¡°La vejez no es para blandengues¡±
La escritora espa?ola publica 'La carne', su d¨¦cimo quinta novela en la que habla sobre el paso del tiempo
Entre otras marcas que adornan su piel, y tambi¨¦n su coraz¨®n o su memoria, Rosa Montero (Madrid, 1951) tiene tatuado un t¨ªtulo adoptado por el poeta chileno Ra¨²l Zurita, ¡°Ni pena ni miedo¡±. Tiene mucho que ver con La carne, la novela que Alfaguara pone este jueves a la venta.
De La carne habla Rosa Montero, novelista, periodista, en la cocina de su casa, frente al Retiro madrile?o, de regreso de un viaje europeo, dormida a¨²n, ¡°pero siempre corriendo¡±. Corriendo habla, corriendo escribe, y est¨¢ corriendo desde que era una ni?a. En esta novela, en la que hay sexo, querido o prestado, o pagado, hay tambi¨¦n tiempo, miedo del tiempo, lucha contra el tiempo. La tristeza y la soledad que est¨¢ en el propio nombre de la protagonista, Soledad.
Ese personaje de La carne es una mujer que acaba de llegar a los sesenta a?os, ha sufrido un desenga?o amoroso y quiere impresionar a su examante exhibiendo el m¨²sculo de una nueva conquista, esta vez un joven que ella se procura en una agencia de gigol¨®s. La peripecia posterior, que est¨¢ en la novela muy detallada, es esa met¨¢fora, el tiempo, el miedo, la pena del tiempo, que por otra parte late en todas las obras de Rosa Montero.
¡°No hay que mirar para atr¨¢s con pena y no hay que mirar hacia delante con miedo¡±
Y est¨¢ presente, claro, ese lema, Ni pena ni miedo. ¡°?Tiene que ver con la vida! Y el libro trata de la vida. El tiempo te va royendo los huesos, te va asustando, encogiendo, y llega un momento en que te planteas si no ha sido un fracaso total. Y cada vez tienes m¨¢s pena. ?Creo que es un lema perfecto para la tercera edad! [Risas] Porque es cierto que la vida asusta y que la vejez no es para blandengues, como dicen los norteamericanos. Por eso me parece magn¨ªfico ese verso: ¡®Ni pena ni miedo¡¯. No hay que mirar para atr¨¢s con pena y no hay que mirar hacia delante con miedo¡±.
Soledad tiene alguna vez la tentaci¨®n de no luchar, de borrarse, de no fracasar¡ ¡°?Y yo soy todo lo contrario! Soy de las que prefiere actuar. Soledad es pasiva, no se pone en riesgo. ?La paz de los cementerios! La vida es ponerte en riesgo, si no te comprometes con las cosas no vives. La peor soledad es la de ser un n¨¢ufrago en tu propia vida, que es un poco esta protagonista de mi novela. La vida no se puede concebir sin la compa?¨ªa de los otros. Hay que vivir para uno, pero con los otros¡¡±.
Todas sus novelas, dice Rosa Montero, ¡°son muy existenciales¡±. Ya La hija del can¨ªbal (1997) evoca la crisis de los cuarenta. ¡°Y toda mi obra, como esta, est¨¢ centrada en el paso del tiempo y de la muerte¡±. Est¨¢ en su primera novela, Cr¨®nica del desamor (1973), que aparece aqu¨ª como un t¨ªtulo posible para un primer libro de una vecina de la protagonista de La carne¡ En esas novelas que marcan las d¨¦cadas narrativas de Rosa Montero est¨¢n ¡°la muerte y el fracaso y la falta de amor como la definici¨®n de la falta de valor de la vida, de c¨®mo se convierte tu vida en una basura. Y eso es lo que siente Soledad, que la vida es una basura¡±.
¡ªQue la edad le chirr¨ªa.
¡ªBueno, la edad le chirr¨ªa, el tiempo le chirr¨ªa¡ ?El tiempo chirriaba a los cuarenta y a m¨ª me chirriaba desde los diez! Yo me dec¨ªa a m¨ª misma, a esa edad: ¡°Mira, Rosita, qu¨¦ tarde tan bonita. ?Disfr¨²tala porque luego corriendo corriendo estar¨¢s esta noche en la cama durmiendo, corriendo corriendo estar¨¢s ma?ana en el colegio, corriendo corriendo se habr¨¢n muerto tus padres, corriendo corriendo te habr¨¢s muerto t¨²!¡± ?Con diez a?os me dec¨ªa eso!
¡°La peor soledad es la de ser un n¨¢ufrago en tu propia vida¡±
En la novela de Rosa Montero hay una descripci¨®n de Rosa Montero, que va a encontrarse con Soledad. Como ella misma hace en sus propias entrevistas, y cuando no entrevista, se despoja de todos sus abalorios, enseguida empieza el trabajo que quiere hacer y enseguida se va¡ ¡°S¨ª, es tal cual. Y en la novela ella me pone a parir. Y dice algo de mi bastante sensato: ¡®?Y con esos tatuajes, ad¨®nde va? ?Se creer¨¢ una ni?a! ?Y vestida de Zara! ??Se creer¨¢ que visti¨¦ndose as¨ª va a enga?ar al tiempo?!¡±
Cita a Mallarm¨¦: ¡°La carne est¨¢ triste y ya he le¨ªdo todos los libros¡±. Y se pregunta: ¡°?Por qu¨¦ se llama mi novela La carne? Porque estoy hablando de la carne que nos mata, la carne que nos envejece, la carne que nos enferma¡, y al mismo tiempo estoy hablando de la carne que nos lleva a la gloria, de la carne que nos hace rozar la eternidad, porque cuando estamos en la explosi¨®n de la pasi¨®n la carne nos libra de la muerte, precisamente. Estoy hablando de eso; pero ya te digo que de eso estoy hablando en esta novela y en todas las dem¨¢s¡±.
¡ªUsted no ha querido hacer su propia historia, pero Soledad s¨ª le pregunta por ella en la novela¡
¡ªEn todas mis novelas se muestra esa inquietud. Lo que resulta complicado es que en cuanto escribes sobre un personaje contempor¨¢neo, de una mujer que se acerca a tu edad, la gente enseguida la relaciona contigo. Y yo no lo entiendo, no lo entiendo¡
Babelia
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