Cuentos para alucinar
El escritor boliviano Edmundo Paz Sold¨¢n muestra un asfixiante mundo de horror en los relatos de ¡®Las visiones¡¯
Seres que habitan un mundo hostil y sufren alucinaciones, a veces por tomar psicotr¨®picos con los que enfrentarse a esa realidad, pero en otras son sustancias que les inyectan sus torturadores, miembros de la dominadora corporaci¨®n SaintRei, para sacarles detalles de la rebeli¨®n que encabeza un l¨ªder, Orlewen. En ese ambiente asfixiante y turbio, el de una isla llamada Iris, intentan vivir los personajes de los cuentos que el escritor boliviano Edmundo Paz Sold¨¢n (Cochabamba, 1967) ha recopilado bajo el t¨ªtulo de Las visiones (P¨¢ginas de Espuma). Este narrador cre¨® ese mundo en su novela Iris (2014) y ahora ha querido ¡°trazar una historia paralela a ¨¦l¡±, dice. A pesar de que hay una trama que une los 14 relatos, su autor se propuso, ¡°como desaf¨ªo formal¡±, que los cuentos se puedan leer por separado o incluso en el orden que prefiera el lector.
Quien, de cualquier forma, pase las 168 p¨¢ginas del libro hallar¨¢ ¡°varios g¨¦neros populares mezclados: ciencia ficci¨®n, fant¨¢stico, literatura del horror¡ eso me ha permitido entradas tangenciales a la realidad que me interesaba contar¡±, describe este profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad estadounidense de Cornell. En su trayectoria, se ha balanceado entre la novela y los cuentos, y ahora cay¨® de nuevo sobre estos: ¡°En la novela hay que agotar un mundo y describirlo en sus detalles m¨¢s minuciosos. Sin embargo, en el cuento te puedes concentrar en un personaje, en una situaci¨®n, y no necesariamente agotarla. El cuento trabaja m¨¢s con la sugerencia¡±.
Esa estructura narrativa est¨¢ formada por un lenguaje de palabras inventadas: los ¡°shanz¡± (soldados), una especie de aves, los l¨¢ns¨¨s¡±¡ Paz Sold¨¢n explica que si invent¨® ¡°un mundo tan intervenido, el lenguaje deb¨ªa estarlo tambi¨¦n, deb¨ªa ser un lenguaje sucio, por decirlo de alguna manera¡±. Entonces, ?corre riesgo el lector de enmara?arse en ese texto de neologismos, palabras inventadas, indigenismos, arca¨ªsmos¡? ¡°Parto de que todo deb¨ªa ser explicado por el contexto, si hay cosas para perderse no es necesariamente malo. Escritores de M¨¦xico como Yuri Herrera o ?lmer Mendoza est¨¢n siendo los m¨¢s radicales en la reinvenci¨®n del espa?ol y cuando los leo hay cosas que no entiendo. Sin embargo, lo que entiendo es suficiente para captar una atm¨®sfera o un personaje. No necesito que la literatura sea cien por cien transparente, no es un ensayo sociol¨®gico¡±.
Con 30 a?os en suelo estadounidense, casi 20 los ha pasado dando clases en Cornell (Nueva York). ?C¨®mo se ense?a hoy a los j¨®venes literatura latinoamericana contempor¨¢nea cuando lo tienen todo al alcance del m¨®vil? El autor de la novela Sue?os digitales (2001), que recreaba la amenaza de Internet, lo explica: ¡°Si en clase digo Onetti, inmediatamente saben qui¨¦n fue y, a veces, hasta me corrigen. Lo que se necesita es analizar textos y no tanto dar informaci¨®n¡±.
Colaborador desde 2005 de EL PA?S y con su obra traducida a 10 idiomas, este ganador del premio Nacional de Novela en Bolivia (2002) ha analizado en sus tribunas la evoluci¨®n de su pa¨ªs durante el Gobierno de Evo Morales, que lleg¨® al poder en 2006 y recientemente perdi¨® un refer¨¦ndum para poder ser reelegido en 2019. ¡°Los indicadores econ¨®micos son positivos y va a dejar el pa¨ªs mejor de lo que lo tom¨®. Hubo, adem¨¢s, una revoluci¨®n en cuanto al cambio de ¨¦lites, porque las mayor¨ªas estaban excluidas. Sin embargo, su mejor legado debi¨® ser dejar instituciones fuertes, como un poder judicial independiente, y eso no lo ha habido. Es una de las pulsiones t¨ªpicas de l¨ªderes caudillistas latinoamericanos y me hubiera encantado que hubiese sido capaz de trascender algo tan familiar en nuestra historia¡±.
Tampoco reh¨²ye, en su habitual tono pausado, hablar de otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. ¡°La aparici¨®n de l¨ªderes populistas fue la respuesta al agotamiento del modelo neoliberal en los noventa, pero despu¨¦s de 10 o 15 a?os en el poder, estos partidos han creado ¨¦lites que no han superado el problema de los partidos de derechas, el de la tentaci¨®n f¨¢cil de la corrupci¨®n. Y en Bolivia, eso se ha vuelto un problema grave¡±. Paz Sold¨¢n considera que ¡°cuando esas ¨¦lites se enquistan en el poder y piensan que el poder son ellas, se alejan de la calle, incluso aunque sea un partido populista¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.