El fot¨®grafo con m¨¢s suerte del mundo
Terry O¡¯Neill empez¨® con su c¨¢mara en los a?os 60 casi por casualidad. Las primeras instant¨¢neas de The Rolling Stones y The Beatles son suyas

De seminarista a auxiliar de vuelo, y de ah¨ª a fotografiar a las estrellas m¨¢s grandes. No es un recorrido ortodoxo, pero le sali¨® bien la jugada: Frank Sinatra, Paul Newman, Ava Gardner, Kate Moss o Isabel II han posado para ¨¦l. Pero Terry O¡¯Neill (Londres, 1938) debe su reputaci¨®n al auge del rock brit¨¢nico en la d¨¦cada de los 60. Fue el primero en retratar a The Beatles y The Rolling Stones. Tambi¨¦n a Bowie, antes de que fuera Bowie. Y sin haberlo buscado.
¡°Mis padres, irlandeses, quer¨ªan que fuera sacerdote. No era lo m¨ªo¡±, cuenta el fot¨®grafo. ¡°Empec¨¦ a trabajar en British Airways, porque yo quer¨ªa tocar la bater¨ªa y viajar como azafato a Nueva York tres d¨ªas a la semana, all¨ª estaba la cuna del jazz; mi destino fue sacar fotos a los famosos que llegaban al aeropuerto de Londres, para una campa?a de la compa?¨ªa¡±.
En 1959 tuvo la suerte de encontrarse al entonces ministro de Interior dormido en una sala de embarque, y le vali¨® un contrato con el peri¨®dico Daily Sketch. ¡°Les gust¨® la imagen. Justo en ese momento la m¨²sica pop empezaba a hacerse muy grande en Inglaterra y necesitaban a un fot¨®grafo de 20 a?os para retratar a esas bandas j¨®venes que emerg¨ªan¡±. Su primer grupo fue The Beatles, en los estudios Abbey Road, cuando grababan su primer disco, Please, Please Me. ¡°Dos d¨ªas m¨¢s tarde, me enviaron a fotografiar a los Stones¡±. Hoy muestra fotos in¨¦ditas de sus sat¨¢nicas majestades en una exposici¨®n de Madrid organizada por Mondo Galer¨ªa y Jos¨¦ Cuervo.
La pregunta es inevitable: ?Impone fotografiar a las dos bandas m¨¢s grandes de la historia? ¡°Ellos se mor¨ªan porque los sacara, estaban empezando y quer¨ªan salir en los medios. Lo bonito de aquella ¨¦poca es que los grupos noveles no estaban tan controlados por sus representantes como ahora. Todo era muy natural y cercano. Ellos estaban empezando, eran m¨²sicos puros, muy j¨®venes y n?ifs, como yo. Ve¨ªamos todo aquello como algo temporal, no sospechaban ni por asomo que llegar¨ªan tan lejos. Coincid¨ª varias veces con los dos grupos en el mismo club. Hablaban de m¨²sica, en aquel momento no hab¨ªa rivalidad¡±.
O?Neill se deshace en halagos con aquellos pipiolos que ahora salen hasta en las enciclopedias, pero tambi¨¦n critica en lo que se han convertido. ¡°No tengo mucho contacto con los Rolling. Quedo a veces con Bill Wyman [exbajista], porque vivimos cerca. Pero no tengo relaci¨®n telef¨®nica con Mick [Jagger]. La primera vez que lo conoc¨ª no era m¨¢s que un cantante postadolescente y t¨ªmido en una banda, como tantos otros. Cuando muri¨® Bryan Jones, el fundador, ¨¦l tom¨® el liderazgo, y hoy son posiblemente el grupo m¨¢s grande el mundo, y est¨¢n metidos en la maquinaria de la industria. Ahora cobran 19 libras [unos 25 euros] por ir a ver una exposici¨®n sobre The Rolling Stones en el museo Victoria and Albert de Londres, la ciudad que los vio nacer. Hace tres a?os hubo all¨ª un monogr¨¢fico de Bowie con material in¨¦dito y la entrada era gratuita. Eso da una idea de qui¨¦n mantiene los pies en la tierra y qui¨¦n no. Ellos siguen llevando una vida de estrellas. Pero es su vida, no la m¨ªa¡±.
Llegados a este punto, es inevitable preguntarle por David Bowie: ¡°Su muerte ha sido un palo para m¨ª, tuvimos una relaci¨®n cercana. No me hac¨ªa falta pedirle que hiciera locuras frente a la c¨¢mara: su imagen cambiaba a cada minuto. Me alegro de haberlo conocido al margen de su m¨²sica, todo lo que contaba era extremadamente interesante y tambi¨¦n era extremadamente educado¡±.
Como testigo temporal, ?qu¨¦ opina del pop brit¨¢nico actual? ¡°Tres de las bandas con m¨¢s ¨¦xito de las ¨²ltimas d¨¦cadas han sido Take That, Blur y Oasis. La primera es un chiste, las segundas un calco del pasado¡±. O?Neill, o m¨¢s bien su objetivo, saben de lo que hablan.
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