Los jedis, los Chichos y un festival de festivales
El certamen Metr¨®poli de Gij¨®n aspira a recibir 300.000 espectadores con una mezcla de cine, videojuegos, tebeos, conciertos y exposiciones
Miguel lleva un chupete y un sable l¨¢ser. En apenas un a?o de vida, ya le ha dado tiempo a descubrir Star Wars. Bueno, en realidad el peque?o no habla, as¨ª que no puede confirmarlo. Pero lo cierto es que su mano agarra la espada de los h¨¦roes jedis, mientras su madre empuja el carrito en el que est¨¢ sentado. Han venido, cuenta la progenitora, ¡°a pasar la tarde¡±. Los ojos de Miguel, de golpe, miran fijo hacia alg¨²n lado y se hacen enormes. Quiz¨¢s est¨¦ imaginando volar en el Halc¨®n Milenario. O quiz¨¢s observe alucinado todo lo que pasea por el festival Metr¨®poli de Gij¨®n.
En el fondo este certamen ¡ªque termina este domingo 3 de julio y al que este peri¨®dico ha sido invitado por la organizaci¨®n¡ª vive de mezclas peculiares. Por un lado, junta pr¨¢cticamente todas las artes: cine, series, c¨®mics, videojuegos, exposiciones y m¨²sica. ¡°Un festival de festivales¡±, como lo llaman sus organizadores. Por otro, su p¨²blico tambi¨¦n re¨²ne las categor¨ªas m¨¢s distintas. Hay gente como Jos¨¦, 75 a?os y la expresi¨®n de quien no acaba de entender c¨®mo termin¨® aqu¨ª, y hay una ni?a que al entrar empieza a saltar con tanto entusiasmo que sus dos amigas se ven obligada a agarrarla. Familias y parejas se cruzan con un caballero templario, con su impecable armadura, o con el mism¨ªsimo Spiderman.
Ah¨ª est¨¢ la esperanza del certamen para alcanzar las 300.000 entradas vendidas, casi 100.000 m¨¢s que el a?o pasado. En su tercera edici¨®n, Metr¨®poli cuenta con un presupuesto de 750.000 euros ¡ªaseguran que sufrieron un recorte del 60% de fondos p¨²blicos¡ª y se f¨ªa a la misma receta que le ha funcionado hasta ahora: un precio moderado (2,5 euros, uno m¨¢s que el a?o pasado), estrellas del c¨®mic invitadas, alguna proyecci¨®n de pel¨ªculas y series, decenas de estands, conferencias y, por la noche, conciertos de grupos como Hombres G y Los Chichos. Una vez dentro, eso s¨ª, todo lo dem¨¢s cuesta: merchandising, juegos de rol interactivos, mercadillos o dibujos de los artistas. El m¨¢s conocido de ellos, Michael Golden, hace valer su pasado glorioso en Marvel: una firma sobre un ejemplar sale por cinco euros.
Al fin y al cabo, los dibujantes son uno de los principales atractivos del certamen. Aqu¨ª est¨¢ Steve McNiven, uno de los artistas clave ahora mismo de Marvel, junto con Claudio Castellini o Geof Isherwood. Y los fans tambi¨¦n agradecen la presencia de Javier Olivares, creador de la serie El Ministerio del Tiempo. Sin embargo, la programaci¨®n se ha visto mermada por la cancelaci¨®n de dos de sus pilares. Por un lado, Mikel Jan¨ªn, encargado de darle nueva vida a Batman con la saga Rebirth. Ni tampoco estar¨¢ el invitado m¨¢s esperado: David Prowse, el Darth Vader de la saga original de Star Wars, todo un ¨ªdolo para esta cita, ha tenido que renunciar a ¨²ltima hora debido a problemas de salud.
Por lo menos, s¨ª ha acudido su sucesor, Kylo Ren, el villano de la nueva entrega de la saga gal¨¢ctica, aunque en versi¨®n reducida. Detr¨¢s de su m¨¢scara y su inquietante disfraz, se halla en realidad la peque?a Gimena. Susurra que ha visto los filmes de Star Wars varias veces y parece tener las ideas muy claras. La primera pel¨ªcula es ¡°muy chuli¡±, pero en cuanto a la ¨²ltima, ¡°bueno¡¡±. ?Y por qu¨¦ ha escogido justo el disfraz del malo de El despertar de la Fuerza? ¡°Porque mata a su padre¡±. Vaya. Debe de ser por eso que el progenitor no anda cerca.
Mercedes Seoane tambi¨¦n ha perdido de vista a su hija. Ana le ha contado una serie de cosas sobre personajes con ¡°unos nombres japoneses muy raros¡± y ha desaparecido en busca de alg¨²n tesoro manga. La madre no se preocupa, dice que est¨¢ acostumbrada. Eso s¨ª, no le importar¨ªa que el festival ofreciera ¡°m¨¢s entretenimiento¡± tambi¨¦n para asistentes de su edad. Las exposiciones de varios c¨®mics y storyboard originales le atraen pero no le bastan. ¡°Pens¨¦ que habr¨ªa m¨¢s gente¡±, reflexiona, mientras pasea a su perro.
Los que s¨ª han venido, como siempre en este tipo de cita, son los llamados cosplayers. Para los profanos, se trata de aficionados que se disfrazan de sus personajes favoritos. En unos pocos casos, es el oficio del que viven. La inglesa Tabitha Lyons ha montado incluso una empresa de cosplay junto con su padrastro y contar¨¢ en una charla c¨®mo construyen y venden sus prendas. Pero la mayor¨ªa lo hace por deleite. Andoni Chaparro, por ejemplo, lleva la ropa blanca y el paraguas de Clear, de DRAMAtical Murders. Sabe que algunos mirar¨¢n con sospecha su pasi¨®n y su disfraz. Pero su respuesta es la de un sabio de 19 a?os: ¡°Al final cada persona es un mundo¡±.
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