El recuerdo de David Bowie marca el regreso del Festival BUE en Argentina
Flaming Lips, Pet Shop Boys y Wilco hacen bailar a 22.000 personas
Melocotones. Labios flameantes. Los chicos de la tienda de mascotas. Cuesta creer que un festival de m¨²sica compuesto por grupos con esos nombres pueda convocar a alguien, pero el ingl¨¦s todo lo puede y es capaz de convertir los nombres m¨¢s rid¨ªculos en ¨¦xitos de la mercadotecnia. Eso sucedi¨® en la segunda jornada del Festival BUE realizado en Tecn¨®polis y que convoc¨® en total a 30.000 personas. Con una agenda muy distinta al primer d¨ªa, las notas sobresalientes fueron el debut en el pa¨ªs de los chicos dulces de Chicago, Wilco; un set por dem¨¢s colorido de Flaming Lips; la irreverencia de Peaches y la vigencia de un cl¨¢sico que hace bailar hace 3 d¨¦cadas y media, Pet Shop Boys. ¡°Fue un gran festival y cumplimos las expectativas¡± dijo a EL PA?S Daniel Grinbank, el cerebro detr¨¢s de la fiesta.
El mejor adjetivo que le puede caber a Wilco es agradable. La f¨®rmula infalible de las tres guitarras y un estilo ranchero ortodoxo colmaron el aforo en el Arena Heineken, uno de los 2 escenarios bajo techo que tuvo el festival. La trilog¨ªa de canciones que dio inicio al show, Random Name Generator, I Am Trying to Break Your Heart y Art of Almost garantiz¨® el apoyo del p¨²blico que se extendi¨® durante las casi 2 horas de duraci¨®n. Se trat¨® de un show limpio, contundente y que reivindica (a veces demasiado) los solos de guitarra cl¨¢sicos de la mejor tradici¨®n country americana. Son canciones de viernes de oficina o viaje en taxi con la pareja, que aportaron calma a una jornada que terminar¨ªa mucho m¨¢s arriba. As¨ª y todo, se trat¨® de una visita muy esperada por los aficionados argentinos, muchos de los cu¨¢les esperaron 20 a?os para verlos. No pueden decir que han salido defraudados. Todo lo contrario sucedi¨® con la canadiense Peaches, a quien el recinto le ha quedado enorme. Sus letras de alto contenido sexual, su performance absurdamente promiscua y un sonido por dem¨¢s saturado no lograron retener muchos de los presentes que echaron mano al programa para ver quien tocaba en los otros escenarios.
El espacio central fue una paleta de colores. Primero con los adorados Capital Cities, quienes se han ganado un lugar en el coraz¨®n de los argentinos con sus 4 presentaciones. Uno de sus cantantes, Sebu Simonian, tiene una relaci¨®n muy fuerte con este pa¨ªs. Aqu¨ª se aloj¨® su abuelo, luego de que sus padres, t¨ªos y hermanos cayeran a manos del genocidio turco sobre Armenia. Aqu¨ª tambi¨¦n se le declar¨® a quien hoy es su esposa y madre de su hijo y, finalmente, aqu¨ª son¨® como en pocos lugares el primer sencillo de la banda que tambi¨¦n compone Ryan Merchant, Safe and Sounds. El final, con el cover de Holliday, de Madonna, fue a pura emoci¨®n con miles de camisetas agitadas en el aire.
La jornada estuvo en peligro debido a una intensa lluvia que arreci¨® sobre Buenos Aires en forma sostenida durante la ma?ana del s¨¢bado. Pero los Flaming Lips hicieron que salga el arcoiris a¨²n en plena noche. La puesta en escena del quinteto de Oklahoma fue tan cargada de est¨ªmulos que por momentos se perdi¨® el aspecto musical. Tres mu?ecos inflables que parec¨ªan creados por la mente fantasiosa de Lewis Carroll: un Papa Noel, una rana y un bagre vestido de marinero compartieron escenario con un Chewbacca que sostuvo sobre sus hombros a un Wayne Coyne, elegantemente vestido con remera y tapado de pieles. Y si durante la primera jornada hubo referencias indirectas a David Bowie con la actuaci¨®n de su hermano art¨ªstico Iggy Pop, en la segunda, directamente se lo homenaje¨®. Coyne se introdujo en una bola inflable no apta para claustrof¨®bicos para cantar Space Oddity, el cl¨¢sico de 1972 compuesto por Bowie en lo que fue el momento m¨¢s emotivo de la noche.
El show de Pet Shop Boys se dividi¨® en dos. Al principio, un set electr¨®nico y oscuro que adelant¨® lo que se vendr¨ªa sobre la madrugada, la participaci¨®n del DJ alem¨¢n Paul Kalkbrenner. Sobre el final fue la hora de las canciones que ha bailado todo el mundo, incluso Go West, un cl¨¢sico que tiene el extra?o privilegio de haberse instalado en todos los estadios de f¨²tbol del mundo. La voz inconfundible de Neil Francis Tennant, no se corroe a pesar de la edad. Detr¨¢s de la gran masa de p¨²blico, merodeando por la explanada donde estaban las tiendas de alimentos EL PA?S se encontr¨® con Daniel Grinbank, productor del BUE y una referencia ineludible sobre la organizaci¨®n de eventos musicales en Argentina. El hombre que decidi¨® no organizar eventos en estadios de f¨²tbol por el accionar mafioso de las barras bravas (ultras).
¡°Este es un predio ¨²nico¡±, reconoci¨® Grinbank, ¡°Sab¨ªamos que hab¨ªa talento, heterog¨¦neo pero con un est¨¢ndar de calidad bueno¡±. ¡°Tuvimos un p¨²blico bastante identificado y a pesar de los 10 a?os en los que no se realiz¨® el festival se demostr¨® que sigue muy vigente. Estoy satisfecho¡±, expres¨®. Consultado acerca del presente festivalero en Argentina, el empresario reconoci¨® algunos de los obst¨¢culos para el ¨¦xito son ¡°la realidad econ¨®mica que hace todo m¨¢s dif¨ªcil, tanto por los sponsors como por la venta de localidades¡± y ¡°no estar alineados todav¨ªa con un circuito que pensamos armar en Sudam¨¦rica para que los costos de transporte no tengan un impacto tan grande¡±. ¡°Ahora se viene un buen descanso¡±, finaliz¨®. Esperemos que no sea largo ya que los argentinos todav¨ªa quieren seguir bailando.
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