Ricardo Piglia: ¡°Ya no puedo escribir¡±
Tras 'A?os de formaci¨®n', libro del a?o en Babelia, llega la segunda parte de una trilog¨ªa a la que Piglia se aferra con fuerza. Impedido por la ELA, el autor dicta su obra
En Los diarios de Emilio Renzi, trilog¨ªa de la que est¨¢ a punto de editarse el segundo volumen, el escritor argentino le regala al protagonista su memoria y seis d¨¦cadas de sus papeles privados, para indagar en la educaci¨®n sentimental de un intelectual.
?Nos explican los recuerdos? ?Nos inau?guran de alg¨²n modo cada vez que los desovi?llamos? Un ni?o de tres a?os corre a la biblioteca, toma un libro y se sienta en la puerta de la calle con el volumen abierto sobre las rodillas. Juega a leer, como lo hace su abuelo Emilio, hasta que un adulto le indica que el texto est¨¢ al rev¨¦s. Con esa imagen, que adelanta dos claves de la literatura de Ricardo Piglia (la recreaci¨®n de la cantera de historias familiares y la voracidad por querer entender), inicia su relato Emilio Renzi, alter ego del escritor argentino, en A?os de formaci¨®n, elegido como libro del a?o en 2015 por Babelia.
Ese volumen, primero de los tres que integran Los diarios de Emilio Renzi, definido por Piglia como su ¡°autobiograf¨ªa futura¡±, narr¨® la d¨¦cada de 1957-1967 y es seguido ahora por el flamante Los a?os felices, que cuenta los siete que van entre 1968 y 1975. Una segunda parte que incluye la clandestinidad del protagonista, huyendo de las fuerzas de seguridad que recorren Buenos Aires en busca de militantes de izquierda, y una intensa ¡°circulaci¨®n er¨®tica¡±. Sobre aquel tiempo declara el escritor por correo electr¨®nico: ¡°Estaba levemente demente en esos a?os y ese estadio y alteraci¨®n de todos los sentidos, era el signo de una ¨¦poca vertiginosa y feliz en la que todo parec¨ªa posible¡±. El tercer libro, Un d¨ªa en la vida, abordar¨¢ sus ¨²ltimos meses como profesor de literatura latinoamericana en Princeton y su regreso a Argentina hasta 2015.
Si Piglia nunca neg¨® que Renzi (un personaje que lo acompa?a desde los cuentos de La invasi¨®n, de 1967, y a quien le prest¨® su segundo nombre y su segundo apellido) encarna en las ficciones algunas de las vidas posibles que ¨¦l dej¨® pasar (la del periodismo, por ejemplo), Los diarios¡ redoblan la apuesta, ¡°usando el g¨¦nero y su verdad para hacer una ficci¨®n imperceptible¡±. La trilog¨ªa se construye a partir de la transcripci¨®n y edici¨®n del diario ¨ªntimo que el escritor comenz¨® en 1957, siendo adolescente. Suponen as¨ª la elocuente culminaci¨®n y el legado de un proyecto literario multipremiado, definido por la diversidad de g¨¦neros, el entrecruzamiento de vida y literatura y la noci¨®n de experiencia, entendida como ¡°lo vivido m¨¢s su sentido¡±.
Narrador, editor, cr¨ªtico y docente universitario, Piglia forj¨® una obra ¡°entre la cultura popular y la tradici¨®n m¨¢s exigente¡±, como destacaron los jurados que le concedieron el Premio Formentor 2015. Ese corpus, devenido cl¨¢sico del idioma, incluye ensayos, clases, pr¨®logos, guiones televisivos, adem¨¢s de sus trabajos a cuatro manos con m¨²sicos, cineastas y artistas pl¨¢sticos. Es imprescindible para entender la literatura argentina, su canon, vanguardias y debates, desde la publicaci¨®n de su primera novela, Respiraci¨®n artificial (1980), que en pleno gobierno militar usaba la dictadura decimon¨®nica de Rosas como s¨ªmbolo para preguntarse c¨®mo contar el horror.
En Los diarios¡, que se alimentan de casi seis d¨¦cadas de papeles privados, el tema es la educaci¨®n sentimental de un intelectual. ¡°?C¨®mo se convierte alguien en escritor, o es convertido en escritor?¡±, se pregunta Renzi. En busca de la respuesta, Piglia le entrega al personaje su propia memoria, sus lecturas y las reflexiones que ¨¦stas despiertan, su devoci¨®n por las pelirrojas e incluso una enfermedad que no nombra (esclerosis lateral amiotr¨®fica) y que tiene a Renzi (a Piglia) ¡°un poco embromado¡± desde 2014 y que lo obliga a empezar a dictar los diarios a Luisa, su asistente, cuando ya no puede transcribirlos solo.
El gesto de publicar el diario como el de Emilio Renzi rondaba a Piglia desde hac¨ªa tiempo, cuenta ante la c¨¢mara el autor en el documental 327 cuadernos (2015), que Andr¨¦s Di Tella comenz¨® a filmar cuando el escritor decidi¨® volver a Argentina y empezar a trabajar en la relectura de esos originales. El diagn¨®stico de ELA los sorprendi¨® en medio de la filmaci¨®n y convirti¨® la idea de editar los diarios en una empresa contra reloj. Tr¨¢gica y bella (¡°ya no puedo escribir¡±, testimonia su letra en una de las p¨¢ginas de los cuadernos), la pel¨ªcula acompa?a ese proceso, convirti¨¦ndose en ¡°el diario de la lectura de un diario¡±.
Cuando comienza Los a?os felices, Renzi ya ha publicado un libro de cuentos y su formaci¨®n en historia lo lleva a preguntarse por los momentos en que la vida personal es interceptada por la pol¨ªtica. Lo apunta todo en su diario (el de Piglia), laboratorio de experimentos y bit¨¢cora de vivencias. D¨®nde m¨¢s.
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