Bienvenidos a la tragedia inmortal
Carmen Mayordomo protagoniza 'Eterno Cre¨®n', una versi¨®n de 'La Tebaida' de Jean Racine
Todos conocen a Fedra. Y Yocasta, madre y amante y mujer de Edipo, se disuelve en la herencia que apenas se ve de Jean Racine (La Fert¨¦, Milon, 1639- Par¨ªs, 1699) m¨¢s all¨¢ al sur de las fronteras de Francia. El dramaturgo, que completa a Corneille y Moli¨¨re entre los iluminados del siglo XVII, ha rozado la pen¨ªnsula y cuando lo ha hecho ha sido con el nombre de la princesa cretense, la misma que tambi¨¦n inmortaliz¨® Unamuno en la obra de teatro hom¨®nima (Fedra, 1910).
Es ahora, sobre una espiral de Marcel Duchamp pintada sobre el escenario del Teatro Galileo, cuando llega Eterno Cre¨®n, una versi¨®n de Manuel De sobre La Tebaida, el primero de los textos del autor franc¨¦s, tambi¨¦n la primera de sus tragedias griegas. Sobre el dibujo dada¨ªsta, Carmen Mayordomo, la madre, la bisagra entre Polinices y Et¨¦ocles, dispuestos a cualquier guerra por ostentar el poder en un trono que su padre, Edipo, les dej¨® en herencia compartida.
La eterna lucha por el poder: la eterna tragedia griega, la eterna tragedia contempor¨¢nea. Dice Manuel De que ¡°los cl¨¢sicos solo son cl¨¢sicos cuando se pueden traer al presente¡±, y de ah¨ª quita ¡°muchos Shakespeares, muchos Cervantes y muchos Lopes¡±. La Tebaida era perfecta para destilar. La esencia, en el verso alejandrino y claro de Racine, vive hoy en cualquier conversaci¨®n. ¡°Muchas frases han quedado exactamente tal cual las escribi¨® ¨¦l¡±, explica Manuel De en la terraza del Teatro Galileo, donde estar¨¢ los jueves hasta el 12 de mayo.
Dioses y referencias a la antig¨¹edad eliminadas, queda una estructura perfecta para avanzar en ese conflicto secular que es la acumulaci¨®n de poder. ¡°Y sin embargo todo es mentira. Ahora est¨¢ a punto de firmarse el TTIP (Asociaci¨®n Transatl¨¢ntica de Comercio e Inversi¨®n), ese es el verdadero cre¨®n de la sociedad contempor¨¢nea, el dinero y quienes lo mueven¡±.
Al lado del dramaturgo, Carmen Mayordomo intenta arrancarse, literalmente, la ¨²ltima de las u?as postizas del rodaje del d¨ªa anterior mientras, entre ambos, se cruzan las consecuentes frases tras sacar el tema del dinero, de la situaci¨®n de los pa¨ªses, de la crisis.
-¡°Rajoy, S¨¢nchez, Iglesias, Rivera, Merkel, Trump, Clinton¡ En parejas, todos han cre¨ªdo alguna vez que luchan por el poder, pero no. La obra comienza con 50 caras, la de las 50 personas al mando de las multinacionales m¨¢s importantes del mundo. Todos los primeros est¨¢n en manos de alguno de los segundos. Y yo ya no me creo a ninguno¡±, explica Manuel De.
-¡°Yo s¨ª me los creo. Al menos a los que llegan, dejemos por lo menos que hagan algo¡±, apostilla ella.
-¡°No digo que no crea que tienen voluntad¡ pero mira Madrid, no han podido rescindir los contratos de Botella. Son intocables. O Syriza, que no pudo hacer nada absolutamente con la Troika¡±, contesta Manuel De.
-¡°Ese es nuestro drama¡±, inspira y espira Mayordomo quit¨¢ndose las gafas de sol.
'Eterno Cre¨®n'
Dramaturgia y direcci¨®n: Manuel De.
Int¨¦rpretes: Carmen Mayordomo, Jes¨²s Calvo, Iv¨¢n Ugalde y Manuel Dom¨ªnguez.
En el Teatro Galileo (calle de Galileo, 39, Madrid), los jueves a las 20.00 horas, hasta el 12 de mayo.
En esa odisea llena de rupturas de tono, ritmo e intensidad enra¨ªzan la revoluci¨®n de quien se niega a aceptar las imposiciones jer¨¢rquicas, las treguas y sus rupturas, las cortinas de humo¡ ¡°Uno se sienta a ver a un youtuber y parece que no viva en este mundo, o los toros, o los programas del coraz¨®n, o el f¨²tbol¡±, enumera el director, que, seg¨²n Mayordomo, ha creado una tragedia ¡°distante¡±. Nada de sensibler¨ªas. Ni siquiera en ella: ¡°Yocasta no deja de ser una madre que no quiere que sus hijos se maten, tampoco deja de ser una reina. Pero lo hemos tratado m¨¢s desde el plano familiar¡±.
En la intimidad o en el plano p¨²blico, el eterno cre¨®n sigue girando, atravesando los siglos, ense?ando que, a veces, no se aprende nada. Como la espiral de Duchamp, una vuelta infinita.
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