La feliz resurrecci¨®n de los fantasmas
Los esp¨ªritus de ultratumba conviven ahora con los espectros creados por la modernidad. Una treintena de escritores se reunir¨¢ en Formentor para celebrar un g¨¦nero literario que vive un cambio de modelo

Salidos de alguna parte de entre este mundo y la imaginaci¨®n, los fantasmas han vuelto por lo que es suyo: la literatura. Donde sus miedos abisales se encarnan mejor y garantizan su perpetuidad. Solo que esos legendarios temores de ultratumba ya no est¨¢n solos. Tras el fallido intento de la modernidad por desterrarlos, esa misma modernidad ha engendrado espectros cuyo reino s¨ª es de este mundo.
Una de sus manifestaciones es la resurrecci¨®n del g¨¦nero literario de fantasmas en plena diversificaci¨®n y metamorfosis. Los contempor¨¢neos nacen de los miedos de los avances y problem¨¢ticas creadas por el ser humano, el vac¨ªo espiritual y el mundo virtual. ¡°Eso nos convierte en seres deslizantes que vivimos un presente continuo como almas errantes¡±, advierte Rafael Argullol. Para este escritor y catedr¨¢tico de Est¨¦tica y Teor¨ªa de las Artes, ¡°ese naufragio es una acepci¨®n de nuestra ¨¦poca¡±.
El mundo es una procesi¨®n de ¨¢nimas que ¡°convierten la realidad y la cotidianidad en asuntos cada vez m¨¢s extra?os¡±, asegura Marta Sanz. La escritora se refiere a la mutaci¨®n de la estirpe cl¨¢sica de los fantasmas propiciada por temores que van desde potenciales guerras y conflictos mundiales, hasta peligros ambientales, amenazas cient¨ªficas, latrocinios, injusticia social, corrupci¨®n pol¨ªtica¡
La convivencia de esas dos clases de fantasmas se comprobar¨¢ a orillas del mar de Mallorca, del 16 al 18 de septiembre. En medio del rumor mediterr¨¢neo, las voces literarias de esas criaturas ser¨¢n invocadas por una treintena de narradores, ensayistas y fil¨®sofos de Espa?a y Latinoam¨¦rica. Ser¨¢ en las Conversaciones de Formentor bajo el ep¨ªgrafe Esp¨ªritus, fantasmas y almas en pena. Historias del m¨¢s all¨¢ en la literatura, organizadas por la Fundaci¨®n Santillana y patrocinadas por el hotel Barcel¨® Formentor. Las jornadas se abrir¨¢n este viernes con la entrega del sexto Premio Formentor de las Letras al italiano Roberto Calasso, gran autor con el doble magisterio de editor de Adelphi y ensayista y narrador.
Si el a?o pasado el tema de las conversaciones fue la maldad, ahora ¡°es justo prestar atenci¨®n a esas criaturas invisibles, intangibles e hipot¨¦ticas que han estimulado el ejercicio narrativo de tantas generaciones de escritores¡±, dice Basilio Baltasar, director del ?rea de Cultura de la Fundaci¨®n Santillana y organizador de estas Conversaciones.
Esplendor del m¨¢s all¨¢
El encuentro se producir¨¢ doscientos veranos despu¨¦s de que, a orillas de otras aguas, las del lago Lem¨¢n, en Ginebra, se viviera uno de los momentos cumbre de la literatura del m¨¢s all¨¢. Lord Byron alquil¨® Villa Diodati, donde durante tres d¨ªas fr¨ªos y oscuros como noches coincidieron su secretario John William Polidori y los escritores Mary Shelley y su esposo Percy Bysshe Shelley. Luego, Byron propuso que cada uno creara un relato de miedo. De all¨ª surgieron Frankenstein y la figura del vampiro. ¡°Lo que se ve¨ªa nacer no era solo la Revoluci¨®n Francesa o Industrial, sino algunas de las preguntas m¨¢s angustiosas de la modernidad¡±, escribe William Ospina en El a?o del verano que nunca lleg¨® (Literatura Random House).
Los fantasmas siempre han encontrado un resquicio para fascinar al ser humano. ¡°Aunque existen ejemplos de relatos de fantasmas ya en el siglo XVIII, como La aparici¨®n de Mr Veal (1706), atribuido a Defoe, el momento de mayor esplendor coincide con el periodo de auge cultural vivido durante la ¨¦poca victoriana en Inglaterra, en la segunda mitad del siglo XIX¡±, recuerda Juan Luis Gonz¨¢lez, uno de los editores de Valdemar, especializado en el g¨¦nero. Grandes escritores han alentado esos miedos.
Sombras en Espa?a
Espa?a no ha gozado de una gran tradici¨®n literaria. ¡°Por varios siglos de rechazo eclesi¨¢stico de todo lo fant¨¢stico, que compite con lo sobrenatural, un rechazo muy influyente en el mundo llamado culto...¡±, lamenta Jos¨¦ Mar¨ªa Merino. Pero el escritor y acad¨¦mico destaca ejemplos: en el siglo XVII, Posada del mal hospedaje, de Lope de Vega, o el ¡°convidado de piedra¡± que se lleva a El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina; en el XIX, Maese P¨¦rez el organista, o el personaje que regresa de El monte de las ¨¢nimas, de B¨¦cquer; en el XX, las Cr¨®nicas del sochantre, de ?lvaro Cunqueiro; o Pedro P¨¢ramo, del mexicano Juan Rulfo¡¡±.
Las mejores historias de fantasmas
RAFAEL ARGULLOL
El apocalipsis, de san Juan.
Divina comedia, de Dante.
El para¨ªso perdido, de John Milton.
La ca¨ªda de la casa Usher, de Edgar Allan Poe.
El perro de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle.
BASILIO BALTASAR
El extra?o caso del sr. Valdemar, de Edgar Allan Poe
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
Frankenstein o el Moderno Prometeo, de Mary Shelley.
Para leer al anochecer, de Charle Dickens.
El museo de los horrores, de H. P. Lovecraft.
CRISTINA FERN?NDEZ CUBAS
El manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jan Potocki.
Morella, de Edgar Allan Poe.
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
La casa, de Andr¨¦ Maurois (cuento breve contenido en Siempre ocurre lo inesperado)
La resucitada, de Emilia Pardo Baz¨¢n.
JUAN LUIS GONZ?LEZ
Corazones perdidos, de Montague Rhodes James.
La litera de arriba, de Francis Marion Crawford.
La muerte de Halpin Frayser, de Ambrose Bierce.
La puerta abierta, de Margaret Oliphant.
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
JOS? MAR?A MERINO
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
La leyenda de Sleepy Hollow, de Washington Irving.
El fantasma de la ¨®pera, de Gaston Leroux.
Relatos de fantasmas, de Edith Wharton.
El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde.
MARTA SANZ
El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde.
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
La dama de blanco, de Wilkie Collins.
Sudores fr¨ªos: de entre los muertos, de Pierre Boileau y Thomas Narcejac, en la que se basa la pel¨ªcula V¨¦rtigo, de Hitchcock.
Jennie, de Robert Nathan, en que se basa la pel¨ªcula hom¨®nima, dirigida por William Dieterle.
No es un g¨¦nero f¨¢cil al contar con dificultades para que sus relatos sean cre¨ªbles, revela Cristina Fern¨¢ndez Cubas. Aunque, agrega la narradora, ¡°pueden resultar aut¨¦nticas joyas. Y hasta donde la memoria me alcanza, considero las Leyendas de B¨¦cquer y algunos cuentos de Pedro Antonio de Alarc¨®n y Emilia Pardo Baz¨¢n aut¨¦nticos hitos en este mundo oculto. Mundo siempre presente entre los autores de Am¨¦rica Latina¡±.
Metamorfosis en el siglo XXI
Esas narraciones de desvelos han estado conectadas con la moda, y la moda de lo g¨®tico se ha convertido en nicho, explica Roger Clarke, autor de La historia de los fantasmas: 500 a?os buscando pruebas (Siruela). Para este investigador ¡°lo que la gente ha querido son diferentes clases de fantasmas que parecen cumplir diversas funciones. Ahora es la vuelta de fantasmas a la usanza del XIX, pero se les ayuda a aceptar que est¨¢n muertos y a seguir adelante, en lugar de interrogarlos sobre el m¨¢s all¨¢¡±.
El arquetipo se ha entrelazado con el de los zombis y los vampiros. Para Merino, ¡°los zombis representan a una mayor¨ªa inerte y desmemoriada, capaz de cierta radical y golosa antropofagia, y el vampiro pertenece a una sanguinaria especie que simb¨®licamente define muy bien ese mundo de corrupci¨®n sin escr¨²pulos que crece aliment¨¢ndose del patrimonio colectivo para empobrecernos a todos¡¡±.
Historias indisociables de la psicolog¨ªa y la cultura, afirma Gonz¨¢lez. Parece, a?ade el editor, que ¡°los miedos colectivos suelen encontrar su expresi¨®n y su catarsis en este tipo de ficci¨®n¡±. Cita, entonces, a David J. Skal y su ensayo, Monster Show (Valdemar), ¡°donde muestra c¨®mo ha cambiado el cine y la literatura de terror desde los a?os treinta del siglo XX, y la evoluci¨®n de los miedos¡±.
Esa metamorfosis de los fantasmas se aprecia, sobre todo, en la industria audiovisual, como se leer¨¢ este oto?o en El Imperio del Mal. El cine de terror norteamericano post 11-S (Valdemar), de Antonio Jos¨¦ Navarro. ¡°La industria cinematogr¨¢fica explota la inspiraci¨®n de los g¨¦neros literarios¡±, aclara Baltasar. Y agrega: ¡°El artificio industrial con sus imitaciones destruye el fundamento de la ficci¨®n: la sospecha de que ah¨ª se alberga algo m¨¢s verdadero, algo que nos concierne vitalmente. Justo lo que no encontramos en la industria del entretenimiento¡±.
En el siglo XXI hay dos clases de fantasmas, asegura Argullol: ¡°Los que se mueven en el resquicio de almas errantes y los n¨¢ufragos que deambulan por su cuenta. Estos segundos son consecuencia de nuestro tiempo de perfiles y referencias poco n¨ªtidas. En otras ¨¦pocas, quien andaba perdido ten¨ªa recursos como una ideolog¨ªa, una religi¨®n, una filosof¨ªa o un pensamiento colectivo que le encausaba. Hoy, la ausencia de esos referentes nos ha convertido en seres deslizantes. Estamos infirmitas a la deriva¡±.
La procesi¨®n de fantasmas no cesa. El pen¨²ltimo, desvela Argullol, ¡°procede de las confusiones entre la realidad y la fantasmagor¨ªa. Esa especie de espectro de mundos virtuales en que vivimos ha creado una forma de vivir el fantasma¡±.
ROGER CLARKE Y SUS TESTIMONIOS EN INGLATERRA
Hinton Ampner (1770), la historia en la que se inspiran autores como Henry James para Otra vuelta de tuerca.
Tedworth Drummer (1661), que se refiere a aspectos de la brujer¨ªa inherente a las historias de fantasmas del siglo 17.
Epworth Poltergeist (1716-1717) en la que la frecuencia de un cl¨¦rigo alimentada a la fundaci¨®n de una nueva religi¨®n en todo el mundo.
El caso borley Rector¨ªa (1929), result¨® ser una plantilla para el machismo de la moderna caza de fantasmas en el que los fantasmas tienen que ser 'cazados' en lugar de simplemente y con m¨¢s suavidad 'encontrados', y en el que la prensa moderna juega un gran papel en su propagaci¨®n.
El fantasma de Cock Lane (1762) donde todo tipo de elementos de clase y cultura de la bebida y el desorden urbano fueron clave en un contexto de asesinato y difamaci¨®n.
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