Skepta mantuvo la vigencia del ¡®grime¡¯ en el S¨®nar
Su actuaci¨®n, junto a la de New Order, destac¨® en la jornada de clausura del festival
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Estaba llamado a ser el rey de la noche, y rein¨®. Skepta, la figura m¨¢s descollante del grime, el hip-hop ingl¨¦s emparentado con Jamaica por medio del dancehall, marc¨® uno de los puntos ¨¢lgidos de la ¨²ltima noche del S¨®nar, poniendo en vilo a la gran cantidad de ingleses que se apostaron ante su escenario. Los otros grandes favorecidos fueron los veteranos New order, quienes actuando en el escenario principal ofrecieron un buen concierto que los muestra como una banda que no solicita la jubilaci¨®n por omisi¨®n. Por su parte, Alva Noto, bien en solitario o con Ryoji Ijeda en Cyclo, y Oneothrix Point Never ofrecieron los pases m¨¢s extremos de la ¨²ltima y lluviosa jornada del S¨®nar diurno.
Y si New Order ya tiene buena parte de su historia escrita, Skepta la tiene por escribir. Su hip-hop, ese grime de bajos el¨¢sticos, graves que reventar¨ªan bombillas y teclados afilados e hist¨¦ricos fue puro movimiento, temas cortos, descargas constantes y palabras cabalgando sobre ritmos a velocidad de lancha r¨¢pida. Skepta hizo esto es su pase en el escenario Pub, donde una nutrida representaci¨®n inglesa dej¨® bastante claro que en su pa¨ªs es una estrella. Y a tenor de lo visto en la noche del s¨¢bado, tiene recorrido para rato, pues su concierto mantuvo una constante descarga de energ¨ªa desbocada y una voz grave, con mucho cuerpo que recitaba a una velocidad de v¨¦rtigo.
Piezas como ¡°It Ain¡¯t Safe¡± sonaron mucho m¨¢s r¨¢pidas, virulentas y urgentes que en disco, detalle que puede hacerse extensivo al resto del repertorio, mucho m¨¢s callejero y vital, despeinado y urgente que en su versi¨®n grabada. Fue un se?or concierto que esparci¨® euforia por la pista, m¨¢s incluso cuando comenzaron a aparecer recitadores invitados hasta que el escenario record¨® la algarab¨ªa que por la tarde montaron en el suyo Section Boyz, cinco recitadores pele¨¢ndose por ver quien lo dec¨ªa m¨¢s r¨¢pido. La actuaci¨®n de Stormzy tras la de Skepta redonde¨® la excelente entrega de grime que de nuevo el S¨®nar ha puesto sobre sus escenarios.
Por su parte New Order no volver¨¢n a ser quienes fueron, pero tampoco parecer¨¢n, no parecieron, un grupo muerto que s¨®lo vive de su pasado. As¨ª se reivindicaron ante una multitud que les agradeci¨® haber recibido como regalo varios temas cl¨¢sicos sobre los que el tiempo va dejando una p¨¢tina de leyenda, granitos de historia que enloquecieron a la multitud que sigui¨® el concierto de los de Manchester en el SonarClub, el hangar m¨¢s grande del S¨®nar. Cuando New Order comenz¨® su primer tema, ¡°Singularity¡±, el hangar todav¨ªa no estaba lleno, pero cuando el repertorio ya estaba en ¡°Bizarre Love Triangle¡±, la pista parec¨ªa un hormiguero estresado. Y qu¨¦ decir de las caras, algunas de ellas con tantas arrugas como las de los miembros del grupo, una estampa de alegr¨ªa que tambi¨¦n llegaba al escenario, desde donde Bernard Summer agradec¨ªa la entrega bailona del personal con muestras de gratitud en forma de saludos y agradecimientos.
No fue un concierto largo, pero hubo suficiente tiempo para reivindicar el presente con cuatro temas de ¡°Music Complete¡±, y de recuperar el pasado con ¨¦xitos como ¡°The Perfect Kiss¡±, ¡°True Faith¡±, aqu¨ª todo el mundo hab¨ªa enloquecido, ¡°Temptation¡± o unos bises en los que ¡°Blue Monday¡± debi¨® provocar alguna lagrimita entre tanta alegr¨ªa, la nostalgia tiene ese punto agridulce, y un ¡°Love Will Tear Us Apart¡± con imagen de Ian Curtis en pantallas que pareci¨® una canci¨®n bailable. Fue un concierto en el que pasado y presente convivieron en un grupo que mantiene vigencia pese a que su historia ya est¨¢ escrita.
Otra de las constantes del festival fue servida en la tarde del s¨¢bado a trav¨¦s de Alva Noto, alias de Carsten Nicolai, que actu¨® primero en solitario seduciendo en el Complex con su electr¨®nica geom¨¦trica, matem¨¢tica y precisa que emerge en un contraste de texturas diferentes de sonido. Su pase se complement¨® con el que hizo despu¨¦s con Ryoji Ikeda, con quien forma Cyclo, que viene a ser lo mismo, es decir electr¨®nica alemana, la de Casrten Nicolai, ensuciada por el ruido y la pasi¨®n m¨¢s hardcore del japon¨¦s. Ambos pases se vieron complementados por unos visuales fundamentados en geometr¨ªa que mutaban en relaci¨®n con el ritmo o la intensidad de la m¨²sica. No menor extremo result¨® el pase de Oneothrix Point Never, que acompa?ado por un guitarrista llev¨® la electr¨®nica a la frontera del death metal en un concierto apabullante. Porque el ruido sigue siendo una constante del festival que lo ha entronizado como m¨²sica m¨¢s pasional.
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