El Macbeth de Giuseppe Verdi se reinventa en el Teatro Col¨®n
Marcelo Lombardero y Stefano Ranzani presentan en Buenos Aires una osada puesta de la ¨®pera del compositor italiano
Sube el tel¨®n en el Teatro Col¨®n de Buenos Aires. La sala est¨¢ llena. Se estrena Macbeth, la ¨®pera que Giuseppe Verdi escribi¨® en 1847 y reescribi¨® en 1865, cuando su pluma ya hab¨ªa evolucionado desde el cl¨¢sico melodrama italiano al ¡°mejor Verdi¡± de Rigoletto, Il trovattore y La Traviata. Se ven a¨²n algunos m¨®viles prendidos en la platea y en los palcos. En el escenario, una escalera de piedra oscura lleva hacia un edificio en ruinas con columnas. Hay ca?os de desag¨¹e, casas en llamas y soldados armados con ametralladoras. Un coro de mujeres-brujas saquea a los combatientes que yacen muertos en las calles de alguna ciudad de mediados del siglo XX. Entra un militar de alto rango: podr¨ªa ser Benito Mussolini, Adolf Hitler o tambi¨¦n Muamar al Kadafi, si no fuese por su uniforme europeo. Pero es Macbeth, el Macbeth que ha ideado el director de escena argentino Marcelo Lombardero para el Teatro Col¨®n del siglo XXI.
Desde el inicio el p¨²blico sabe que no est¨¢ ante una puesta tradicional, y as¨ª ser¨¢ durante toda la obra. Al final habr¨¢ muchos aplausos y algunos abucheos. Pero es seguro que nadie saldr¨¢ del teatro tal como ha entrado. Y esa fue la intenci¨®n de Lombardero quien, en colaboraci¨®n con el director musical Stefano Ranzani, viaj¨® en el tiempo con una obra que tuvo un sentido cuando William Shakespeare la escribi¨® en el siglo XVII y otro cuando Verdi la convirti¨® en una ¨®pera en el siglo XIX. ¡°Lo que en Shakespeare es m¨ªtico en Verdi es realismo, carne y sangre. Por ejemplo, las brujas son un coro que le canta a Macbeth, no son brujas del medioevo o del Renacimiento ingl¨¦s. Lo que escuchamos es m¨²sica italiana del siglo XIX¡±, dijo Lombardero durante una charla abierta celebrada minutos antes del estreno. ¡°Por eso el protagonista de esta ¨®pera es el coro, el pueblo, que es a qui¨¦n le habla Verdi¡±, agreg¨®.
?C¨®mo contar entonces el Macbeth del Verdi en el a?o 2016? Ah¨ª es donde Lombardero subi¨® la apuesta y se arriesg¨® a un todo o nada, ante un p¨²blico muchas veces reacio a innovaciones sin red. ¡°Verdi toma una historia de Shakespeare y la traduce para hacer un drama cultural de su ¨¦poca. Yo tengo que resignificarla, traerla hacia ac¨¢ para contar una historia que est¨¢ ah¨ª. No puedo pensar en el final de Macbeth sin pensar en la muerte de Mussolini colgado en una plaza o de Kadafi ajusticiado y grabado con un tel¨¦fono m¨®vil. No puedo pensar en el coro de escoceses del final sin pensar en el drama de los refugiados¡±, dijo. As¨ª, Macbeth se convirti¨®, en la voz formidable de tenor argentino Fabi¨¢n Veloz, en un dictador como cualquier otro, enfermo de poder y dispuesto a pagar cualquier precio por ¨¦l. Lady Macbeth, en la italiana Chiara Taigi, fue una mujer fr¨ªa y calculadora, tan despampanante en la cima como disminuida y humillada cuando sucumbe ante la locura. ¡°Macbeth es un hombre peque?o y lady Macbeth lo gobierna. En el d¨²o del comienzo la voz de ella es potente y la del hombre es peque?a, temerosa. Pero al final ella tendr¨¢ una muerte triste y ¨¦l una heroica, si se le puede llamar as¨ª¡±, dijo Ranzani.
La puesta de Lombardero fue cinematogr¨¢fica, con un aire a comic negro de los a?os 50. El p¨²blico vio escenograf¨ªas corp¨®reas y virtuales, y trabajos con proyecciones prefilmadas y otras en vivo. El efecto est¨¦tico fue impactante, avasallador. Pero Lombardero aclar¨® que las partituras originales de Verdi no fueron alteradas. ¡°El compositor puso todo tipo de detalles en la partitura: ¡®hablado¡¯, ¡®susurrado¡¯, ¡®oscuro¡¯. Piensa todo el tiempo en la funci¨®n dram¨¢tica de las voces¡±, explic¨®. Esa alquimia entre una est¨¦tica actual y m¨²sica original es lo que garantiz¨®, seg¨²n Lombardero, que ¡°no se haga cualquier cosa¡±. ¡°Si nos quedamos parados s¨®lo en la vestimenta y no en lo que estamos contando transformamos un espect¨¢culo teatral en una fiesta de disfraces¡±, dijo.
Lombardero logr¨® conjurar esa amenaza est¨¦tica, pese a la sorpresa inicial de algunos y el rechazo final de otros. Y el mensaje que quiso dar a su obra el compositor italiano qued¨® claro. Ranzani lo resumi¨® as¨ª: ¡°El final del Macbeth de Verdi es falsamente triunfal porque de una dictadura se pasa a otra, la de los ingleses en Escocia. Verdi nos dice que los hombres no deben ser gobernados en la opresi¨®n¡±.
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