Horteralia se muda a la playa para corear a Georgie Dann

"Hay una l¨ªnea muy fina entre el horterismo y el moderneo". Conrado G¨®mez, director del festival Horteralia, juega con esa confusa frontera para re¨ªrse de su propia propuesta musical: una cita en la playa con bandas denostadas por los cr¨ªticos y amadas por la masa. Ma?ana en Matalasca?as (Huelva) se celebra la primera edici¨®n veraniega de este anti-festival l¨²dico que arrastra ocho ediciones ¡ªsiempre en invierno¡ª desde C¨¢ceres.

Georgie Dann encabeza un cartel acompa?ado de Karina, Rebeca y Los Centellas. El mantra del festival es dejar los prejuicios en casa y acudir disfrazado para cantar los temas populares que la mayor¨ªa del p¨²blico conoce de memoria tras escucharlas de manera machacona. Los organizadores barajaron dar el salto a la costa desde C¨¢ceres a Benidorm, Torrevieja y Torremolinos, pero finalmente Matalasca?as ¡ªuna urbanizaci¨®n costera pre?ada de bloques cerca de Almonte que recibe el aluvi¨®n de turistas de Sevilla¡ª fue la elegida.

"Los artistas reciben la primera llamada con cierta resistencia. Pero en el fondo esto es una fiesta. No enga?amos a nadie, somos transparentes. El indie se puso de moda y nosotros dejamos los prejuicios aparte. ?Qui¨¦n define lo que es hortera o no?", interroga G¨®mez.

Por si acaso, Georgi Dann dispara alej¨¢ndose de la etiqueta peyorativa y sacando pecho de su espect¨¢culo antes de viajar a Latinoam¨¦rica: "De hortera no tengo nada, eso es una idiotez. Solo han querido contar con mis servicios, mis bailarinas y mis m¨²sicos para esta fiesta. Llevamos dos horas de actuaci¨®n y todo el mundo conoce mi repertorio. Es un show entretenido que por donde va, rompe".

El festival ha lanzado un manifiesto hortera que resume su filosof¨ªa que rompe las normas del purismo y la doble moral del fan musical. "Porque seguro que le dices a todo el mundo que te gusta Anthony and The Johnsson pero en realidad eres fan de El Fary y no te perd¨ªas Menudo es mi padre (...) Porque Manolo Escobar cantaba mi carro y coleccionaba arte (...) Porque los modernos son cada vez m¨¢s horteras".?

Los fundadores de esta cita, creativos de una agencia de comunicaci¨®n, buscaban en 2007 un hueco en el boom festivalero, y dieron con una cita a la que ya acuden entre 2.000 y 3.000 personas, casi todas disfrazadas con atuendos llamativos, pelucas imposibles y caras pintadas.

En la cita extreme?a, los festivaleros disponen de un puesto donde adquirir atrezo para poder ambientarse si no han salido de casa disfrazados. La organizaci¨®n incluso premia con la ri?onera de oro y las hombreras de plata a los mejores disfraces, como si se tratara de una cita del Carnaval.

Seguidores entregados para corear canciones de La Terremoto de Alcorc¨®n o No me pises que llevo chanclas, temas cuyos estribillos pueden corear ¡ªo gritar¡ª porque no hay estrofas en ingl¨¦s de bandas cool con cantante hipster al frente. La calidad de las melod¨ªas, muchas de ellas canciones del verano, es lo de menos. Se trata de re¨ªrse de uno mismo y dejarse la voz, esta vez junto al mar.