Muere Pedro Costa Must¨¦, cineasta total

Ha fallecido de c¨¢ncer a los 74 a?os de edad el periodista, productor de cine y teatro, guionista y realizador Pedro Costa Must¨¦ (Barcelona, 1941), hombre de un dinamismo variopinto y apasionado, a cuyo tes¨®n se deben algunas magn¨ªficas p¨¢ginas del cine y la televisi¨®n de nuestro pa¨ªs.

Pedro Costa estudi¨® Econ¨®micas mientras dirig¨ªa el grupo teatral de esa Facultad, y tras haber cursado estudios en la Escuela Oficial de Cinematograf¨ªa, en la que se diplomo en 1968, opt¨® por abandonar el cine dadas las dificultades que determinaba la censura que imped¨ªa hacer ¡°un cine libre e independiente de cualquier grupo pol¨ªtico o burocr¨¢tico", como ¨¦l pretend¨ªa. Con una preocupaci¨®n constante por temas sociales y pol¨ªticos comenz¨® a colaborar en el semanario El Caso donde cubr¨ªa informativamente casos de asesinatos y cr¨®nicas de sucesos, con frecuencia a pesar de las trabas de la censura. Este ejercicio period¨ªstico, que Costa altern¨® con cr¨®nicas pol¨ªticas de actualidad para Cambio 16, Posible o Intervi¨², le llev¨® en 1983 a realizar su primera pel¨ªcula, El caso Almer¨ªa, sobre el atroz asesinato previa tortura de tres j¨®venes santanderinos que se dirig¨ªan a una fiesta de primera comuni¨®n y que la Guardia Civil confundi¨® con miembros de ETA. Sus cuerpos aparecieron en un barranco, descuartizados y calcinados.

Pedro Costa consider¨® que ¡°la historia de un pa¨ªs es tambi¨¦n la historia de sus cr¨ªmenes¡±, y con ese lema produjo la serie La huella del crimen, que obtuvo un ¨¦xito extraordinario hasta el punto de prolongar su emisi¨®n en TVE m¨¢s all¨¢ de lo previsto. Directores como Aranda (El crimen del capit¨¢n S¨¢nchez), Bardem (Jarabo), Fons (El crimen de la calle Fuencarral), Olea (El caso de las envenenadas de Valencia), Franco (El caso del cad¨¢ver descuartizado), y el propio Costa (El caso del procurador enamorado), compusieron la primera entrega de la serie. En la segunda, Costa se reserv¨® el gui¨®n y direcci¨®n de El caso de Carmen Botto y El crimen de los marqueses de Urquijo, destacando por su sobriedad narrativa y econom¨ªa de medios. En coproducci¨®n con Enrique Cerezo, alg¨²n cap¨ªtulo de esa serie se film¨® directamente para el cine como fue el caso de Amantes (1991), de Vicente Aranda, y el mismo t¨¢ndem de productores propici¨® La buena estrella (1997) de Ricardo Franco, dos de los t¨ªtulos m¨¢s valiosos de la d¨¦cada de los noventa, y ambos galardonados con el Goya a mejor pel¨ªcula. Costa llev¨® igualmente al cine El crimen del cine Oriente (1980), inspirada en la serie, aunque sin un ¨¦xito similar a las dos anteriores.

La preocupaci¨®n de Pedro Costa por cuestiones sociales le impuls¨® a filmar Redondela (1987), sobre el caso de corrupci¨®n relacionado con la desaparici¨®n de toneladas de aceite cuyo sumario en el que figuraban destacados pol¨ªticos se esfum¨® misteriosamente de la Audiencia Provincial de Pontevedra. As¨ª mismo el documental Los que quisieron matar a Franco (2006), en colaboraci¨®n con Jos¨¦ Ram¨®n Da Cruz, en el que partiendo del relato La verdadera muerte de Francisco Franco, de Max Aub, se repasan todos los intentos de atentado que se perpetraron contra Franco desde 1936 hasta 1964, en que tuvo lugar el ¨²ltimo.

Como argumentista o guionista particip¨® en Intruso (Vicente Aranda, 1993), P¨ªdele cuentas al Rey (Jos¨¦ Antonio Quir¨®s, 1999), Las trece rosas (Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, 2007), y en otras varias pel¨ªculas que produjo porque Pedro Costa no se conformaba con ser s¨®lo un productor de cine sino un autor total.