¡®Mr. Robot¡¯ quiere resetear el sistema
M¨¢s all¨¢ de las teor¨ªas sobre su argumento, la cr¨ªtica social y su ambici¨®n por ser una serie generacional, 'Mr. Robot' marca diferencias por el original uso de la composici¨®n visual
Mr. Robot no quiere ser una serie como las dem¨¢s. La primera temporada ya lo dej¨® claro situ¨¢ndose como una de las ficciones m¨¢s rompedoras del momento y gan¨¢ndose el favor de un p¨²blico que encontraba en su propuesta tem¨¢tica (un grupo de hackers planea golpear a una de las mayores empresas, s¨ªmbolo del sistema capitalista que rige la sociedad occidental) algo diferente. M¨¢s all¨¢ del argumento, Mr. Robot sorprendi¨® tambi¨¦n por su forma de narrar, usando el punto de vista del protagonista como filtro de los acontecimientos presentados al espectador, por un estilo visual propio y diferenciador y por la interpretaci¨®n de su actor principal.
La segunda temporada (en Espa?a, en Movistar Series) retoma la historia y los personajes de la primera entrega un mes despu¨¦s. La serie navega entre diferentes tramas, algunas de las cuales todav¨ªa es complicado saber hacia d¨®nde van. Aunque la cr¨ªtica al sistema y al capitalismo vuelve a estar presente, la mayor parte del tiempo es solo el tel¨®n de fondo sobre el que indagar en la mente de Elliot, el trastornado protagonista inmerso en una lucha contra s¨ª mismo. Los seguidores de la serie, tras aprender de la primera temporada, ya est¨¢n formulando teor¨ªas sobre lo que puede estar ocurriendo y tratando de dar respuesta a la gran cantidad de preguntas que han dejado en el aire unos primeros cap¨ªtulos lastrados por una duraci¨®n demasiado extensa para los acontecimientos narrados.
Pero m¨¢s all¨¢ de las teor¨ªas, la cr¨ªtica al sistema y su ambici¨®n por ser una serie generacional, logra marcar la diferencia por el original uso de la composici¨®n. Es habitual que Mr. Robot se salte las normas, dejando el foco de atenci¨®n en una esquina, en la parte inferior de la pantalla... Un recurso m¨¢s frecuente y llamativo que en otras creaciones audiovisuales que logra un estilo diferente y rompe con lo que el espectador podr¨ªa esperar. La banda sonora, la intercalaci¨®n de enso?aciones, incluso los t¨ªtulos de los cap¨ªtulos simulando nombres de archivos encriptados. Todo ayuda a dotar a Mr. Robot de una marca diferencial. Esos hallazgos de la primera temporada los recupera en la segunda. Ahora solo queda comprobar si la historia y los personajes acompa?ar¨¢n y si lograr¨¢ superar el duro examen que suele ser para una serie su segunda temporada.
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