El ¨²ltimo soldado de la Rep¨²blica

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Los 100 a?os de Ignacio Plaza

Los 100 a?os ya no son una barrera

Los 102 a?os de Silvertre y Silvestra

?Desde cu¨¢ndo viven m¨¢s las mujeres?

Baj¨® al bar a ¡°tomar unas copas¡±. As¨ª celebr¨® Ignacio Plaza su 100? cumplea?os el pasado 18 de abril. Hasta el alcalde de la ciudad en la que vive, Talavera de la Reina, y un concejal, fueron a la fiesta. ¡°Me entregaron un bast¨®n con el pu?o de cer¨¢mica¡±, y manda a su hijo Nacho a buscarlo. Los amigos le obsequiaron con un plato con su rostro dibujado, pero fue la familia la que le hizo el regalo que este escritor, poeta, exprofesor, inventor, estudiante y abuelo (como se describe en su p¨¢gina web) m¨¢s necesitaba: un ordenador en el que los documentos se guarden autom¨¢ticamente. ¡°Hago constantes modificaciones¡±, explica frente al aparato. En la pantalla, la p¨¢gina de uno de los dos libros in¨¦ditos en los que est¨¢ enfrascado, pero que casi tiene listos para publicar.

Su actividad como escritor comenz¨® al casarse. Su primer t¨ªtulo, Oasis (1951), un poemario de amor y recuerdos del que guarda el primer ejemplar, fue el regalo de bodas para la que todav¨ªa es su esposa. Gloria, de 89 a?os, le mira curiosa desde el sof¨¢ mientras Plaza relata con detalle distintos episodios vividos en su centenar de abriles. Recuerda que en Santo Tom¨¦ (Ja¨¦n), pueblo donde naci¨® y al que ha dedicado alguno de sus siete libros, era costumbre decir que el quinto de los hijos de una familia ten¨ªa una gracia, un don. ¡°Yo soy el quinto¡±, precisa este padre de cinco: dos mujeres y tres varones. ¡°Una mujer me dijo que podr¨ªa curar verrugas, y as¨ª es¡±, desvela p¨ªcaro.

Su primer t¨ªtulo, Oasis (1951), era un poemario de amor y recuerdos del que guarda el primer ejemplar, fue el regalo de bodas para su mujer

Plaza enlaza un recuerdo con el siguiente. Tiene material en mente m¨¢s que de sobra para ello. ¡°Una maga de mi pueblo me dijo: tienes una gran memoria, eres muy curioso y llegar¨¢s a viejo¡±. Acert¨®. Debido a su curiosidad, especifica, invent¨® un sistema para que las norias de agua fueran m¨¢s eficientes. La primera vez que pens¨® en su ingenio fue en 1960, pero no fue hasta 2011, con 95 a?os, cuando consigui¨® patentarlo. ¡°Esto es una v¨¢lvula tronco-c¨®nica¡±, ense?a entre sus manos una muestra que guarda a buen recaudo en su despacho. Explica pormenorizadamente el sencillo mecanismo para evitar la p¨¦rdida de agua en la m¨¢quina hidr¨¢ulica. ¡°Es posible que antes de morirme escriba a los Reyes para que construyan una con este sistema. Ser¨ªa muy original¡±, avanza.

Repasadas sus facetas de escritor e inventor, el curr¨ªculo oficial de Plaza dice: licenciado en Magisterio, fue maestro durante la Rep¨²blica, practicante en la Guerra, jefe del Servicio Nacional de Productos Agrarios bajo la dictadura. Pero adem¨¢s, en sus idas y venidas por la geograf¨ªa espa?ola ¨Cha vivido en Ja¨¦n, Asturias, Valencia, Extremadura y Castilla-La Mancha¨C, puso en marcha una f¨¢brica de quesos artesanos de leche de cabra en Aldeacentenera (C¨¢ceres). Incansable, con 90 a?os, se matricul¨® junto a una hija y un nieto en Historia en la Universidad a Distancia (UNED). ¡°Yo lo dej¨¦ el primer a?o porque no pod¨ªa ir a clase y por mi cuenta no ten¨ªa sentido¡±. Y se volc¨® en sus libros.

Debido a su curiosidad invent¨® un sistema para que las norias de agua fueran m¨¢s eficientes

En 2015 public¨® El emigrante (Ed. C¨ªrculo Rojo), en el que recoge relatos escritos a lo largo de su vida y que recogen una parte de ella: sus haza?as como transfusor de sangre en la guerra, sus mascotas, la extra?a boda del vecino Agapito L¨®pez¡­ Y as¨ª hasta 67. Una enciclopedia de la micro historia del siglo XX (y parte del XXI) espa?ola y que dedica a su mujer, hijos, nietos y bisnietos. ¡°Este es el ¨²ltimo, naci¨® en Pek¨ªn¡±, muestra la foto del peque?o regordete.

¨C?Y de achaques c¨®mo va?

Desde hace un mes y medio no veo bien, ya no puedo leer el peri¨®dico en papel, pero me lo pongo en Internet con la letra grande.

¨C?Eso es todo?

Se encoge de hombros y sonr¨ªe.

Todav¨ªa tiene que acabar sus dos siguientes t¨ªtulos, uno sobre su querido Santo Tom¨¦ y otro dedicado a s¨ª mismo: El ¨²ltimo soldado de la Rep¨²blica.