El triunfo de la voluntad
Si uno tuviese que darle cr¨¦dito a las bellas mentiras del cine, llegar¨ªa a la conclusi¨®n de que las vidas de las estrellas est¨¢n regidas por el determinismo
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Si uno tuviese que darle cr¨¦dito no solo a las bellas mentiras del cine, sino tambi¨¦n a las m¨¢s rutinarias, llegar¨ªa a la conclusi¨®n de que las vidas de estrellas del rock y ases del deporte nunca est¨¢n regidas por el azar, sino por el determinismo. Y de una clase muy espec¨ªfica: la fijada en los tradicionales manuales de escritura de guion modelo Robert McKee, tan concernidos con la construcci¨®n y la justa alternancia de tonos emocionales como despreocupados por la libre organicidad del arte. La vida de toda rockstar parece regirse, de manera invariable, por el esquema de la ascensi¨®n, ca¨ªda y redenci¨®n (cuando lo hay), del mismo modo que la de todo deportista (excelente o simplemente esforzado) es siempre una lecci¨®n ilustrada del molde narrativo de la autosuperaci¨®n, marcado por un declive aparentemente insalvable justo antes de un ¨²ltimo tercio contemplado como pista de ascenso a la catarsis.
EDDIE EL ?GUILA
Direcci¨®n. Dexter Fletcher.
Int¨¦rpretes: Taron Egerton, Hugh Jackman, Christopher Walken, Edvin Endre.
G¨¦nero: drama. Reino Unido, 2016.
Duraci¨®n: 106 minutos.
Eddie el ?guila, tercer largometraje como director del actor Dexter Fletcher, responde aplicadamente a la f¨®rmula, contando la historia de Eddie Edwards, un caso de libro en torno a la idea de triunfo de la voluntad que logr¨® erigirse en primer representante ol¨ªmpico de nacionalidad brit¨¢nica en salto de esqu¨ª pese a su dudosa capacitaci¨®n inicial. La pel¨ªcula es, pues, un artefacto viejo al que tanto la producci¨®n de Matthew Vaughn como la un tanto efectista direcci¨®n de Fletcher ¨Cas¨ª como el papel de Hugh Jackman como lob¨¦znico entrenador flamboyant- dotan de inesperado sexappeal entre lo nost¨¢lgico y lo enaltecedor.
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