Rattle contra el ¡®Brexit¡¯
El director ingl¨¦s pone el broche de oro a la 65? edici¨®n del Festival Internacional de M¨²sica y Danza de Granada junto a la Sinf¨®nica de Londres
Simon Rattle (Liverpool, 1955) no necesita pronunciar la dichosa palabrita. Flota en la conversaci¨®n. Y hasta los vencejos que sobrevuelan su ensayo con la Sinf¨®nica de Londres (LSO) en el Palacio de Carlos V parecen recordarla. Ese rabioso piar que suena a Brexit. Habla de automutilaci¨®n y de un pa¨ªs que se ha pegado un tiro en el pie. Que exhibe superioridad, pero que olvida y desconoce. "Es un desastre", afirma en su camerino tras el ensayo. Pero a?ade: "Seguiremos adelante aunque sea de un modo diferente. Tendremos que buscar m¨¢s financiaci¨®n privada". Surge entonces su natural risue?o y optimista que sabe encontrar siempre lo mejor de cada momento, de cada orquesta y de cada m¨²sico. Tiene una soluci¨®n espiritual: "Haremos la mejor m¨²sica posible, pues ahora es m¨¢s necesaria que nunca".
El actual titular de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn est¨¢ a punto de hacer historia. Nadie ha salido indemne de una relaci¨®n con la m¨ªtica orquesta alemana como para empezar otra. Volver¨¢ a su pa¨ªs, como hacen los h¨¦roes: en los momentos dif¨ªciles. En septiembre de 2017 ser¨¢ el nuevo titular de la LSO, aunque mantendr¨¢ su cargo en Berl¨ªn hasta 2018. "La LSO es extraordinaria. ?Ha visto lo f¨¢cil que es trabajar con ellos? Soy muy afortunado". Su mirada se ilumina hablando de ella. Est¨¢ enamorado. Destaca su flexibilidad o su capacidad para adaptarse a diferentes estilos. "No es que una sea mejor o peor que otra. Son orquestas diferentes. El sonido de la LSO tiene la textura de un vino blanco extraordinario frente al tinto oscuro, rico y denso de los Berliner".
Ha venido a Granada con la Sinf¨®nica londinense para poner el broche de oro en la 65? edici¨®n del Festival Internacional de M¨²sica y Danza. Es su segunda visita al Palacio de Carlos V, tras una Novena de Beethoven que dirigi¨® en 1990 a la Sinf¨®nica de la Ciudad de Birmingham. "Recuerdo que entonces me fascin¨® poder levantar la mirada y vislumbrar las estrellas. Es un lugar m¨¢gico con una ac¨²stica impresionante, con esa calidez en los graves". En los atriles un programa ideal formado por dos de sus especialidades: las Variaciones Enigma, de Elgar, y la Segunda sinfon¨ªa, de Rajm¨¢ninov. "Son dos obras que he dirigido desde siempre, aunque ahora me siento m¨¢s libre con ellas. Me interesa ahondar m¨¢s en su estructura y cohesi¨®n interna".
"Seguiremos adelante aunque sea de un modo diferente. Tendremos que buscar m¨¢s financiaci¨®n privada"
La versi¨®n de las Enigma, de Elgar, que dirigi¨® la noche del s¨¢bado en Granada fue un homenaje. Celebr¨® Rattle su propia madurez, pero tambi¨¦n la memoria colectiva de una orquesta que toc¨® bajo la direcci¨®n del compositor. Quiz¨¢ no fue ideal, pues hubo m¨¢s conjunci¨®n que detalles, pero tampoco faltaron alusiones al Brexit. Pocas interpretaciones han convertido Nimrod, la bell¨ªsima variaci¨®n que permiti¨® al compositor superar una depresi¨®n, en un punto de inflexi¨®n tan evidente. Tras el descanso, el director ingl¨¦s exhibi¨® en la Segunda, de Rajm¨¢ninov, su personal dominio de las tensiones y distensiones de esta extensa composici¨®n c¨ªclica. Magistrales transiciones y brillantes contrastes, pero tambi¨¦n filigranas en la madera con una memorable actuaci¨®n del clarinetista Andrew Marriner en el famoso Adagio. "La vida es mejor con Dvorak", concluy¨® Rattle antes de dirigir como propina su kolo, la Danza eslava Op. 72 n? 7. Iba con segundas, pues me dijo que est¨¢ pensando solicitar un pasaporte a la Rep¨²blica Checa.
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