Pero, ?qui¨¦n es Fan Bingbing?
La actriz y cantante china es la persona m¨¢s famosa de Asia y una de las int¨¦rpretes mejor pagadas seg¨²n 'Forbes'
A un espectador europeo el nombre y el rostro de Fan Bingbing no le dice nada. Y sin embargo, en medio del s¨¦quito de 25 personas, que como un grupo salvaje deambula por el vest¨ªbulo del hotel Mar¨ªa Cristina en San Sebasti¨¢n, anda protegida una estrella china de 35 a?os reci¨¦n cumplidos, cantante y actriz, productora televisiva y cimiento de un imperio audiovisual. Presente en los ¨²ltimos a?os en la lista de Forbes de actrices mejor pagadas,?este verano apareci¨® en quinta posici¨®n -primera no anglosajona- en el r¨¢nking, por delante de Amy Adams, Charlize Theron o Julia Roberts: unos 15 millones de euros solo en el cine. Porque la imagen de Fan extiende sus tent¨¢culos en moda, m¨²sica, maquillaje o joyer¨ªa. Es decir. L'Or¨¦al, Louis Vuitton, Chopard... Las marcas se vuelven locas con ella.
Desde hace a?os la estrella es una habitual en la alfombra roja de Cannes: ella se asegura presencia medi¨¢tica y el festival llega as¨ª hasta la costa pac¨ªfica. Y en Hollywood corrieron en cuanto descubrieron su potencial: aparece en Iron Man 3 y en X-men: d¨ªas de futuro pasado con la intenci¨®n de que esos taquillazos tambi¨¦n hicieran saltar la banca en los cines chinos. Al fin y al cabo tiene 40 millones de seguidores en Weibo, la red social china. Por no hablar de su curr¨ªculo, repleto de todo tipo de premios cinematogr¨¢ficos.
De todo eso no se habla en el festival de San Sebasti¨¢n, y s¨ª de su estrafalario vestuario, marca de la casa (un vestido con dos dragones que luci¨® en Cannes en 2010 acab¨® dos a?os m¨¢s tarde en el Victoria & Albert Museum) donde hoy protagoniza en la secci¨®n Oficial a concurso I'm not madame Bovary, que describe la lucha de una mujer contra la burocracia china: quiere que se revierta su divorcio, realizado por cuestiones econ¨®micas, porque su marido le enga?¨®. Y adem¨¢s espera dejar claro que no es una ad¨²ltera -de ah¨ª el t¨ªtulo internacional de este drama-. Ella sola va poniendo en aprietos a diferentes escalafones del aparato estatal: jueces, alcaldes, delegados. "Yo he hecho esta pel¨ªcula porque creo que ha llegado el momento de cambiar mi carrera", asegura. A su lado, en la entrevista, el director Feng Xiaogang, el considerado Spielberg chino por su ¨¦xito en la taquilla, aunque lo suyo sean las comedias. Ambos han virado para sumergirse en un dramote que no deja en buen lugar al aparato burocr¨¢tico del Partido Comunista Chino, que seg¨²n el dibujo f¨ªlmico est¨¢ lleno de tipos grises e in¨²tiles sin ninguna capacidad de iniciativa salvo la de pasar los marrones al de abajo.
"He hecho esta pel¨ªcula porque creo que ha llegado el momento de cambiar mi carrera"
Fan ha decidido no centrarse en Occidente por temor a que lanzarse a por un estrellato occidental resquebrajara su poderosa base nacional. As¨ª que rueda constantemente en su pa¨ªs y lo simultanea con otras pel¨ªculas como Atrapa a un ladr¨®n, con Johnny Knoxville y Jackie Chan, la ¨²nica estrella famosa de verdad a ambos lados del Pac¨ªfico. En I'm not madame Bovary aparece con la cara lavada, el pelo recogido y su rostro va progresivamente envejeciendo seg¨²n transcurren los a?os. Vamos, irreconocible. Y nada que ver con la cara p¨¢lida en tono blanco arroz y una larga trenza -en China siguen mucho sus cambios de peinado y ella pide tres horas previas de maquillaje y peluquer¨ªa antes de sus apariciones p¨²blicas- con la que recibe a la prensa. "Ahora mismo yo sola escojo mis proyectos. Escucho a la gente que me rodea, pero la ¨²ltima palabra es m¨ªa. Y el resultado ha reafirmado mi decisi¨®n".
La conversaci¨®n entra en una deriva absurda por culpa de los fallos de traducci¨®n. En un momento del drama, a la protagonista la viola su nuevo novio. La mujer recalca que le ha violado, ¨¦l le responde que llevaba a?os queriendo mostrarle su amor y que si le ha gustado, y ella responde que ha sido lo m¨¢s bonito que le ha pasado en la vida. ?No les preocupa el mensaje? "Bueno, en los pases hace pocos d¨ªas gust¨® mucho". ?Perd¨®n? Es una violaci¨®n. "En realidad, no es tal, sino que se ve con humor negro. En esta pel¨ªcula un espectador puede sonre¨ªr hasta m¨¢s de 50 veces, y eso nunca me hab¨ªa pasado". ?No han tenido problemas con la censura con esa imagen del funcionariado? "Bueno, es humor negro", responden los traductores, ya que Fan no habla ingl¨¦s. ?Perd¨®n? "S¨ª, creo que eso se le escapa al espectador occidental y que mis compatriotas lo van a entender mejor", responde de nuevo. "Cada pa¨ªs tiene sus propios problemas", intercede el director. "Lo que queremos es un mundo y una China mejor. Lo mismo es un problema de traducci¨®n". Lo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.