La clase magistral de cine de Bertrand Tavernier
El director da cuenta de sus conocimientos y de su rendida admiraci¨®n por los grandes maestros en el documental de tres horas 'Viaje por el cine franc¨¦s', presentado en el Festival de San Sebasti¨¢n
Consciente de sus elecciones afectivas y asumiendo con plena responsabilidad cada una de sus apuestas y cada uno de sus descartes, Bertrand Tavernier (Lyon, 1941) ha plasmado en Voyage ¨¤ travers le cinema fran?ais (Viaje por el cine franc¨¦s) su personal canon de pel¨ªculas y directores. El documental, de m¨¢s de tres horas de duraci¨®n, es un tesoro por doble v¨ªa: primero, por la cantidad de informaci¨®n sobre el g¨¦nero; y segundo, por la extrema sensibilidad, amor y a veces colmillo a la hora de contarla. La pel¨ªcula, que fue estrenada en el ¨²ltimo Festival de Cannes, ha abierto la secci¨®n Zabaltegi del Festival de San Sebasti¨¢n y llegar¨¢ a las pantallas espa?olas en primavera.
Los grandes colosos del cine franc¨¦s de los a?os 30, 40, 50 y 60 desfilan por la pel¨ªcula. Los Bresson, Renoir, Becker, Carn¨¦, Sautet, Truffaut, Godard, Gabin, Signoret, Simon, Moreau y compa?¨ªa conforman el casting de Tavernier, que se pas¨® seis a?os preparando el documental y 80 semanas para acabar el montaje. ¡°He huido absolutamente del academicismo y de dar lecciones a nadie, no soy ni profesor ni cr¨ªtico de cine¡ esta es mi apuesta personal, mi viaje por aquellos maestros que amo y lo que sus pel¨ªculas me hicieron sentir y s¨ª, en cierto modo puede ser considerada como una autobiograf¨ªa¡±, ha comentado el director de La vida y nada m¨¢s, L627 y Capit¨¢n Conan durante una charla con este diario.
Al igual que hiciera su amigo Martin Scorsese con el cine italiano y el americano en sendos documentales Il mio viaggio in Italia (Mi viaje a Italia) y Un viaje personal con Martin Scorsese a trav¨¦s del cine americano, y ¨¦l mismo con sus dos monumentales vol¨²menes sobre el cine norteamericano, Bertrand Tavernier disecciona las obras cl¨¢sicas de la cinematograf¨ªa francesa y a los personajes que las hicieron posibles. El resultado es una gigantesca clase magistral no solo a nivel hist¨®rico, sino tambi¨¦n a nivel t¨¦cnico. Ver una secuencia de La regla del juego o de Par¨ªs bajos fondos mientras se escucha a Tavernier en off explicar ese travelling de Renoir (¡°un genio como cineasta, una puta como persona¡±, seg¨²n le dijo un d¨ªa el actor Jean Gabin al propio Tavernier) o la importancia de esos fondos de plano es un placer para cualquier amante del cine y un privilegio para todo amante del cine cl¨¢sico franc¨¦s.
A las tres horas y cuarto de la pel¨ªcula se sumar¨¢n nueve episodios de una hora de duraci¨®n que ser¨¢n emitidos en la televisi¨®n francesa: es la prolongaci¨®n de un proyecto monumental cuyo proceso de financiaci¨®n no fue precisamente un cuento de hadas. Hay que tener en cuenta que cada minuto reproducido de una pel¨ªcula de Jean Renoir o de Robert Bresson cuesta mil euros. ¡°Y teniendo en cuenta todo el material que hemos utilizado, lo menos que puedo decir es que eso significa una bonita suma de dinero¡±. Tavernier se muestra hoy especialmente ofuscado ante el hecho de que cadenas televisivas supuestamente sensibles a este tipo de producciones como Arte o Canal Plus no apostasen por ¨¦l (Canal Plus Francia s¨ª entr¨® al final, no as¨ª la cadena cultural Arte). Finalmente, las hist¨®ricas Path¨¦ y Gaumont unieron esfuerzos para que el filme viera la luz.
El director franc¨¦s pone en pie todos los argumentos posibles para seguir haci¨¦ndose aquella pregunta que el escritor y Premio Nobel franc¨¦s Jean-Marie Le Cl¨¦zio lanzaba en el prefacio al libro de Robert Bresson Notas sobre el cinemat¨®grafo: ¡°?Son las preguntas las que hacen las pel¨ªculas o son las pel¨ªculas las que plantean las preguntas?¡±. Tambi¨¦n retoma Tavernier la que para ¨¦l es sin duda una de las biblias del cine en cuesti¨®n de metodolog¨ªa ¨¦tica del oficio: el elogio que Jacques Rivette pronunci¨® sobre Howard Hawks, en el sentido de que ¡°era alguien que sab¨ªa colocar la c¨¢mara a la altura del hombre¡±.
Para Tavernier, que asegura que todo esto le ha servido entre otras cosas para ¡°reevaluar muchas pel¨ªculas, algunas de las cuales no me gustaban y ahora me han gustado¡±, se trata en definitiva de plantar un espejo delante de un pa¨ªs, un espejo en forma de cine. ¡°Este arte del cine es el espejo perfecto para entender un pa¨ªs. El cine americano te da una imagen perfecta de lo que son los Estados Unidos, y espero que esta pel¨ªcula haga lo propio con mi pa¨ªs y su sociedad¡±, explica. El cine, espejo perfecto y, volviendo a Bresson, ¡°la eyaculadora fuerza del ojo¡±.
Babelia
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