La carrera es la vida
Cuando rod¨® 'Le Mans', el actor ya no se ve¨ªa a s¨ª mismo como una estrella, sino como un vocacional piloto que solo encontraba sentido a pisar el acelerador
¡°Cuando se arriesga la vida, ?no deber¨ªa ser por algo realmente importante?¡±, pregunta la viuda de un piloto de F¨®rmula 1 que perdi¨® la vida en el circuito de Le Mans. Ocurre en uno de los escasos momentos regidos por un sentido narrativo y una dramaturgia convencional dentro de la radical pel¨ªcula dedicada a la c¨¦lebre competici¨®n automovil¨ªstica que protagoniz¨® Steve McQueen en 1971. El piloto Michael Delaney, encarnado por el legendario actor, no tarda en formular lo que bien podr¨ªa funcionar como s¨ªntesis del esp¨ªritu de la pel¨ªcula: ¡°Cuando corres, es la vida. Todo lo que ocurre antes o despu¨¦s es s¨®lo una espera¡±. Por aquel entonces, McQueen, que contaba con un generoso historial de rotundos ¨¦xitos en su carrera ¨CLos siete magn¨ªficos, La gran evasi¨®n, El caso de Thomas Crown y?Bullitt-, parec¨ªa pensar lo mismo que su personaje: ya no se ve¨ªa a s¨ª mismo como una estrella, sino como un vocacional piloto que solo encontraba intensidad y sentido pisando el acelerador sobre el asfalto. En consecuencia, Le Mans -pel¨ªcula que, seg¨²n sostiene el documental?Steve McQueen: The Man & Le Mans, ¨¦l mismo dirigi¨® (o no-dirigi¨®) en la sombra- fue un discurso deliberadamente vaciado de todo contenido dram¨¢tico para quedarse en lo esencial: la experiencia sensorial (y casi abstracta) de recorrer la pista de la hiperb¨®lica carrera de resistencia.
STEVE MCQUEEN: THE MAN & LE MANS
Direcci¨®n: Gabriel Clarke y John McKenna.
G¨¦nero: documental. Estados Unidos, 2015.
Duraci¨®n: 102 minutos.
Gabriel Clarke y John McKenna, especializados en documentales de tema deportivo, parten de material de rodaje que se cre¨ªa perdido para elaborar la concienzuda cr¨®nica de la g¨¦nesis de?Le Mans, el sue?o de un McQueen en pleno s¨ªndrome de Hubris que mud¨® en maldici¨®n para ¨¦l y su inmediato entorno afectivo. El relato es apasionante y los directores saben dosificar justas dosis de cotilleo entre las fisuras de esta pasi¨®n tr¨¢gica que cristaliz¨® en pel¨ªcula incomprendida.
Babelia
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