¡®The Whole Of The Moon¡¯, la canci¨®n que ilumin¨® el verano valenciano de 1986

A mediados de la d¨¦cada de 1980, Valencia fue un espontaneo laboratorio sonoro donde se testaba el potencial de ciertas canciones. Esto ocurr¨ªa al margen de los canales de difusi¨®n y las propias discogr¨¢ficas, en el circuito de pubs y discotecas de la costa levantina, nutrido por novedades discogr¨¢ficas de importaci¨®n. Algunas se convirtieron en ¨¦xitos locales que terminaron contagiando al resto del pa¨ªs. The Whole Of The Moon fue uno de esos casos. La canci¨®n, que a?os despu¨¦s terminar¨ªa catapultando a los ingleses The Waterboys, fue un himno en discotecas como Spook, en la ¨¦poca inmediatamente previa a la llegada del bakalao.

La historia de la canci¨®n, por supuesto, es ajena a todo esto. Tan ajena como que, cuando la escuch¨®, el mism¨ªsimo Bob Dylan se rindi¨® ante la banda. Su entusiasmo fue el espaldarazo definitivo para una m¨²sica que clamaba por una mayor difusi¨®n. Mike Scott, el visionario l¨ªder del grupo, se refer¨ªa a su estilo como big music, y no existe una manera mejor de definir tanto el ¨¢lbum This Is The Sea, como su principal single, publicados en septiembre y octubre de 1985 respectivamente. Scott buscaba crear una m¨²sica poderosa, capaz de elevar el esp¨ªritu sin dejar de sonar terrenal. Como el estribillo de The Whole Of The Moon, hecho para ser coreado.

Scott destilaba la influencia de Springsteen, Patti Smith y Dylan, a trav¨¦s de su propio talento y tambi¨¦n confront¨¢ndolo con Karl Wallinger. El teclista aportaba sofisticaci¨®n a la magnificencia de Waterboys, un contrapunto inspirado en Lennon, Prince y Bowie, que se traduc¨ªa en la notable presencia de sintetizadores. Por aquel entonces estos amenazaban con edulcorar la m¨²sica hasta quitarle todo mordiente y en el rock se hu¨ªa de ellos como de la peste. Wallinger los utiliz¨® con sabidur¨ªa en una canci¨®n que tambi¨¦n se inspira en los vientos de Penny Lane y en la parte final de Fame de Bowie. Prince la versionar¨ªa en directo de manera intermitente en varias ocasiones.

Pero volvamos a su imprevisto y focalizado impacto estival. The Whole Of The Moon, publicada casi en oto?o, solo alcanz¨® el puesto 26 de las listas brit¨¢nicas. En cambio, lleg¨® a tiempo para que los dj¡¯s valencianos la descubrieran en los ¨²ltimos coletazos del verano de 1985, conserv¨¢ndola en su repertorio durante el verano siguiente. Seg¨²n el dj Juan Santamar¨ªa, uno de los grandes proveedores musicales de la ¨¦poca, se despacharon cientos de copias de importaci¨®n del maxi single hasta que no hubo terraza alguna entre Almer¨ªa y Barcelona donde no sonara. Aquel verano, Waterboys, junto a Simple Minds, fueron los protagonistas musicales de las inacabables noches valencianas, de ah¨ª que el anuncio de un concierto exclusivo de ambos grupos en agosto, en el estadio del Levante, fuera tratado de acontecimiento. A ¨²ltima hora, Waterboys ¨Cya sin Wallinger en sus filas- suspendieron la gira y quedaron fuera del multitudinario evento, la culminaci¨®n de un momento musical ¨²nico que habr¨ªa cogido por sorpresa a Scott de haber llegado a visitar Valencia entonces.

The Whole Of The Moon, la canci¨®n que ilumin¨® el verano valenciano de 1986