La villana casi desconocida de Lope

Malvada, p¨¦rfida, vil... No, aquella villana de Lope de Vega no era una mujer perversa, o al menos no a eso se refiri¨® el rival de Miguel de Cervantes cuando le dio nombre. Era una habitante de la villa de Getafe, que es el significado primigenio de esa palabra: vecina, habitadora. La historia de In¨¦s, que persigue su objetivo sin concesiones, la escribi¨® tras La Dama Boba, y sus entresijos, los de los dos mundos que retrata Lope (los olvidados y el poder), fueron representados una ¨²nica vez, en un corral de comedias. Ahora los personajes de La villana de Getafe volver¨¢n a reencarnarse en los actores de la Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico.

Helena Pimenta, sentada en una mesa negra sobre el escenario del Teatro de la Comedia ¡ªdonde se estrenar¨¢ la obra este viernes 20 de mayo¡ª bromea sobre la acepci¨®n de villana. "Deber¨ªamos avisar de que no es lo que la gente piensa". A su lado, Roberto Cerd¨¢, el director, y los protagonistas de un elenco de 17 personas (y 32 personajes), Ariana Mart¨ªnez y Mikel Ar¨®stegui. A Pimenta no le parece extra?o que Marsillach se planteara una escuela de formaci¨®n en su momento, hace casi 30 a?os. "Adolfo y su equipo estar¨ªan ahora orgullosos de los logros de esta compa?¨ªa expresando los cl¨¢sicos de acuerdo con la sensibilidad contempor¨¢nea".

A un lado del escenario m¨¢s de una docena de j¨®venes se r¨ªen, cuchichean o asienten seg¨²n Pimenta va contando. Los denomina no solo como un recambio natural y una fuente de energ¨ªa, sino como un grupo voraz por el aprendizaje: "El esfuerzo f¨ªsico y mental para trabajar en verso es tremendo. Dec¨ªa Juan Mayorga que qu¨¦ envidia del lenguaje. Se multiplica, si diversifica en voces apasionadas y finas". En este caso las que nacen de las letras de Lope. "Es directo, fresco, m¨¢s joven, obras con elencos m¨¢s numerosos y personajes m¨¢s j¨®venes. Lope encaja con La Joven", termina Pimenta, que quiere dejar paso a Cerd¨¢.

"Despu¨¦s de asaltarme a la cabeza", dice ¨¦l con una mueca divertida, "me llam¨® y me asalt¨®". Fue entonces cuando el director?¡ªde ?xodo, de Pared, de Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini¡ª puso en marcha esa cabeza asaltada para dar el paso entre la formaci¨®n y la exhibici¨®n. "Era pasar la frontera y lo hicimos con dos conceptos: mucho tiempo juntos y rigor, para alcanzar un nivel art¨ªstico y t¨¦cnico muy alto". Est¨¢ convencido de haberlo logrado con esta versi¨®n de Yolanda Pall¨ªn, aunque no le guste usar ese t¨¦rmino. "A veces se utiliza en sentido peyorativo. Es m¨¢s encontrar la temperatura con la realidad social sin olvidar el estilo de la comedia".

Todo en esta Villana parece reconfortarle si lo piensa: "las l¨ªneas claras" de Ana Garay en la escenograf¨ªa y el vestuario, la "elegancia" de la composici¨®n musical de Mariano Mar¨ªn, la "evoluci¨®n" lum¨ªnica de Pedro Yag¨¹e, el movimiento que comienza dentro y acaba en danza de la mano de Marta G¨®mez, la "potencia" de la creaci¨®n audiovisual de Tolo Ferr¨¤ y el "bote salvavidas" que supuso Vicente Fuentes, maestro de voz y verso.

Y con todo eso, la obligaci¨®n que cree tener Cerd¨¢, y que extiende a la CNTC: "Renovar y mantener la lengua castellana y en concreto la poes¨ªa. Por el bien com¨²n del arte, del teatro y de la sociedad. Veremos en unos a?os si de esto se hace algo normal en colegios, institutos, universidades, escuelas de teatro... Es la herencia y hay que aceptarla. Herencia y futuro". En esta pieza, que se convertir¨¢ en herencia cultural y p¨²blica en cuanto pise las tablas, se habla de lucha de clases, de cortesanos, de villanos, de mentiras y enga?os. De pasi¨®n. Dos espacios enfrentados: la nada y el todo. El Getafe del siglo XVII dibujado en una gasolinera de carretera nacional.?