Lorenzo Silva: ¡°?Burbuja en la novela negra? Nadie se queja de que haya muchos bares¡±
Hablamos con el escritor madrile?o sobre su ¨²ltimo libro, Afganist¨¢n y la realidad del g¨¦nero negro en Espa?a
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es un hombre con un objetivo, un escritor con una idea metida entre ceja y ceja: contar la realidad contempor¨¢nea de Espa?a a trav¨¦s de las aventuras de dos guardias civiles, Rub¨¦n Bevilacqua, Vila, y Virginia Chamorro. Sus novelas, salpicadas de expresiones castizas y con un aire naturalista, tienen un punto de vista muy pegado a la realidad que el autor defiende a ultranza. ¡°Veo elementos postizos en la novela negra espa?ola, en la que se hacen cosas muy buenas y donde hay grandes ejemplos de todo lo contrario. Pero tengo la sensaci¨®n, y la ten¨ªa hace 20 a?os cuando empec¨¦, de que tenemos un poco de pudor y complejo en algo que no tiene un t¨ªo de Baltimore como David Simon. Creemos que lo nuestro no es lo bastante cool, lo bastante cosmopolita o elevado. Me llama la atenci¨®n la expresividad del lenguaje de la Guardia Civil. Viven situaciones muy jodidas y se inventan formas de decirlo. ?Por qu¨¦ desaprovechamos esto que puede ser tan expresivo como la jerga de los negros de Baltimore?¡±, cuenta en ese tono entusiasta que borra cualquier atisbo de vehemencia.
Veo elementos postizos en la novela negra espa?ola
La entrevista con EL PA?S tiene lugar en Madrid, en un hotel algo alejado del ajetreo de la Feria del Libro. Silva acaba de publicar Donde los escorpiones (Destino), octava novela de Vila y Chamorro, la de m¨¢s larga gestaci¨®n, un camino de m¨¢s 10 a?os de entrevistas, conversaciones y proyectos que culminan con los dos guardias civiles en Herat, investigando la muerte de un soldado espa?ol degollado con un cuchillo tradicional afgano.
¡°Hace como 13 a?os me empezaron a llegar historias concretas¡±, cuenta este guardia civil honorario, abogado de formaci¨®n e hijo de militar que de ni?o so?aba con ser aviador. ¡°Ten¨ªa la percha te¨®rica y procedimental pero no se me terminaba de ocurrir un asesinato concreto. En un momento dado tuve la oportunidad de ir a Afganist¨¢n, y ah¨ª yo ya ten¨ªa la novela que se public¨® el a?o pasado, M¨²sica para feos. Pero cuando pis¨¦ aquello y estuve all¨ª ocho d¨ªas hablando con la gente en jornadas de 14 horas, de repente me cre¨ª la historia. Y es cuando dije: la siguiente de Vila es en Afganist¨¢n¡±, afirma con una voz radiof¨®nica que amortigua un torrente de palabras continuo, casi avasallador.
Es un poeta que escrib¨ªa novelas de polic¨ªas y que llevaba la impronta de Cervantes a su personaje
Su af¨¢n naturalista le llev¨® a cruzarse con Svetlana Aleksi¨¦vich. ¡°Doy las gracias a la Academia Sueca, que en un siglo se ha dejado a todos los grandes. En este caso acertaron. No la hab¨ªa le¨ªdo, pero le¨ª su libro de Chern¨®bil. La verdad es que esta mujer me parece no solo portentosa, sino que hace lo que para m¨ª ha sido siempre la literatura: irte, escuchar a la gente y con todo eso construir una ficci¨®n, pero una ficci¨®n que est¨¢ armada con mimbres de verdad¡±, comenta. ¡°Su libro de Afganist¨¢n Los muchachos de zinc, es espectacular¡±, a?ade antes de recomendar otras dos obras?sobre este pa¨ªs (Afgantsy? y Anatomy of a Soldier) y lanzarse esta pregunta ret¨®rica: ¡°?Y los escritores espa?oles? ?A qu¨¦ andamos cuando tienes una historia de ese calibre y de esa intensidad, meti¨¦ndonos en otras cosas que no lo tienen?¡±.
El estado de la cuesti¨®n criminal
Hay tres preguntas necesarias si queremos desentra?ar la esencia de la novela negra espa?ola en su versi¨®n contempor¨¢nea. Silva responde con el sombrero de escritor combinado con el de comisario y alma mater de Getafe Negro desde 2008.
Pregunta. ?Hay una burbuja en la novela negra espa?ola?
Hay una inflaci¨®n en la novela negra, pero ojal¨¢ las burbujas fueran solo literarias. No es una tragedia
Respuesta. Hay una inflaci¨®n, pero ojal¨¢ las burbujas fueran solo literarias. No es una tragedia. Es una situaci¨®n que permite que el talento florezca y que salgan cosas interesantes en muchos ¨¢mbitos. Hay grandes nombres como Marcelo Luj¨¢n o Carlos Zan¨®n y gente de 25 a?os que hace cosas muy potentes. Sobre los festivales, no oigo a nadie decir que hay demasiados campos de f¨²tbol o bares. ?Cu¨¢l es el problema? Est¨¢ muy bien que esta red se extienda por un pa¨ªs con una tradici¨®n tan culturicida.
P. ?Se ha abusado del t¨®pico del polic¨ªa deprimido, alcoh¨®lico, violento y peleado con el mundo?
R. Mi t¨¦cnica es el natural. Me he sentado delante de gente que ha estado en la lucha contra ETA en los momentos m¨¢s duros. Yo he conocido a gente que con 24 a?os han tenido que recoger a tres compa?eros suyos hechos pedazos, que los tuvieron que meter en cubos, y no les he visto alcoholizados, violentos, drogados, enfrentados al mundo. Los he visto con el pelo blanco con 40 a?os, con un fondo de tristeza y amargura en la mirada, pero siempre de pie, enteros, y con una especial obsesi¨®n con estarlo¡±.
P. ?Se ha anglosajonizado en exceso la novela negra espa?ola?
R. ¡°Hay una irradiaci¨®n anglosajona. Hay demasiadas descripciones, de casas, de personas, de climas, de situaciones. Yo soy enemigo de eso. Creo que la clave est¨¢ en escoger los detalles¡±.
Los cenutrios y la guerra
¡°De Afganist¨¢n se ha contado poco y con una reflexi¨®n ciudadana a veces bastante pobre¡±, confiesa molesto con la imagen que se tiene de la Guardia Civil: ¡°Ha cambiado como ha cambiado este pa¨ªs. Si ven que la gente cree que son unos cenutrios del entorno rural con la ceja corrida les ofende, con raz¨®n. Rajoy puede no saber ingl¨¦s, pero t¨² no puedes ir a Herat sin saber ingl¨¦s. Mi impresi¨®n es que ellos y los militares espa?oles tienen bastante m¨¢s mundo que la media de sus conciudadanos¡±.
En una conversaci¨®n jalonada de nombres citados con la pasi¨®n de un lector irredento, Raymond Chandler aparece varias veces. Suya es la culpa de que este escritor todoterreno derivase al g¨¦nero negro criminal. ¡°Es un poeta que escrib¨ªa novelas de polic¨ªas y que llevaba la impronta de Cervantes a su personaje¡±. La esencia espa?ola, am¨¦n de Cervantes, se la dan Francisco Garc¨ªa Pav¨®n y su Plinio y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y su Carvalho, que le demostraron la posibilidad de hacer novela negra en Espa?a sin complejos.
Desde que en 1998 se publicase El lejano pa¨ªs de los estanques, Silva ha vivido con sus personajes y habla de ellos con el cari?o de un padre. Aunque ha publicado ensayos y otras novelas como La flaqueza del bolchevique, el autor de El alquimista impaciente siempre ha vuelto a su pareja quijotesca. ¡°Vila se jubilar¨¢ cuando le toque. A los 60 a?os o igual un poco m¨¢s tarde porque hay alg¨²n truco que se puede hacer. Tampoco voy a hacer cosas muy raras: tengo un par de casos m¨¢s en la cabeza y un par de flash back pensados desde hace mucho tiempo. 10 novelas va a haber seguro. Y otro libro de relatos¡±. Si Lorenzo Silva sigue a rajatabla sus mandamientos realistas, puede que Vila no se jubile tan pronto y tengamos historias para rato.
Babelia
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