No es HBO, es Vimeo
'High maintenance' es el ejemplo del triunfo de las webseries
Contaba con apenas mil d¨®lares de presupuesto por cap¨ªtulo y una plataforma de v¨ªdeos por internet, Vimeo, para darse a conocer. As¨ª naci¨® High Maintenance en 2012 y se convirti¨® en un programa de culto. Ahora llega a HBO con nuevos cap¨ªtulos. Es el triunfo de las webseries.
Un repartidor de marihuana recorre Nueva York con su bicicleta. En el momento de la entrega, sus clientes comparten con ¨¦l una parte de sus vidas, no precisamente la m¨¢s cabal ni la m¨¢s p¨²blica. Mientras el protagonista hace su ronda, los espectadores descubrimos la intimidad de un pu?ado de urbanitas. Casi todos ellos parecen empe?ados en ser m¨¢s personajes que personas, incluso cuando coexisten a puerta cerrada.
A falta de presupuesto, el concepto es la estrella en el mundo de las webseries. Sus escasos recursos fomentan la desnudez narrativa y el gusto por tem¨¢ticas rompedoras, para alegr¨ªa de los espectadores menos conformistas. La cadena intent¨® algo similar hace una d¨¦cada con la muy sexual Tell me you love me. Su ¨²nica temporada termin¨® siendo carne de YouPorn. El fiasco supuso una cuenta pendiente para HBO que lleva a?os intentando saldar.
La pareja formada por Ben Sinclair y Katja Blichfeld lleg¨® al rescate. En High Maintenance hab¨ªan creado para Internet (su)realistas p¨ªldoras de poco m¨¢s de cinco minutos de duraci¨®n. Magos asexuales, adictos al selfie y edipos agoraf¨®bicos formaban un cat¨¢logo de individuos estimulante y disparatado. Como si los guionistas de A dos metros bajo tierra hubieran adaptado a la televisi¨®n el blog Humans of New York. El temor a que el canal que acoge las grandilocuentes Juego de tronos y Westworld desvirtuara el minimalismo de esta joya online era comprensible. Finalmente, su traslado a la tele por cable ha resultado satisfactorio. Los cambios son escasos y para bien. Hay m¨¢s secuencias rodadas en exteriores, su duraci¨®n es m¨¢s cercana est¨¢ndar ¡ªen torno a los 30 minutos¡ª y su equipo art¨ªstico cobra por vez primera un sueldo. La elocuencia y la audacia de sus entregas originales se mantienen. Y el canal vuelve a hacer honor a su brillante eslogan: No es televisi¨®n, es HBO.
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