La locura ¨¦pica de Oasis
Matt Whitecross estrena el 28 de octubre 'Supersonic', un documental sobre la etapa de esplendor de la banda de Manchester
¡°Quiero la cabeza cercenada de Phil Collins en mi nevera o habr¨¦ fracasado¡±, espeta Noel Gallagher entre bambalinas, a punto de salir a tocar y arrasar. Estamos entre 1994 y 1996, el reinado absolutista de Oasis en lo que fue conocido como el britpop,el fen¨®meno musical y pol¨ªtico a mediados de los noventa que ahora recupera Matt Whitecross en su documental Supersonic y se estrena en el Festival InEdit el 28 de octubre. Bienvenidos, pues, al despiporre que fue la banda de Manchester en su etapa de esplendor, repletos de testosterona, peleas, f¨²tbol y sobre todo m¨²sica.
Porque de eso trata el documental de Whitecross, un esforzado realizador conocido principalmente por Sex & Drugs & Rock & Roll, su retrato del punk Ian Dury. Supersonic documenta la ascensi¨®n de Oasis al limbo de las superestrellas a trav¨¦s de la m¨²sica y parte del pin¨¢culo m¨¢s absoluto: sus dos conciertos en Kneb?worth, donde se dieron cita 250.000 personas y quisieron comprar entradas 1,4 millones de brit¨¢nicos. Para tratar esa horquilla de apenas dos a?os y medio en la que los hermanos Gallagher formaron parte de, como defini¨® el historiador punk Jon Savage, ¡°la banda m¨¢s famosa del mundo que fue tambi¨¦n, durante un instante, la mejor banda del mundo¡±, White?cross echa mano de un archivo ingente de im¨¢genes in¨¦ditas y que desgrana con mucho empe?o y la ayuda de las voces en off de la propia banda y sus m¨¢s allegados. Y ah¨ª encontramos las razones del ¨¦xito: buenas canciones llamadas a la ¨¦pica, un grupo de chicos de clase obrera sin nada que perder y una tensi¨®n arrasadora entre dos hermanos condenados a trabajar juntos.
No hay que olvidar un detalle: Noel Gallagher es productor ejecutivo del documental, lo que justifica ese material audiovisual que se remonta a los primeros ensayos, pero tambi¨¦n deja en blanco una gran parte de la historia de Oasis. Y entre otras cosas, lo que borra es lo que pasaba mientras todo pasaba: a diferencia de la tradici¨®n documental brit¨¢nica, Supersonic se olvida del contexto hist¨®rico y social de una banda que no solo fue un grupo musical, sino que jug¨® un papel crucial en la d¨¦cada de los noventa en Reino Unido.
Supersonic habla de sonido, de fans y de estadios, y deja de lado el papel pol¨ªtico de la banda en los medios. Documenta laboriosamente el triunfo de Oasis en los Premios Brit Awards, pero no trata, por ejemplo, que, tras llevarse los premios a mejor grupo, ¨¢lbum y v¨ªdeo, Noel Gallagher espet¨® que ¡°hay siete personas dando esperanza a la juventud en este pa¨ªs¡±. Despu¨¦s de enumerar a su banda y su productor, realiz¨® un sorprendente respaldo pol¨ªtico a Tony Blair y grit¨®: ¡°?Poder para el pueblo!¡±. Tanto ¨¦l como su esposa, Meg Mathews ¡ªfamosa tambi¨¦n por su columna de moda en un peri¨®dico ingl¨¦s, donde afirmaba te?irse el pelo para que hiciera juego con su Visa Platino¡ª, acudieron a Downing Street en cuanto Blair se convirti¨® en el primer ministro del Nuevo Laborismo.
Otra de las omisiones m¨¢s evidentes son las peleas medi¨¢ticas con el otro estandarte del momento, Blur. Oasis eran Manchester City, pintas en el pub, coca¨ªna y cantos ¨¦picos. Blur simbolizaban a la clase media moderna: estudiantes de Londres, letras con referencias a Andr¨¦ Gide, videoclips dirigidos por Damien Hirst y jugueteos con la bisexualidad. Las declaraciones de Noel en 1995: ¡°Espero que el bajista [Alex James] y el cantante [Damon Albarn] pillen el sida y mueran¡±, forman parte de un torbellino que solamente termin¨® cuando ambas bandas hicieron coincidir las salidas de sus singles el mismo d¨ªa, evidenciando as¨ª una rivalidad que a largo plazo ambos repudiaron.
El filme deja de lado la decadencia del grupo, algo impropio en los Gallagher, siempre c¨¢usticos pero honestos sobre sus errores
Esa fecha, el 17 de agosto de 1995, da el pistoletazo de salida del barroquismo en el que entr¨® el britpop en el momento en el que se endios¨® y que fue bautizado como Cool Britannia: ya no se trataba de bandas indies ¡ªPulp, Elastica y Supergrass acompa?aban a las dos anteriores en el ¨¦xito medi¨¢tico y de ventas¡ª, sino de monta?as ingentes de dinero y fama en, recordemos, una era del pop antes de Internet que a¨²n facilitaba el ¨¦xito sin quemar a sus estrellas por un mal single. Es en este contexto que puede entenderse c¨®mo Oasis, despu¨¦s de dos ¨¢lbumes impolutos, Definitely Maybe y What¡¯s the Story? Morning Glory, dejan caer Be Here Now, que fue tachado por los propios integrantes como ¡°un elefante inm¨®vil¡±. El documental deja de lado la decadencia de la banda, algo impropio en los hermanos Gallagher, siempre c¨¢usticos pero honestos con respecto a sus propios errores.
Supersonic brilla cuando deja claro por qu¨¦ Oasis fueron la mejor banda del mundo entre 1994 y 1996: las canciones se les escapan incluso a sus creadores. ¡°Oasis era el p¨²blico¡±, explica Liam Gallagher frente a unas im¨¢genes de 100.000 personas coreando Wonderwall y Live Forever. La ¨¦pica del antagonismo de ser joven y no creer en el ma?ana conect¨® de una manera irreparable con toda una generaci¨®n. Los creadores del documental consideran que no hace falta nada m¨¢s. No es poco.
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