Albert Serra y el aut¨¦ntico cine de autor
El catal¨¢n presenta ¡®La muerte de Luis XIV¡¯ en una Sesi¨®n Especial y se burla de los farsantes del arte
Albert Serra (Banyoles, 1975) vive estos d¨ªas entre preocupado y divertido la presentaci¨®n de su ¨²ltimo trabajo, La muerte de Luis XIV, en una Sesi¨®n Especial de la Secci¨®n Oficial de Cannes. ¡°Yo pensaba que no era mi pel¨ªcula m¨¢s abierta, y resulta que ahora me dicen que gusta. La ¨²ltima hora es repetitiva, lenta¡ ?y a la gente le apasiona! No le veo la diferencia con trabajos anteriores, puede que los cr¨ªticos sean ahora m¨¢s radicales. Pens¨¦ que era lo suficientemente lenta como para molestar¡±. Con sus primeras dos pel¨ªculas, Honor de cavalleria y El cant dels ocells, particip¨® en la Quincena de los Realizadores. Con la ¨²ltima, Hist¨°ria de la meva mort, gan¨® el Leopardo de Oro del certamen de Locarno de 2013. Ahora, obligado porque el proyecto ya naci¨® con el protagonista incorporado, el veterano franc¨¦s Jean-Pierre L¨¦aud, que ha recibido la Palma de Honor de este certamen, en una pel¨ªcula de Serra hay actores profesionales. ¡°Est¨¢ provocando emociones, algo de lo que no era consciente porque he visto tantas veces el filme en el montaje, cuando tomaba las decisiones por razones formales, pl¨¢sticas, que se me hab¨ªa perdido este punto. Pero me da igual, ?eh?¡±.
El catal¨¢n pasea la radicalidad por bandera, as¨ª que se r¨ªe de lo que ¨¦l denomina ¡°el falso cine de autor¡±. ¡°Aqu¨ª en Cannes hay espacio para todo: el de Hollywood, este farsante y el aut¨¦ntico. Claro que a m¨ª me gustar¨ªa ver m¨¢s radical, pero no hay muchas alternativas como escaparate mundial para esta clase de pel¨ªculas¡±. Y se burla de s¨ª mismo: ¡°Si gusta, es que mi filme no puede ser bueno. Siempre ha habido mucha impostura en el cine espa?ol. Como dec¨ªa Warren Buffett cuando le preguntaron por lo que m¨¢s le hab¨ªa sorprendido de la vida: ¡®La manera m¨¢s pr¨¢ctica de tener ¨¦xito en la vida es merecerlo¡¯. El 85% de la gente est¨¢ m¨¢s o menos donde se merece. Y en Espa?a pasa, con un cine ensimismado, desconectado del cine de autor internacional, como demuestra el poco caso que nos hace Cannes en comparaci¨®n con pa¨ªses en teor¨ªa m¨¢s peque?os como Ruman¨ªa o Grecia. Luego se les llena la boca con que son creadores¡±. Serra tiene claro el fracaso: ¡°Es que encima ese falso cine de autor tampoco obtiene espectadores. Entiendo que tiene que haber todo tipo de pel¨ªculas, pero de ah¨ª al ninguneo progresivo que sufre el cine de autor real¡ Sobre todo desde los estamentos p¨²blicos. En el resto del arte ¡ªlibros experimentales, pintura conceptual¡ª hay ese espacio patrocinado. F¨ªjate por ejemplo en la ¨®pera: la pagamos todos los pobres que no la vemos, no sus espectadores¡±.
La muerte de Luis XIV muestra la agon¨ªa del rey franc¨¦s del 9 de agosto al 1 de septiembre de 1715, cuando finaliza un reinado de 72 a?os. Luis XIV, tendido en la cama, ve c¨®mo a su alrededor pasan los ministros, la Corte, los m¨¦dicos, los charlatanes y la familia real mientras su pierna se gangrena y envenena al resto del cuerpo. ¡°Nace de un encargo hace cinco a?os, una perfomance en el Pompidou de Par¨ªs, en las que L¨¦aud morir¨ªa en directo durante 15 d¨ªas colgado en una caja de cristal con el lecho barroco¡ Por problemas de presupuesto se anul¨®. Y ahora hemos mezclado esos actores con la gente del pueblo en el que filmamos. Como yo ruedo tanto, y realizo tantas variaciones de secuencias, creo un magma en el que ya no se diferencia qui¨¦n es profesional y qui¨¦n no. Aunque me gustar¨ªa ver a otro director sacando lo que le he sacado a L¨¦aud¡±. A la hora de buscar la verdad interpretativa, Serra prefiera historias de ¨¦poca. ¡°Es m¨¢s divertido. Porque en cuanto te disfrazas nace el jaleo, la caricatura y lo artificioso. A la vez cuando alejas a los actores de su mundo contempor¨¢neo, siempre ganan algo, logras sacar algo aut¨¦ntico y lo llevas a otro mundo¡±.
Como final de un largo reinado, en un momento de cambio, La muerte de Luis XIV encuentra paralelismos singulares con la actualidad. ¡°No s¨¦, yo no encuentro esos paralelismos porque es tan cine de autor¡¡±, y seguidamente, Albert Serra se rectifica: ¡°Hay un crep¨²sculo del Estado, una gran crisis econ¨®mica, con un gobierno en manos de la gente que le prestaba dinero. De ah¨ª el consejo de Luis XIV a su bisnieto heredero: ¡®No hagas edificios caros como hice yo¡¯. La infinitud del personaje, de este poder absoluto, choca con la finitud del cuerpo provocado por la enfermedad y la finitud del dinero. Por m¨¢s poderoso que seas, tienes acreedores. Siempre hay un banco detr¨¢s. Mira, la vida era as¨ª en el siglo XVIII y as¨ª es ahora. Me gustar¨ªa hacer una pel¨ªcula actual sobre este contexto sociopol¨ªtico¡±.
Babelia
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