Sigourney Weaver: ¡°Las mujeres somos el pegamento que une al mundo¡±
La actriz neoyorquina recuerda su carrera horas antes de recibir el Premio Donostia y de la proyecci¨®n de 'Un monstruo viene a verme', de J. A. Bayona
La infancia y la adolescencia de Sigourney Weaver (Nueva York, 1949) no fueron aparentemente dif¨ªciles. Hija de un presidente de la cadena NBC, a los 11 a?os asist¨ªa a conciertos de The Beatles en Los ?ngeles ¡ªcomo puede verse en el documental de Ron Howard The Beatles: eight days a week¡ª, estudi¨® en colegios privados y m¨¢s tarde Literatura en la Universidad de Stanford¡ Sin embargo, se complic¨® la existencia al querer ser actriz, m¨¢s a¨²n, una actriz de teatro. Porque talento le sal¨ªa a borbotones, pero su f¨ªsico contundente, sus 1,80 metros de altura, no parec¨ªa el adecuado. Parec¨ªa. Cuatro d¨¦cadas m¨¢s tarde, el curr¨ªculo de la neoyorquina, una pionera, aturde por su profundidad y calidad. Y all¨ª, al inicio, junto a los seis segundos en los que se puede ver a Susan Alexandra Weaver (el nombre Sigourney lo eligi¨® de un personaje de El gran Gatsby) en Annie Hall, est¨¢ Alien, la pel¨ªcula que le lanz¨® a la fama, y que comenz¨® su recorrido en el festival de San Sebasti¨¢n en 1979. ¡°No creo que ninguno de vosotros recuerde aquella visita. Vamos, es que ni hab¨ªais nacido la mayor¨ªa. Me dieron un extra?o regalo¡ Desde entonces este certamen ocupa un lugar muy especial en mi coraz¨®n, porque seleccionaron aquella peque?a pel¨ªcula de ciencia-ficci¨®n, porque vine con mis padres¡¡±, ha contado Weaver esta ma?ana en la rueda de prensa previa a su recogida del premio Donostia y a la proyecci¨®n de Un monstruo viene a verme, de J. A. Bayona, en la que encarna a la abuela de la protagonista, un personaje a priori secundario, en realidad fundamental.
En el encuentro con los periodistas, Weaver ha dado un par de latigazos verbales en los que ha insinuado su legendario caracter. El uso de la fusta dial¨¦ctica lo ha combinado con una sonrisa t¨ªmida, que ha enarbolado cuando la han definido como "icono de belleza" (un t¨¦rmino que le ha hecho re¨ªr). O cuando ha ahondado en el papel actual de la mujer: "Somos el pegamento que mantiene unido el mundo. En EE UU creo que a pesar de los vaivenes tendremos por fin una presidenta, ya va siendo hora. Nuestra lucha pasada est¨¢ cuajando con mujeres en puestos relevantes. Un monstruo viene a verme tiene a dos grandes productoras detr¨¢s [Bel¨¦n Atienza y Sandra Hermida]. En fin, en esta pel¨ªcula, como en muchos personajes de mi carrera y se lo agradezco a los directores con los que he trabajado y me entendieron, mi papel no es solo una mujer con momentos vulnerables. Claro que los tiene, como ocurre en la vida real, pero en esa vida real tampoco nos sentamos a esperar que nos salve un hombre".
Sobre esa carrera, tras las risas al recordar c¨®mo con 11 a?os asisti¨® al concierto en Los ?ngeles de The Beatles ("Los vi rodeada de mujeres llorando. As¨ª que de vez cuando yo tambi¨¦n gritaba, para sentirme integrada entre ellas") y reconocer que aquella edad, los 11, puede que sea su favorita, ha confesado la suerte que le ha acompa?ado: "Por eso he trabajado con grandes directores. Usted menciona a Allen, Scott, Weir, Fincher y Cameron. Yo a?adir¨ªa a Ang Lee. No puedo comparar a Jota con ninguno de ellos, porque posee su propio talento. Es apasionado, con gran confianza en s¨ª mismo, conecta de forma instintiva con el material. Fincher, por ejemplo, es m¨¢s intelectual; Jota, m¨¢s volc¨¢nico. El guion de Un monstruo viene a verme [que se estrena comercialmente el 7 de octubre] hab¨ªa que llevarlo al p¨²blico de forma sincera, y Jota ha sido el perfecto capit¨¢n para este barco". S¨ª incidi¨® especialmente en uno de ellos: Peter Weir, con quien colabor¨® en El a?o que vivimos peligrosamente. "Peter me ayud¨® a entender c¨®mo rendirte al caos de una pel¨ªcula, porque yo ven¨ªa del teatro. Y me preocupaba demasiado por la historia. Hay un caos que puede hundirte, y por eso debes tener un director fuerte que te gu¨ªe".
"No puedo comparar a Jota con ninguno de ellos, porque posee su propio talento. Es apasionado, con gran confianza en s¨ª mismo"
Como apunt¨® Bayona en la conversaci¨®n: "Es obvio por qu¨¦ ten¨ªa que elegir a Sigourney para el personaje de la abuela. A diferencia de otras actrices que encarnan a mujeres guerreras, en su trabajo puedes ver los pliegues emocionales, su sensibilidad". Weaver ¡ªtres veces candidata al Oscar con Alien, Armas de mujer y Gorilas en la niebla¡ª asegur¨® trabajar ahora m¨¢s que nunca: "No envidio a Russell Crowe, que por otra parte me parece un gran actor, pero el cine hoy, y la literatura a lo largo de su existencia, ha contado grandes historias con potentes personajes femeninos. Durante a?os en la comedia aparec¨ªan mujeres grotescas que yo quise evitar. Ahora el paisaje es distinto, con mujeres de alto perfil, presidentas de grandes instituciones mundiales, y eso se refleja el cine. Es un excelente momento para las mujeres". Aunque coment¨® que el nuevo t¨ªtulo de la saga Alien se ha retrasado ya que tanto el director, el sudafricano Neill Blomkamp, como ella tienen "proyectos previos a los que atender".
"En Espa?a tienen una relaci¨®n especial con el cine, al que consideran una expresi¨®n art¨ªstica"
Antes de reconocer que como actriz de teatro no le importa el tama?o del papel, sino su calidad, y que por eso nunca ha abandonado los escenarios, ech¨® un par de piropos a Espa?a: "Me encanta trabajar aqu¨ª. Porque creo que tienen una relaci¨®n especial con el cine, al que consideran una expresi¨®n art¨ªstica, y no solo negocio. He trabajado varias veces aqu¨ª y siempre he disfrutado. Por ejemplo, aqu¨ª el equipo t¨¦cnico ha le¨ªdo el guion, y surge una energ¨ªa muy positiva tambi¨¦n desde ese equipo. Mi primer festival fue San Sebasti¨¢n, y me siento muy honrada con el Donostia al que considero un aliento para seguir". Y Sigourney la pionera se levant¨®.
Babelia
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