No ser¨¢ el libro del a?o
Entre tanta novedad hay obras que perdurar¨¢n. Por ejemplo, 'Qu¨¦ verg¨¹enza', de Paulina Flores
Ll¨¢menme negativo, pero lo dif¨ªcil no es decidir a qui¨¦n le dar¨ªas el Nobel sino a qui¨¦n se lo quitar¨ªas. El de la paz, que este a?o podr¨ªa terminar en Colombia, yo se lo quitar¨ªa a Obama, que vendi¨® la piel de Guant¨¢namo antes de cerrarla. A Churchill le quitar¨ªa el de literatura, que en su caso fue fruto de la confusi¨®n posb¨¦lica entre ca?¨®n y canon. El canon, precisamente, es algo sometido a revisi¨®n continua. En el terreno del arte antiguo es algo habitual, sobre todo por el lado de las atribuciones. En 1913, hace apenas un siglo, el cat¨¢logo de Rembrandt contaba con 988 obras. En 1935 eran 613 y en 1986, 280. Hoy los expertos reconocen 340. Buena forma de subrayar lo que Van Gogh dijo de su compatriota: ¡°Hay que haber estado varias veces muerto para pintar as¨ª¡±. Tambi¨¦n hay que haberlo estado para entrar definitivamente en la historia.
Cuando re¨²nen sus obras completas muchos poetas expurgan radicalmente sus primeros t¨ªtulos. Mientras, algunos narradores corrigen sus libros viejos publicando uno nuevo. Por eso se agradece la sinceridad de Luis Landero reconociendo el desliz de haber publicado su segunda novela ¡ªCaballeros de fortuna¡ª y la de Mu?oz Molina confesando que El invierno en Lisboa est¨¢ escrito ¡°de o¨ªdas¡±, lo que no impidi¨® que ganara el premio de la Cr¨ªtica y el Nacional de Literatura.
Como la moda, la industria editorial tiene dos temporadas: una siembra a las puertas de la primavera para cosechar en Sant Jordi y en las ferias del libro; otra, cuando asoma el oto?o para aprovechar el arranque del curso y la dulce campa?a de Navidad. Entre fasc¨ªculos y buenas intenciones con fecha de caducidad ¡ªel gimnasio, el ingl¨¦s, responder a los emails¡ª, estos d¨ªas se llenan de novedades imprescindibles, obras maestras y libros revelaci¨®n del mes (o de los pr¨®ximos 10 minutos). Cualquiera que recuerde el ¨¦xito sideral de El perfume o de En brazos de la mujer madura sabr¨¢ que cada temporada viene llena de partidos del siglo.
A veces, sin embargo, uno da con un autor nuevo y piensa: durar¨¢. Esa es la sensaci¨®n que transmite Qu¨¦ verg¨¹enza, la colecci¨®n de cuentos de Paulina Flores que la editorial Hueders public¨® en Chile y que Seix Barral lanz¨® ayer en Espa?a. El reencuentro de dos compa?eras de trabajo, el verano de un muchacho pobre junto a unas primas con mejor suerte o la relaci¨®n de un parado con sus dos hijas son algunos de los asuntos que esta chilena de 28 a?os maneja con madurez ins¨®lita. Es lo primero de su autora, pero ¡ªll¨¢menme contradictorio¡ª yo dir¨ªa que dentro de 12 meses seguir¨¢ siendo uno de los libros del a?o.
Babelia
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