gobierno ¡°se esfum¨® la ¨²ltima posibilidad de evitar la Guerra Civil¡±, seg¨²n usted.
R. Es una parte. La otra es que la izquierda cometi¨® errores enormes al lidiar con las fuerzas militares, como permitir que el general Emilio Mola trabajara desde Espa?a y su conspiraci¨®n desembocara en el golpe de Estado. Fue m¨¢s crucial la no intervenci¨®n de las democracias occidentales que cualquier error.
P. Sostiene que la derrota de los republicanos parec¨ªa clara y que se debi¨® m¨¢s al gran apoyo militar que ten¨ªan los nacionales que a las divisiones internas como afirman otros historiadores.
R. El peso de las armas de los nacionales fue fundamental. El intento de uni¨®n de la izquierda lleg¨® tarde. Lucharon a la defensiva y no en posici¨®n de ganar.
P. ?De qu¨¦ manera contribuy¨® la Guerra Civil a que Europa viese que la soluci¨®n para frenar a Hitler era un conflicto b¨¦lico?
R. Europa estaba llegando a esa conclusi¨®n de todos modos. Fue m¨¢s determinante la invasi¨®n de Checoslovaquia en 1938.
P. Usted es de los que considera que la II Guerra Mundial empieza, realmente, el 7 de marzo de 1936, cuando Hitler invadi¨® Renania, porque adem¨¢s ni Francia ni Reino Unido hicieron nada.
R. Es el punto de inflexi¨®n. La actitud de Europa hacia la paz difiere entre Francia e Inglaterra. Francia le da m¨¢s importancia a la seguridad, e Inglaterra a la militarizaci¨®n. Hitler sab¨ªa todo esto y que no iban a actuar, y explota esa divisi¨®n. Cuando Hitler lleg¨® al poder ya pensaba en la guerra, pero hablaba de paz. Por eso, tras el Tratado de Versalles que puso fin a la I Guerra Mundial, ped¨ªa el mismo nivel de militarizaci¨®n que Francia e Inglaterra.
P. Era un s¨ª o s¨ª.
R. ?Exacto! Adem¨¢s, fue astuto. Un a?o antes, en Berl¨ªn dijo que ya hab¨ªa igualado el nivel de armamento, sin ser verdad. Le creyeron. Europa qued¨® en shock. Cuando invadi¨® Renania el temor subyac¨ªa en Francia e Inglaterra.
P. Parece que los ecos de los cuatro elementos b¨¢sicos que menciona como motivos de la II Guerra ¡ªexplosi¨®n de nacionalismos ¨¦tnico-raciales, exigencias irreconciliables de revisionismo territorial, agudizaci¨®n de conflictos de la clase obrera y crisis del capitalismo¡ª llegan hasta hoy.
R. Hay desarrollos muy preocupantes en la Europa actual que generan ecos de lo vivido, pero, a la vez, existen grandes diferencias. Enfatizo que no tenemos un continente dominado por los militares y la democracia ya no es un sistema de Gobiernos al que se le puedan presentar complicaciones irresolubles. El populismo tiene que trabajar desde un marco democr¨¢tico. Un tercer elemento es que ha desarrollado una estructura internacional que da elementos de protecci¨®n contra las peores fuerzas nacionales posibles.
P. ?Cree que Europa corre el riesgo de perder su identidad y ese es parte de su miedo, como dice Dacia Maraini? Una identidad que viene del Renacimiento, la Ilustraci¨®n y de las ense?anzas de las dos guerras.
R. Estoy de acuerdo, Europa corre el riesgo de perder su identidad. Es parte de su miedo. Despu¨¦s de la II Guerra hemos estado ajust¨¢ndonos a nuevas circunstancias, a preocupaciones globales en la pol¨ªtica y la econom¨ªa, por ejemplo. Pero nos enfrentamos a problemas que crean nuevas tensiones. Lo que hab¨ªamos dado por hecho como la estabilidad ahora tiembla. La Uni¨®n Europea est¨¢ desbordada por factores externos y la crisis internacional. Le falta peso pol¨ªtico. Avanza al ritmo de dos pasos adelante y un paso para atr¨¢s.
P. Muchos la acusan de haber subcontratado a Turqu¨ªa para filtrar sus problemas de migraciones.
R. Es una verg¨¹enza. Estamos haciendo concesiones a un estado que antes ve¨ªamos que se mov¨ªa hacia formas autoritarias, pero la real politik obliga a hacer muchas concesiones. Es una situaci¨®n muy desagradable.
P. Algunas inacciones fueron determinantes para desencadenar las cat¨¢strofes del siglo XX, recientemente se ha escuchado a l¨ªderes mundiales, incluido Barack Obama, que se arrepiente de no haber tenido una intervenci¨®n m¨¢s fuerte contra al-Asad, en Siria, en 2013.
R. Ese es un ejemplo cl¨¢sico de la incapacidad para formular una respuesta de pol¨ªtica exterior. La pol¨ªtica de la UE se ha dejado en manos de Francia, Gran Breta?a y Alemania como fuerzas grandes de la OTAN y estos tres pa¨ªses en s¨ª mismos ya tienen unas pol¨ªticas muy divididas frente a la pol¨ªtica exterior. Estas divisiones, unidas al sentimiento americano de debacle frente a la intervenci¨®n en Irak y Afganist¨¢n, hace que no quieran m¨¢s aventuras de pol¨ªtica exterior. Eso ha llevado a los errores que se podr¨ªan haber cometido en Siria y que han permitido que sea Rusia la que se haga cargo de las intervenciones m¨¢s importantes.
P. Dos siglos despu¨¦s del fin de las guerras napole¨®nicas y casi uno de la II Guerra, ahora los problemas vienen de fuera.
R. As¨ª es. Los problemas mundiales est¨¢n rebotando contra Europa. Tenemos una Europa debilitada econ¨®micamente y ha sido desestabilizada hasta cierto punto pol¨ªticamente enfrent¨¢ndose a problemas enormes que han surgido, sobre todo, en Oriente Medio. Pero tambi¨¦n a las dificultades de c¨®mo va a enfrentar sus relaciones con las potencias emergentes como China. Actualmente, Europa se esfuerza por encontrar su nuevo lugar en este mundo lleno de peligros y conflictivo. Soy optimista.
Babelia
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