Tres: domador de silencios
El artista conceptual muri¨® el pasado mi¨¦rcoles
El edificio del museo enmudece gradualmente. Poco a poco, aquellos sonidos a los que no hab¨ªamos prestado atenci¨®n van desapareciendo, uno tras otro, dejando tras de s¨ª un silencio cada vez m¨¢s estruendoso. El aire acondicionado, los peque?os ventiladores de los ordenadores situados junto la entrada, un remoto motor el¨¦ctrico, las luces fluorescentes de un espacio adyacente¡ Sus sonidos se nos hacen presentes justo y s¨®lo despu¨¦s de su desaparici¨®n. Y cuando pensamos que ya no queda nada que escuchar, cuando el sonido nos parece ya del todo ausente, el artista, llamado Tres, desactiva un ¨²ltimo dispositivo y consigue que nos sumerjamos todav¨ªa m¨¢s hondo en el silencio. Tres, que siempre prefiri¨® ocultar su verdadero nombre y muy a menudo tambi¨¦n su rostro, llamaba a este tipo de acciones ¡°conciertos para apagar¡± y hace unos a?os los rebautiz¨® como Blackouts (¡°apagones¡±).
Estas acciones fueron s¨®lo una de las muchas ideas que su autor extrajo de su l¨²cida comprensi¨®n del silencio. Los miembros de la Banda de la Unidad Montada de la Guardia Urbana de Barcelona todav¨ªa recuerdan el dia en que Tres les pidi¨® que tocaran (¡°pero sin tocar¡±) sus instrumentos durante un desfile en el que los caballos iban a llevar trozos de fieltro bajo los cascos para amortiguar el sonido de sus pasos. Tambi¨¦n fueron memorables sus c¨®cteles silenciosos, sus conciertos para tubas sobre el agua de diversos lagos o los dos ciclos que entre los a?os 2009 y 2011 comisari¨® en el Espai 13 de la Fundaci¨® Mir¨®. En un pa¨ªs donde las instituciones art¨ªsticas todav¨ªa parecen temer al sonido y no han aprendido (o no han querido aprender) a hacer resonar sus paredes blancas aquellas dos magn¨ªficas series de exposiciones, tituladas Silencio expl¨ªcito y Sonido impl¨ªcito, fueron un verdadero regalo.
Tres tambi¨¦n trabaj¨® en el ¨¢mbito de la m¨²sica experimental (en las bandas Klamm y The Fake Druids as¨ª como junto al artista Zush / Evru) y durante un breve periodo de tiempo decidi¨® romper con su silencioso disciplinamiento con una serie de piezas y acciones en las que empleaba el ruido de los disparos de una pistola de fogueo como un reverso del silencio a trav¨¦s del cual se lo pod¨ªa rasgar y subvertir. Tres coincid¨ªa con John Cage en aquello de que ¡°el silencio no existe¡± pero pronto comprendi¨® que, a pesar de todo, pod¨ªa ser escuchado; que deb¨ªa ser escuchado. Comprendi¨® tambi¨¦n que escuchar a trav¨¦s y m¨¢s all¨¢ del silencio es una acci¨®n profundamente pol¨ªtica: siempre hay algo hacia lo que tender el o¨ªdo, incluso (o muy especialmente) despu¨¦s de su silenciamiento.
A trav¨¦s de sus imaginativos y siempre po¨¦ticos dispositivos conceptuales Tres supo domar el silencio y emplearlo para llamar la atenci¨®n sobre cuestiones y problem¨¢ticas que le preocupaban como artista pero tambi¨¦n (y sobre todo) como individuo comprometido con la realidad. Cuando este mi¨¦rcoles los o¨ªdos siempre abiertos de par en par del querido Tres se cerraron nos fue legado su maravilloso trabajo y con ¨¦l la responsabilidad de escuchar; de saber hacerlo incluso cuando el ruido o el silencio son atronadores.
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