Poes¨ªa marcha atr¨¢s
La mexicana Merlina Acevedo publica 'Aphol¨ªndromos', su segunda recopilaci¨®n de pal¨ªndromos y aforismos
Merlina Acevedo no imagin¨® que iba a comenzar una carrera literaria al abrir su cuenta de Twitter en 2009. Aphol¨ªndromos (Arscesis, 2016), su segundo libro recopilatorio de pal¨ªndromos y aforismos, llegar¨¢ a las librer¨ªas este oto?o. A pesar de esto, ella asegura no ser escritora aunque su obra haya sido considerada por algunos cr¨ªticos y autores como fugaces gemas de la literatura de la brevedad. Acevedo se explica ¡ª?de qu¨¦ otra forma?¡ª en pocas palabras: ¡°Comenc¨¦ a escribir como un juego y de pronto ya no pude parar¡±.
Lo l¨²dico siempre ha formado parte de la vida de Merlina Acevedo (Ciudad de M¨¦xico, 1970). Antes de Merlina fue Hilda, su nombre verdadero, la que se presentaba a los torneos de ajedrez en M¨¦xico. ¡°Siempre jugaba con el rostro tapado para que no vieran la pieza que iba a mover¡±, cuenta. Algunas fotograf¨ªas de la ¨¦poca, de la d¨¦cada de los ochenta, muestran una joven de pelo negro carb¨®n concentrada frente al tablero formando con sus manos una visera que le cubr¨ªa la mirada. Fueron seis a?os de mover blancas y negras en un alto nivel competitivo que la llev¨® a dos olimpiadas y varios torneos en Cuba, Rusia y Estados Unidos. Pero la presi¨®n era mucha. Las derrotas le dol¨ªan hasta las l¨¢grimas. Y en los sue?os su mente segu¨ªa trabajando, obsesionada por no haber visto las jugadas que la hab¨ªan eliminado horas antes. Merlina decidi¨® retirar a Hilda, la campeona, con la categor¨ªa m¨¢s alta. ¡°Ahora sigo jugando con seud¨®nimo¡±, explica. El apodo, Merlina, se le qued¨® por su gusto por vestirse de negro y su parecido a la hija de The Addams Family.
Aquellos a?os dedicados a fortalecer la mente, cuando deb¨ªa de pensar 20 jugadas adelante y las respuestas que el contrincante pod¨ªa plantearle, terminaron saturando su cabeza. Encontr¨® en las palabras una forma de seguir jugando sin desgaste. ¡°Con los pal¨ªndromos no pienso, me salen en un minuto¡±. Acevedo dice que las letras visitan su cabeza sin dejarla en paz, como quien no puede sacarse una melod¨ªa de la cabeza. Ella, en lugar de tararear, tuitea. Y as¨ª de sencillo sale:
-¡°Yo solo nac¨ª rica, no lo soy¡±.
Aunque no lo puede explicar, asegura que hay una conexi¨®n entre el ajedrez, los pal¨ªndromos y los aforismos. Escritores como Vlad¨ªmir Nabokov, Lewis Carroll y el mexicano Juan Jos¨¦ Arreola compart¨ªan esas aficiones. ¡°El proceso de pensamiento se parece mucho¡±, dice Acevedo en un caf¨¦ de la colonia Roma, en el centro de la Ciudad de M¨¦xico. ¡°No he le¨ªdo casi nada y no acostumbro articular mis pensamientos. Hago dibujos con la mente. ?Qu¨¦ ser¨¢ el alma?, me pregunto. El alma es un hueco porque ah¨ª entra todo. Parece filosof¨ªa, pero es solo como me vi¡±.
Es dif¨ªcil pensar que otro escritor se haya adaptado tan bien a Twitter como Merlina Acevedo. No ensaya sus escritos en cuadernos ni sobre el papel. Lo hace en la red social, donde deslumbra a m¨¢s de 60.000 seguidores con su originalidad breve. ¡°La gente se identifica conmigo porque soy normal, aut¨¦ntica¡±, dice esta egresada de la Escuela Nacional de M¨²sica y alumna del reputado pintor Luis Nishizawa en la Escuela Nacional de Artes Pl¨¢sticas.
Pero su fama ha trascendido el universo de los 140 caracteres gracias a autores que han alabado su obra. Uno de los primeros fue Javier Cercas, que en 2013 zanj¨® en las p¨¢ginas de este peri¨®dico la discusi¨®n sobre si Acevedo era o no escritora. ¡°Esos destellos bastan para delatar a un escritor de verdad¡±, dijo el extreme?o sobre Peones de Troya, el primer libro de Acevedo. Ambos se conocieron despu¨¦s en Guadalajara, en una charla durante una feria literaria. Acevedo prepar¨® el encuentro y se dispuso a leer por primera vez a Cercas. Lleg¨® a sus manos El m¨®vil, la novella que marca el debut del escritor de Soldados de Salamina. En las p¨¢ginas se encontr¨® con un protagonista que jugaba ajedrez con la Chess Challenger, la m¨¢quina con la que Hilda dio sus primeros pasos antes de convertirse en campeona nacional del deporte.
Aphol¨ªndromos, una edici¨®n artesanal con un tiraje de solo 500 ejemplares con fotograf¨ªas en blanco y negro tomadas por la autora y pegadas a mano, estar¨¢ a la venta en Espa?a a partir de septiembre y podr¨¢ conseguirse en M¨¦xico solicitando una copia por correo. ¡°Para m¨ª los pal¨ªndromos son una mariposa de letras. Es la simetr¨ªa, algo bonito y coherente¡±, revela la escritora. Y como esos insectos, la prosa de Merlina Acevedo se posa brevemente ante nuestros ojos para maravillar por unos segundos antes de desaparecer.
Se anulan
Ella iba sola y
anula la levedad.
A nadie soport¨®,
no ca¨ªa con otro;
pose¨ªda, nada
devela la luna.
Ya lo sab¨ªa:
llena luna es.
(Por Merlina Acevedo)
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