Triunfo rotundo de Juan de ?lamo ante un toro indultado de Garcigrande

El diestro salmantino Juan del ?lamo emocion¨® con su toreo al p¨²blico de La Glorieta, donde indult¨® al toro que cerraba plaza, un astado de la ganader¨ªa de Garcigrande, por lo que sali¨® por la puerta grande, mientras que Morante de la Puebla y El Juli cortaron una oreja cada uno.

Con m¨¢s de tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Garcigrande y de Domingo Hern¨¢ndez, que, exceptuando el ¨²ltimo, fueron, en general, flojos y nobles.

Morante de la Puebla, pitos, y oreja y petici¨®n de la segunda.

El Juli, ovaci¨®n y oreja.

Juan del ?lamo, oreja y dos orejas y rabo simb¨®licos.

Juan del ?lamo desat¨® la locura en la plaza de toros de La Glorieta de Salamanca tras una faena emocionante al toro que cerraba plaza, ¡®Higuero¡¯, de la ganader¨ªa de Garcigrande, que no se cans¨® de embestir fundamentalmente por el pit¨®n derecho.

Tras una vibrante lidia, el toro fue indultado a petici¨®n del p¨²blico, y el torero recibi¨® las dos orejas y el rabo simb¨®licos.

En el tercero de la tarde, primero de su lote, que tambi¨¦n fue bueno, destacaron las dos primeras tandas por el pit¨®n derecho. Fue desarmado en un par de ocasiones cuando toreaba por el izquierdo. Mat¨® de estocada y descabello y pase¨® la primera oreja.

A Morante de la Puebla, que actu¨® en primer lugar, le correspondi¨® en suerte un toro manso y descastado, sin entrega, ni codicia, por lo que tras una leve faena y tres pinchazos dej¨® una estocada casi entera. Pitos del p¨²blico para el matador y el astado.

Nada m¨¢s estoquear al toro, un antitaurino salt¨® con una pancarta contra la tauromaquia, y fue reducido y expulsado por la Polic¨ªa. Posteriormente, el diestro sevillano interpuso una denuncia.

A su segundo, un animal noble y justo de fuerzas, que fue ovacionado en el arrastre, le cort¨® una oreja tras una estocada casi entera despu¨¦s de una faena con pinceladas y detalles.

El Juli se enfrent¨® a un descastado toro de Garcigrande, con el que intent¨® faena por ambos pitones. Mat¨® al segundo intento y dej¨® la espada un poco trasera, que fue suficiente para que el toro doblara, lo que le mereci¨® una ovaci¨®n, mientras que se escucharon leves pitos para el toro en el arrastre.

A su segundo, un animal noble pero sin demasiado recorrido le cort¨® una oreja despu¨¦s de una faena intermitente que concluy¨® con una buena estocada.