Donde Lorca fue feliz
Pocas veces fue Federico m¨¢s efervescente, libre y gozoso que en su periplo americano
Transitando por el paseo del Prado, en La Habana, esta primavera de 2016, me pregunto por los pasos de Lorca a lo largo de esta gran avenida, tan gaditana como atl¨¢ntica, que como las calles de las ciudades definidas por el mar, van a dar a las playas, que trat¨¢ndose de Federico son orillas del viajar. El horizonte que le abre la mirada viene de lejos. De las huertas andaluzas y las dunas ¨¢rabes, que pasan como nubes claras bajo los cielos que lo protegen. Pero vienen tambi¨¦n del polvo ardiente del camino, que atraviesa el deambular gitano.
Seguro que las negras floridas le lanzaban piropos atrevidos que le hac¨ªan re¨ªr
Aqu¨ª, me digo, Lorca fue feliz. Seguro que las negras floridas le lanzaban piropos atrevidos que le hac¨ªan re¨ªr. En verdad, pocas veces fue Federico m¨¢s efervescente, libre y gozoso que en su periplo americano, que empez¨® en Nueva York y el Harlem, donde, sospecho, se pregunta por el jazz desde el flamenco, tal como en Cuba, en el Monte, se preguntar¨¢ por los ritos negroides, que celebran el recomienzo del mundo, y le recuerdan los cuentos moros de dioses displicentes, que le dejan al hombre ser el juez de sus propios actos. En Buenos Aires y Montevideo lo esperaba un p¨²blico rendido a su genio verbal, y sus obras de teatro fueron aplaudidas con gratitud. A su familia les escribe que nunca le han recibido y recompensado mejor.
Esos paralelismos elocuentes, musicales, m¨¦tricos y r¨ªtmicos, este apetito de prolongar el presente en la reverberaci¨®n de la voz, se cruzan entre el flamenco ¨¢rabe y el jazz afroamericano y el canto m¨¢gico antillano, y est¨¢n en la hechura de Poeta en Nueva York como una fina trama resonante, y en el espect¨¢culo sin comienzo ni final de El p¨²blico, su obra m¨¢s intrigante y fecunda. Las orillas americanas le fueron propicias y le dieron, a manos llenas, las gracias. Y no en vano esa llama viva de la hospitalidad atl¨¢ntica es la nueva tradici¨®n que le prolong¨®, todo lo que pudo, la vida que le debemos.
Julio Ortega (Casma, Per¨², 1942) es escritor y cr¨ªtico, catedr¨¢tico de Literatura en Brown University, EE UU.
Babelia
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