Mary Beard: la historia del feminismo y el feminismo en la Historia

No es lo mismo atesorar mil gigas de erudici¨®n y guardarlas para la muy grave, sesuda y endog¨¢mica comunidad cient¨ªfica que tener esos mil gigas dispuestos en todo momento para lo que vulgarmente llamamos ¡°la gente¡±. No es lo mismo frecuentar con soltura los odiosos salones culturales del yo te doy si t¨² me das ¨Cforma habitual de trabajo en muchos lugares, y desde luego en Espa?a con especial profesionalidad- que dedicarte a lo tuyo, a estudiar y a dudar y luego, con el dedo siempre en el gatillo, a dar curso a esa sabidur¨ªa a golpe de libros, art¨ªculos, documentales, series de televisi¨®n, blogs, tuits¡­ Esto es a lo que se dedica desde hace cosa de 40 a?os la historiadora e investigadora brit¨¢nica Mary Beard (Much Wenlock, 1955), un mundo en s¨ª mismo, dir¨ªamos que un g¨¦nero cultural en desuso, y ganadora del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016.

Tiene un problema la catedr¨¢tica de Historia Antigua de la Universidad de Cambridge, que estos d¨ªas anda por Oviedo dejando boquiabiertos a sus p¨²blicos: todo lo que toca lo convierte en oro, o en otras palabras, todos sus estudios los traduce en consecutivos best-sellers ya sea en el mundo editorial como en la televisi¨®n (su documental sobre Pompeya fue visto en la BBC por cuatro millones y medio de espectadores) o en las redes sociales. Eso hace que muchos colegas la contemplen con la ceja alta y como de lado. Una historiadora, latinista y experta en la Roma y la Grecia antiguas, y profesora de Cambridge para m¨¢s inri, convertida en carne de superventas: sacrilegio. Sin embargo, deja claro estos d¨ªas en Oviedo Mary Beard el porqu¨¦ supremo de su ¨¦xito: erudici¨®n + capacidad de divulgaci¨®n + inter¨¦s por la cultura popular.

Adem¨¢s, esta feminista de la primera hora (¡°no entiendo c¨®mo se puede hoy ser mujer y no ser feminista¡±, alerta esta mujer en¨¦rgica y dulce a la vez que ha contado sin reparos c¨®mo fue violada durante un viaje de fin de curso a Italia cuando era veintea?era) posee una capacidad fuera de lo com¨²n para levantar frases atronadoras. Sus tres comparecencias acad¨¦micas hasta ahora en Oviedo, dentro del programa de actos previos a la entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor, as¨ª lo atestiguan.

Primero estuvo, ayer martes, en el yacimiento y en el museo de la villa romana de Veranes, cerca de Gij¨®n (¡°?qu¨¦ envidia, no tenemos en Inglaterra nada parecido a la Hispania romana¡±, dijo). Luego se present¨® en el Instituto P¨¦rez de Ayala de Oviedo ante estudiantes de ESO y Bachillerato de 46 colegios asturianos que le mostraron los relatos que sobre el mundo antiguo hab¨ªa escrito. Y esta ma?ana ha conversado con profesores y alumnos de Historia Antigua, Lat¨ªn, Derecho romano, Prehistoria y Arqueolog¨ªa de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad de Oviedo, en un acto coordinado por el aula de investigaci¨®n Demeter.

El auditorio de la Biblioteca de Humanidades estaba repleto con cerca de 400 personas sentadas, de pie o en cuclillas. Y la autora de libros como SPQR, Pompeya, El triunfo romano o La herencia viva de los cl¨¢sicos no ten¨ªa previsto defraudar. Beard ha relatado emocionada c¨®mo fue el d¨ªa en que se interes¨® por el mundo antiguo. Su madre la hab¨ªa llevado, con cinco a?os, a ver los m¨¢rmoles del Parten¨®n (tambi¨¦n ha escrito de ellos) y las momias en el Museo Brit¨¢nico. ¡°Al lado de una momia de un fara¨®n hab¨ªa un trozo de tarta como quemado. Ten¨ªa 3.000 a?os. El funcionario del museo vio que yo no llegaba bien a la vitrina, y entonces me la abri¨® y la vi. Nunca lo he olvidado¡±.

Pese a su permanente rictus de abuela entra?able con un divertido toque hippie, Mary Beard las tira con bala. Por ejemplo, cuando de desigualdad femenina se trata: ¡°El 99% de las veces que leo algo sobre alguna mujer poderosa de la Antig¨¹edad son cr¨ªticas¡±. ¡°Las desigualdades solo cambiar¨¢n cuando deje de pasar esto: que cuando los historiadores dicen de una mujer que era ambiciosa, es un insulto; pero si lo dicen de un hombre, es un cumplido¡±, denuncia esta experta en cuestiones como el sexo y el sentido del humor practicados en la antigua Roma. Mary Beard es al¨¦rgica ¨Cy as¨ª lo ha reconocido- ¡°a la historia angloc¨¦ntrica de hegemon¨ªa masculina, a esa visi¨®n de la mujer como la suma de madres abnegadas y esposas sumisas¡±.

Reivindica lo mismo seguir leyendo a Virgilio, Suetonio, Horacio y Cicer¨®n que descubrir a autores menos conocidos de la literatura popular ¡°que pueden darte mucha informaci¨®n que no esperas¡±. Y desde luego, reivindica con sa?a, podr¨ªa decirse, el estudio de las Humanidades y su apoyo por parte de los poderes p¨²blicos: ¡°En ¨¦pocas duras se defiende los saberes duros: la inform¨¢tica, las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, la econom¨ªa¡­ pero es esencial que el progreso cient¨ªfico vaya de la mano de la filosof¨ªa y de un contexto de pensamiento sobre por qu¨¦ y c¨®mo pasan las cosas¡­ ?no somos adornos! Somos fundamentales en el desarrollo de la sociedad igual que los f¨ªsicos y los t¨¦cnicos inform¨¢ticos. Y tenemos que dec¨ªrselo a los gobiernos. Y si no nos escuchan, se les repite una vez, y otra, y otra vez¡±.

Y una de romanos entre la carcajada del p¨²blico de Oviedo: ¡°Va un romano y se encuentra con un amigo cariacontecido¡±.

- ?Pero si me hab¨ªan dicho que te hab¨ªas muerto!

- Pues ya ves que no, estoy vivito y coleando.

- Mmm, no s¨¦, no s¨¦¡­ es que me f¨ªo mucho del que me lo cont¨®.