Recuperado un ¡®dal¨ª¡¯ robado en Holanda hace siete a?os

Arthur Brand, el detective especializado en rescatar obras de arte m¨¢s famoso de Holanda, posaba satisfecho el mi¨¦rcoles junto al cuadro Adolescencia (1941) de Dal¨ª. No era para menos. La tela, que ofrece la ilusi¨®n ¨®ptica del rostro de su ni?era, Luc¨ªa, con el propio pintor de peque?o, fue robada del Museo Scheringa del Realismo en 2009. En la b¨²squeda, ha aparecido tambi¨¦n La M¨²sica (1929) de la pintora polaca Tamara de Lempicka, uno de sus lienzos m¨¢s famosos. Brand dice que lo ha logrado sin pagar nada. Solo preguntando ¡°en los lugares adecuados, porque siempre hay alguien que conoce a un tipo y a otro, y as¨ª sucesivamente, hasta que das con el contacto adecuado¡±. Una explicaci¨®n algo vaga, propia de su gremio, aunque ha a?adido una pista m¨¢s concreta. ¡°El sujeto que los recibi¨®, no sab¨ªa que eran robados. Como no quer¨ªa problemas, he ido tirando del hilo¡±, ha se?alado a la televisi¨®n holandesa en la habitaci¨®n de un hotel.

El detective del arte asegura que la operaci¨®n solo le ha costado ¡°un par de comidas porque la banda de ladrones no quer¨ªa meterse en un l¨ªo por si los cuadros acababan siendo destruidos, o bien vendidos en el mercado negro¡±. Las penas por destrozar obras de arte son superiores a las de un robo. En cuanto a la reventa, el museo atacado era p¨²blico y los cuadros estaban catalogados, as¨ª que era imposible quit¨¢rselos de encima sin despertar sospechas. Brand lo ha contado as¨ª: ¡°Me llam¨® un individuo diciendo que dispon¨ªa de una informaci¨®n interesante. Estaba en contacto con una organizaci¨®n criminal que hab¨ªa obtenido ambos cuadros en un trueque, una pr¨¢ctica com¨²n en ese ambiente. Lo que no sab¨ªan es que fueran robados¡±. Ocho meses despu¨¦s de la conversaci¨®n, un intermediario le advirti¨® de que quer¨ªan devolverlos. Para ganar su confianza, ¡°por lo menos nos hemos visto una docena de veces¡±, a?ade.

Por fin, hace dos semanas, llego el dal¨ª. D¨ªas despu¨¦s le entregaron el de lempicka, ambos en perfecto estado. Dal¨ª pint¨® Adolescencia, un guache, en 1941, y lo m¨¢s probable es que el rostro que aparece sea el de su esposa, Gala. La M¨²sica, es a la vez una mujer tocando un la¨²d y una musa, que muestra la influencia de un ¡°cubismo suave¡± y del modernismo en Tamara de Lempicka. La cantante estadounidense Madonna es una de sus mayores coleccionistas, y el propio detective holand¨¦s ha bromeado diciendo que seguro que le encantar¨ªa tenerlo. ¡°El museo lo consigui¨® en su d¨ªa a base de ofrecer m¨¢s dinero que ella¡±.

Tras las fotos y de su momento de gloria, Brand ha hecho llegar las telas a un investigador que conoce al due?o. Un final feliz y sorprendente, despu¨¦s de que la polic¨ªa no consiguiera dar con la pista adecuada durante siete a?os. El robo apareci¨® incluso en un programa televisivo dedicado a intentar resolver casos sin cerrar, y se lleg¨® a ofrecer una recompensa de medio mill¨®n de euros. El asalto al museo holand¨¦s se produjo el 1 de mayo de 2009, y los ladrones enca?onaron a empleados y p¨²blico para poder actuar. Como fueron directos a descolgar ambos cuadros, la polic¨ªa pens¨® entonces que pod¨ªa tratarse de un encargo. No hirieron a nadie y tampoco provocaron desperfectos. El centro estaba dedicado al realismo, y su due?o, el exbanquero Dirk Scheringa, era tambi¨¦n el propietario de la colecci¨®n. El banco quebr¨® poco despu¨¦s.