Woody Allen: un ¡°zombi¡± en Cannes
El cineasta afronta con humor su d¨¦cimocuarta participaci¨®n en el festival. Su nueva pel¨ªcula, 'Caf¨¦ Society¡¯, viaja al Hollywood de los a?os 30 y abre hoy la 69 edici¨®n del gran certamen
Con Woody Allen nada cambia. No cambia ni su camisa, ra¨ªda hasta caerse lo mismo que sus habituales pantalones caquis, con un brillo sospechoso en las rodillas. El jersey directamente est¨¢ agujereado pero no hay tiempo para moda cuando uno tiene 80 a?os y est¨¢ preparando a la vez el estreno de su pr¨®xima pel¨ªcula en Cannes, Caf¨¦ Society, su vuelta a la televisi¨®n con una serie limitada y su nuevo rodaje previsto para el verano. ¡°Yo no soy m¨¢s que la excusa para ir a Cannes. La que disfruta es mi esposa. Se junta con sus amigos, se va por ah¨ª y le encanta el sur de Francia. Yo salgo del avi¨®n a hacer entrevistas con todos los pa¨ªses del mundo, de la ma?ana a la noche, solo, en grupo y luego me sacan por la alfombra roja como un zombi: ¡®mira a la derecha, a la izquierda, da la vuelta¡¯, hasta que me ponen en un avi¨®n para casa¡±, cuenta a EL PA?S. Es la que le espera hoy, el d¨ªa en que el festival de cine m¨¢s importante del mundo abre sus puertas, precisamente, con la proyecci¨®n de su ¨²ltima pel¨ªcula.
Pese a las continuas lamentaciones, le va la marcha. Caf¨¦ Society es la duod¨¦cima pel¨ªcula que Allen lleva al Festival de Cannes, eso sin contar esos otros dos t¨ªtulos de los que form¨® parte sin dirigir. Tambi¨¦n es la tercera que inaugura esta prestigiosa muestra internacional de cine ¡ªtras Hollywood Ending (2002) y Midnight in Paris (2011)¡ª as¨ª que tan mala no puede ser la experiencia. ¡°Es cierto que me encanta pero no son vacaciones. No me queda tiempo ni para respirar, ni para ver a mis amigos o ver nada. Mi esposa es la que disfruta¡±, insiste sobre su viaje en el que llegar¨¢, una vez m¨¢s, acompa?ado por su mujer Soon-Yi. ¡°Si fuera por ella estar¨ªamos viajando por Corea, Jap¨®n, el lejano Oriente. Pero yo me aburro en los aviones. Me ponen nervioso. Adem¨¢s, no soy nada curioso. Me dan igual los sitios. Por m¨ª no saldr¨ªa de estas cuatro manzanas¡±, asegura contento con su Manhattan natal.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os la filmograf¨ªa de Allen no hace m¨¢s que viajar. Caf¨¦ Society tambi¨¦n es un viaje en el tiempo, al Hollywood dorado de los a?os 30 al que llega un joven neur¨®tico en busca de una oportunidad y algo de amor. Jesse Eisenberg repite como avatar de Allen y entre las musas de su deseo est¨¢n Kristen Stewart y Blake Lively.
"Es una historia muy rom¨¢ntica que tambi¨¦n es una trama familiar, muy de novela, porque eso es lo que quer¨ªa, escribir un libro¡±, comenta. No da m¨¢s explicaciones y por supuesto lo ¨²ltimo que dio de su 47 pel¨ªcula fue el t¨ªtulo. ¡°No quiero ser el que te diga lo que te va a gustar. De hecho, yo siempre me quedo descontento con todo lo que hago. Y esta no va a ser la excepci¨®n¡±, amenaza quien se qued¨® tan descontento con Manhattan que propuso a sus productores que no la estrenaran. El resto fue historia.
Como declar¨® recientemente en la revista The Hollywood Reporter s¨®lo salvar¨ªa de la quema La rosa p¨²rpura del Cairo, Match Point, Husbands & Wives y probablemente Zelig y Midnight in Paris. Algo que no le impide seguir intent¨¢ndolo a un ritmo inusitado de un estreno anual durante los ¨²ltimos 35 a?os, algo que la edad solo parece acelerar a juzgar por el rodaje de la miniserie de seis episodios de media hora que acaba de preparar para Amazon y todav¨ªa sin t¨ªtulo o trama que quiera compartir. Amazon es tambi¨¦n la productora de Caf¨¦ Society, una lujosa cinta de ¨¦poca cuyo presupuesto podr¨ªa haber superado los 26 millones de euros. Una cifra elevada para una pel¨ªcula de Allen y por la que la compa?¨ªa dedicada al comercio electr¨®nico habr¨ªa pagado m¨¢s de la mitad. Toda una iron¨ªa para un hombre que sigue sin tener ordenador y reniega de las nuevas plataformas mientras trabaja para ellas. ¡°No me habr¨ªan gustado ni de joven, donde lo ¨²nico que deseaba era ir al cine¡±, a?ade este defensor del medio que se ha pasado a la competencia.
Pese a sus comentarios, Allen sigue muy en contacto con la realidad que le rodea. En concreto, con la pol¨ªtica. Es un firme defensor de Hillary Clinton como futura presidenta de Estados Unidos aunque dice que nunca han coincidido personalmente con ella. Al que conoce es a Donald Trump, el cantado candidato republicano. ¡°Particip¨® en uno de mis filmes. En Celebrity. Es un teatrero y le sale de natural¡±, asegura con m¨¢s cari?o que cr¨ªtica. Como admite el cineasta, tiene sentimientos encontrados sobre la actual campa?a electoral. ¡°No niego que me divierte pero me da igual qui¨¦n sea el candidato republicano, este es el a?o de Hillary¡±, afirma.
Los nuevos mecenas
La colaboraci¨®n de Amazon con Woody Allen no es m¨¢s que el principio. La compa?¨ªa digital busca su puesto en el mercado cinematogr¨¢fico como ya lo hizo en el televisivo con series como Transparent y Mozart in the Jungle. Su plan es el de llegar a las salas con directores de prestigio como Allen. Su primer estreno, Chi-Raq, de Spike Lee, no fue lejos pero su cantera incluye el ¨²ltimo trabajo de Kenneth Lonergan, Manchester by the Sea, uno de los filmes mejor recibidos en Sundance, Love & Friendship, de Whit Stillman o Elvis & Nixon, con Michael Shannon y Kevin Spacey como los respectivos iconos citados en el t¨ªtulo. Como pudo comprobar Netflix con Beasts of No Nation, el camino es cuesta arriba. Las salas no quieren proyectar filmes con una corta ventana de distribuci¨®n y los acad¨¦micos no quieren ver unos trabajos que desde?an como televisivos. La presencia de Caf¨¦ Society en la 69 edici¨®n del Festival de Cannes puede ayudar a cambiar esta percepci¨®n.
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