Los otros dramas de Bayreuth
Andris Nelsons renuncia como responsable musical de la nueva producci¨®n de 'Parsifal' , de Wagner, a tres semanas de su estreno
No hay verano sin sobresaltos en la colina verde de Bayreuth. El festival oper¨ªstico creado por Richard Wagner en 1876 ha desarrollado su propia dramaturgia paralela de pol¨¦micas y enfrentamientos. Tanto ego hace temblar cada a?o hasta los cimientos de su Festspielhaus, el teatro especialmente dise?ado para representar sus ¨®peras. Pero ya no es necesario esperar a la inauguraci¨®n del 25 de julio. Ni tampoco que sean provocados por los Wagner, la saga familiar del compositor que dirige desde siempre este festival. El pasado jueves, tras los primeros ensayos de la nueva producci¨®n de Parsifal, se hizo p¨²blica la renuncia de Andris Nelsons por ¡°diferencias de criterio¡± y ¡°una atm¨®sfera poco confortable¡±. El prestigioso director de orquesta let¨®n, actual titular de la Sinf¨®nica de Boston y pronto tambi¨¦n de la Gewandhaus de Leipzig, comunic¨® la noticia a trav¨¦s de la p¨¢gina web del festival y sus perfiles de Twitter y Facebook. A tres semanas de su estreno, la nueva producci¨®n de la 105? edici¨®n del Festival de Bayreuth carece de director musical.
Parece poco probable que la renuncia de Nelsons tenga que ver con los criterios de la puesta en escena de Uwe Eric Laufenberg para el ¨²ltimo drama musical de Wagner. Este r¨¦gisseur alem¨¢n, y actual intendente de la ?pera Estatal de Hesse en Wiesbaden, anunci¨® en abril que su versi¨®n iba tratar de la religi¨®n como causa de las guerras. La prensa local de Bayreuth pronto a?adi¨® que tendr¨ªa una orientaci¨®n antiislamista. Se public¨® incluso que las muchachas flor del segundo acto saldr¨ªan ataviadas con burkas para quedarse desnudas a continuaci¨®n. Pero el director de escena lo desminti¨®, aunque reconoci¨® que tampoco evitar¨¢ mostrar sus ideas. No puede decirse que estemos ante un provocador. Las producciones oper¨ªsticas de Laufenberg vistas en Espa?a, como Ariadna en Naxos y El caballero de la rosa de Richard Strauss, abundan en la neutralidad y el dinamismo, pero no en la pol¨¦mica. Su estilo esc¨¦nico nada tiene que ver con el artista iconoclasta Jonathan Messe inicialmente anunciado para esta producci¨®n en 2012.
M¨¢s seguridad pero sin Merkel
El Festival de Bayreuth es un ideal retrato pol¨ªtico de la historia reciente de Alemania. Por su Festspielhaus ha pasado un kaiser o un f¨¹hrer, Hitler fue uno de sus mayores benefactores. Y m¨¢s recientemente varios cancilleres democr¨¢ticamente electos. Pero este a?o Angela Merkel no asistir¨¢ a la inauguraci¨®n del 25 de julio por problemas de agenda. Ello no impedir¨¢ que se refuercen considerablemente las medidas de seguridad ante el temor de atentados terroristas. Se han anunciado controles policiales de identidad, colas para registros o prohibiciones de llevar bolsos y paraguas. Ser¨¢n molestias adicionales este a?o para disfrutar de Wagner en Bayreuth.
La atm¨®sfera viciada a la que alude Nelsons parece m¨¢s relacionada con el director musical del Festival de Bayreuth, Christian Thielemann. Se trata de un puesto de nueva creaci¨®n para este gran especialista en Wagner que ejerce con mano de hierro. En junio de 2015 provoc¨® la renuncia de la soprano Anja Kampe al inicio de los ensayos de la nueva producci¨®n de Trist¨¢n e Isolda. Y despu¨¦s del festival facilit¨® la salida de Kirill Petrenko, con quien perdi¨® meses antes la elecci¨®n de titular de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn. Otro de sus supuestos contendientes en Berl¨ªn fue precisamente Andris Nelsons, con quien todo fue bien al principio, seg¨²n relata en su blog el cr¨ªtico de Die Welt, Manuel Brug. Pero la presencia del alem¨¢n en los ensayos del let¨®n ha terminado complicando las cosas. Sus injerencias y planteamientos autoritarios fueron demasiado para Nelsons que ya ha triunfado dirigiendo Lohengrin en Bayreuth entre 2010 y 2014, y tiene firmado su contrato como director de la nueva producci¨®n del Anillo en 2020. Ahora Thielemann clama por su inocencia, pero no asume la responsabilidad de hacerse cargo de la nueva producci¨®n. Parsifal, el drama musical que Wagner compuso pensando especialmente en Bayreuth, espera un nuevo director musical in extremis.
Aunque la parte musical siempre ha estado subordinada en Bayreuth a la teatral, los choques de batutas no son infrecuentes. En 1930 la presencia de Arturo Toscanini oblig¨® a cambiar la tradici¨®n de no mencionar al director de orquesta en los programas de mano. Una medida que hab¨ªa hecho renunciar en el pasado a maestros de la talla de Wilhelm Furtw?ngler. Ha habido ceses de directores por incompatibilidad art¨ªstica, caso de Markevitch, o roces con cantantes, como Sawallisch. Incluso directores de orquesta que han influido en la direcci¨®n esc¨¦nica, como Boulez con Chereau, o que la han vetado, como Levine con Friedrich. Pero que un director musical mande sobre los dem¨¢s quiz¨¢ no sea buena idea si se trata de Thielemann. No quiero pensar lo que pasar¨¢ en los ensayos del Anillo con Marek Janowski, uno de los wagnerianos m¨¢s veteranos y curtidos, que debutar¨¢ este a?o por fin en Bayreuth.
Babelia
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