Richard Ashcroft: Nostalgia y elegancia
El nuevo disco del cantante brit¨¢nico recibe un 7 sobre 10
Recibido ya de saque con la habitual retah¨ªla de comentarios despectivos que han acompa?ado a Ashcroft desde el final de su exitosa etapa con The Verve ¨Cy que a las acusaciones de vacuo y eg¨®latra a?ade una m¨¢s ofensiva, comparar lo suyo con Coldplay¨C este nuevo disco These People muestra un empaque que merece una consideraci¨®n algo m¨¢s generosa.?Sin perder de vista, por supuesto, que nos vamos a mover dentro de un suelo tan firme y mullido como es el del pop heredero de los noventa, con todo lo que eso supone de aversi¨®n al riesgo.
Artista: Richard Ashcroft
Disco: These People
Sello: Cooking Vinyl
Calificaci¨®n: 7 sobre 10
Poco asume aqu¨ª, desde luego. Ni siquiera l¨ªricamente, m¨¢s all¨¢ de cierta reivindicaci¨®n sin demasiado filo de los movimientos pol¨ªticos en oriente. En el fondo no deja de ser un movimiento con el que regresa a un territorio que le resulta c¨®modo al retomar lo que hizo en sus primeros trabajos en solitario, justo antes de caer en una deriva desacertada que le termin¨® colocando fuera de sitio y como ¨²nico responsable del regusto amargo que supon¨ªa dejarnos siempre a la espera de canciones dignas de su capacidad, mucho m¨¢s que acreditada a esas alturas. Tambi¨¦n, al menos en parte, como destinatario de unos reproches que ¨Cpor decirlo todo¨C casi nunca recibieron sus compa?eros de generaci¨®n pese a merecerlos tanto o m¨¢s que ¨¦l. Pero el caso es que ayudado por una producci¨®n org¨¢nica y m¨¢s contenida de lo habitual, pl¨¢cida y brillante, presenta una colecci¨®n potable que seguro colmar¨¢ a sus seguidores. De alguna manera, puede reconciliarle con muchos de los que le abandonaron debido a su querencia por enturbiar material prometedor con envoltorios exagerados. Lo conseguir¨¢ particularmente con una segunda mitad del disco que protagonizan finos medios tiempos como?Picture Of You, Black Lines o Ain¡¯t The Future So Bright, piezas que le sirven para remontar un arranque complaciente y un tanto disperso, incluso emborronado con alguna irritante parada en las pistas de baile menos exigentes, como es el caso de Hold On.
Son canciones que remiten a los gratos momentos de Urban Hymns, el disco que mejor define el tipo de sonido por el que claramente ha apostado aqu¨ª, y en las que ¨Cparticularmente en el caso de Songs of experience¨C se atisban horizontes prometedores. Composiciones maduras, deudoras de un estilo que a estas alturas parece innegociable y que se aprovechan del exquisito trabajo con los arreglos de cuerda de su habitual colaborador Will Malone. Quiz¨¢ no sea demasiado tras un largo periodo de silencio, seis a?os en los que solo ha dado se?ales de vida a trav¨¦s de algunas actuaciones en ac¨²stico en las que quedaba claro lo mucho que deben sus canciones a ¨Cprecisamente¨C esas producciones que tanto se le critican. Pero s¨ª lo suficiente como para pensar en que Ashcroft est¨¢ de vuelta con material digno, difuminado por esa embriagadora nostalgia tan seductora y con la elegancia que siempre le supusimos. Esta vez sin demasiados manierismos que poder echarle en cara.
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