Flaubert, por una mujer
La fiel adaptaci¨®n de Barthes de la m¨ªtica novela destaca por su bella puesta en escena
Jean Renoir, Vincente Minnelli, Claude Chabrol, Aleksandr Sokurov, Arturo Ripstein. Un pu?ado de cineastas de diversas ¨¦pocas, y de gran prestigio, se han ido acercando al mito de Madame Bovary, a la letra de la novela de Gustave Flaubert, otros solo a su esp¨ªritu, armados de estilos no solo distintos sino en alg¨²n caso incluso contrapuestos. Eso s¨ª, todos ellos compart¨ªan otra condici¨®n que en este caso puede ser clave (o no): eran hombres. Quiz¨¢ por ello la gran novedad de esta nueva, y notable, Madame Bovary es que est¨¢ dirigida por una mujer, la estadounidense Sophie Barthes, sobre todo cuando hablamos de un texto al que no pocos especialistas han calificado como "precursor del feminismo".
MADAME BOVARY
Direcci¨®n: Sophie Barthes.
Int¨¦rpretes: Mia Wasikowska, Ezra Miller, Paul Giamatti, Rhys Ifans, Marshall Logan-Green.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2014.
Duraci¨®n: 115 minutos.
Escrupulosamente realista en el vestuario y la ambientaci¨®n, la fiel adaptaci¨®n de Barthes destaca por su bella puesta en escena, con encuadres de diverso pelaje que sin embargo encajan a la perfecci¨®n. Por un lado, se huye de las demostradas cualidades del clasicismo para acabar alcanzando perspectivas menos trilladas, con m¨¢s aire por encima de las cabezas de los protagonistas, lo que tambi¨¦n es un modo de aprisionar a su criatura en el plano. Y por otro, como ya hiciera Minnelli en su versi¨®n de 1949, la pel¨ªcula no deja de acudir a im¨¢genes ic¨®nicas del cine (y de la pintura) para ir conformando su relato, caso de la mujer en la ventana, la interrogaci¨®n ante el espejo o el efecto emocional de la lluvia.
Con una protagonista m¨¢s joven, Mia Wasikowska, a la que quiz¨¢ le falte rotundidad f¨ªsica pero a la que le sobran matices, Barthes aborda de un modo especial¨ªsimo los escenarios naturales que rodean al relato. Una cualidad que acaba emparent¨¢ndola con otra adaptaci¨®n de novela cl¨¢sica adaptada recientemente con renovada fuerza por una mujer, las Cumbres borrascosas de Andrea Arnold, y que queda articulada como prolongaci¨®n de la naturaleza interior del personaje ("yo solo quer¨ªa emociones, no disciplina"): un junco salvaje en tiempos de ataduras sociales.
Babelia
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