Ken Watanabe, el hombre que se peg¨® con Tom Cruise
La estrella japonesa, habitual del cine de Hollywood con 'El ¨²ltimo samur¨¢i', 'Batman begins' u 'Origen', presenta 'Ikari', un 'thriller' que indaga en las ra¨ªces del mal
La ¨²ltima de las grandes estrellas en pisar el festival de San Sebasti¨¢n ha sido el japon¨¦s Ken Watanabe (Uonuma, 1959), el hombre que ha combinado una fruct¨ªfera filmograf¨ªa en su pa¨ªs con proyectos hollywoodienses como El ¨²ltimo samur¨¢i -la pel¨ªcula que coprotagoniz¨® con Tom Cruise, le hizo conocido para el gran p¨²blico occidental y por la que fue candidato al Oscar-, Origen, Transformers, Batman begins o Cartas desde Iwo Jima. El a?o pasado triunf¨® en Broadway con una nueva versi¨®n del musical El rey de Siam (El rey y yo), candidatura a los Tony incluida, y este a?o no pudo retomar el papel por un c¨¢ncer estomacal del que fue r¨¢pidamente intervenido.
No es la primera vez que esa enfermedad se cruza en su vida: en 1989 fue tratado contra una leucemia. En San Sebasti¨¢n aparece recuperado, feliz por presentar Ikari (Rabia), en la que encara uno m¨¢s de los innumerables personajes secundarios de este filme coral y apoyando a su director, Lee Sang-il, con el que ya hab¨ªa colaborado, atenci¨®n, en la versi¨®n japonesa de Sin perd¨®n, Yurusarezaru mono (2013), en la que la acci¨®n transcurr¨ªa al final del siglo XIX japon¨¦s. Por supuesto, Kensaku -su nombre completo- Watanabe daba vida al personaje de Eastwood.
Todo lo anterior sirve para entender que cuando la gigantesca figura de Watanabe cruza el vest¨ªbulo del Mar¨ªa Cristina -aparenta medir mucho m¨¢s de los 1,84 metros oficiales-, Jap¨®n entero suspira. En Ikari encara a un trabajador de un puerto, que ha logrado sacar a su hija de la prostituci¨®n y que vive temeroso de que volver a perderla. Es una de las tres historias de un drama que se anuncia como thriller por el salvaje doble asesinato con el que comienza la trama. "Yo quer¨ªa analizar de d¨®nde nace la ira que mueve a un asesino", apunta el director, que encontr¨® en una novela muy popular en su pa¨ªs el material que alimenta su guion. Watanabe ley¨® primero el guion y posteriormente el libro, para hacerse una idea del conjunto. "Como cada historia se desarrolla en un lugar distinto, el director empez¨® a pensar en el montaje durante el rodaje de la tercera, justo en la que trabajo yo. Y fui consciente que ¨¦l estaba pensando en lo que hac¨ªa y a la vez en c¨®mo mezclar¨ªa todo el material". ?Y a ¨¦l como actor le preocupaba ese conjunto? "Es uno de los personajes que m¨¢s me ha costado de mi carrera. Habituado a personajes fuertes, muy rectos en su moral, este tra¨ªa el reto de su inseguridad y de cierta pasividad. Eso era lo que me preocupaba. Le¨ªdo el guion, ten¨ªa muchas dudas y en el rodaje nos visit¨® el escritor de la novela, Shuichi Yoshida. Le pregunt¨¦ y me confes¨® que no pod¨ªa resolver mis dudas. Al final acordamos que era un hombre que acepta el sufrimiento".
Para Ikari ha reducido su brutal fisicidad. Acostumbrado a ocupar mucha pantalla, Watanabe ha trabajado su cuerpo tal y como aprendi¨® en Broadway. "Gracias al musical tengo un mayor control sobre mi f¨ªsico. As¨ª que en el rodaje entend¨ª que ten¨ªa, no s¨¦ explicarlo mejor, recortar mi cuerpo, parecer un ser desenfocado, que busca asideros vitales que no alcanza". ?Al contrario de los guiones que le llegan de Hollywood? Watanabe se echa a re¨ªr y afirma con la cabeza. "Reconozco que no me llegan historias como esta, en la que he sentido no que me desnudara sino que directamente me dejaban en carne viva".
"Habituado a personajes fuertes, muy rectos en su moral, este tra¨ªa el reto de su inseguridad y de cierta pasividad" (Ken Watanabe)
Watanabe asegura que no puede encarar un papel sin encontrar una conexi¨®n emocional con ¨¦l. "Soy padre y de ah¨ª saqu¨¦ en este caso el hilo que me un¨ªa a su desesperaci¨®n por el futuro de su hija. Por si fuera poco, Lee Sang-il no trabaja as¨ª, sino que sumerge a todo el reparto en la historia. As¨ª que no tuve tiempo para mis propios pensamientos, sino que todo era el personaje. Durante el rodaje, mi hija se cas¨® y tuve que salir y volver a entrar en este padre tanto f¨ªsica como emocionalmente. Fue una sensaci¨®n muy muy extra?a".
?Seguir¨¢ compaginando industrias, saltando de un lado al otro del Pac¨ªfico? "Disfruto de ambos lados. Ahora mismo vivo el privilegio de hacer solo lo que me interesa, de disfrutar de un equilibrio entre ambas partes"
Al actor le gusta repetir con los directores, y Lee Sang-il se lo agradece: "A¨²n no he encontrado el fondo art¨ªstico de Ken. Por eso sab¨ªa que tras una pel¨ªcula protagonizada por un hombre que ha hecho de la lucha el centro de su vida no podr¨ªa rechazar un guion con un tipo que no sabe luchar". Y Watanabe se r¨ªe: "Un director solo puede hacer una pel¨ªcula cada tres a?os. As¨ª que tendr¨¦ que hacer otras cosas hasta que ¨¦l vuelva con otro proyecto".
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